Iñaki y Cristina, en Barcelona: en casas diferentes y cada uno con sus amigos
Urdangarin y la infanta Cristina se reencuentran en la capital catalana, donde se ven con sus hijos Pablo e Irene. Cada vez son más quienes apuntan a una futura (y lejana) reconciliación
Las voces sobre una futura reconciliación entre Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina son cada vez más, aunque ni siquiera ellos dos saben en estos momentos lo que les deparará el futuro. Lo dicen las personas de su entorno con las que hablamos, amigos y familiares que apuestan por una ‘recomposición’ de la relación, aunque ella está muy dolida ahora y necesita tiempo para ponerlo todo en orden. Y decidir si perdona a su marido. Si es que sucede alguna vez.
Este fin de semana, la pareja se ha reencontrado en Barcelona, como adelantó ‘¡Hola!’ y confirmó después Vanitatis. La pareja (o expareja) se ha visto lo justo. Se han alojado en lugares diferentes: él en casa de su hermana Ana, y ella en casa de unos amigos en Pedralbes. Y han mantenido encuentros con sus amigos, cada uno por su cuenta. Él con compañeros de balonmano del Barça, ella con los más cercanos.
Consciente de que el hotel en el que suele hospedarse, el Marriot Victoria Suites, estaba siendo vigilado por la prensa, la hermana del Rey prefirió pasar los días en casa de unos amigos, cerca del hotel pero lejos de la prensa. La casa, en un conocido edificio de Barcelona, tiene un garaje al que se entra directamente desde el ascensor del piso, por lo que la Infanta no tenía que pisar la calle. Sus anfitriones son unos de sus mejores amigos, con quienes ha ido incluso a ver jugar a su hijo Pablo las veces que ha estado en Barcelona con anterioridad.
Se esperaba la visita de ambos desde hacía días, un viaje que finalmente ha tenido lugar este fin de semana y que ha sido muy distinto a todos los anteriores. Urdangarin, por su parte, se ha quedado en casa de su hermana Ana y su familia. Llevaban años viviendo en El Putxet, en una casa modernista en la que vivió durante un tiempo Iñaki. Pero hace unos meses se mudaron a las afueras y pocos son quienes tienen localizado el inmueble.
Calle Manuel Girona
Los escoltas, tanto de ella como de él, han sido clave, nos cuentan, para intentar evitar que se les tomara una fotografía. Ya sucedió antes de Navidades. Juntos paseaban por las calles de Barcelona, junto a la citada casa de los amigos de la Infanta, cuando unos paparazzi les tomaron fotos sin que se dieran cuenta. De la mano y cariñosos el uno con el otro, bajaban de la calle Manuel Girona a la de Jiménez Iglesias cuando se toparon con la prensa y los escoltas les reclamaron que pararan de grabar. Es en estas mismas calles donde han estado estos días.
Este fin de semana todo ha sido distinto menos la presión de los escoltas, que ha ido en aumento. La reunión ha sido fugaz y se ha organizado por el bien de sus hijos y todo lo que juntos han construido durante tantos años, casi 25. Sí, este año, en septiembre, el matrimonio hubiera celebrado las bodas de plata y doña Cristina pensaba tirar la casa por la ventana para celebrarlo. Porque no era solo el aniversario, era también la libertad de Urdangarin, que a punto está de lograr la condicional y pensaba irse a vivir con su mujer a Ginebra. Por ahora no será posible esa reunificación, aunque el futuro, de nuevo, nadie lo sabe.
En La Masía con Pablo
El sábado estuvieron ambos con sus hijos Pablo e Irene, que tiene vacaciones invernales. Según han contado algunos paparazzi que siguen a la pareja desde hace años, Urdangarin visitó a su hijo en La Masía del Barça, donde vive, aunque ni siquiera bajó del coche para evitar a la prensa. Pablo había jugado el día anterior, viernes por la noche, en Nava de la Asunción (Segovia) con el primer equipo. Y el mismo sábado repetía partido, esta vez con el Barça B contra el Sarriá, en Barcelona. El aforo no era limitado en ese partido, por lo que ambos podían asistir sin problemas.
Estos días han servido, nos dicen, para medirse como familia. Se han visto, han hablado y han hecho cada uno su vida. Se trata de saber si es posible salvar la relación. Porque, como señalan quienes les conocen, el paso por prisión ha hecho mella en él, y todos se sienten en parte culpables por haber podido disfrutar de sus vidas mientras él estaba encerrado. “Ha sido una situación muy dura y eso ha tenido incidencia en la personalidad de Iñaki Urdangarin”. Así se pronunciaba hace dos semanas el abogado del exduque de Palma ante las fotografías que habían aparecido de su cliente con otra mujer.
La infanta Cristina hacía tiempo que sabía que su marido no era el de siempre, por lo que quienes los conocen hablan de una crisis que ella pensaba superar. Hasta que aparecieron las fotografías y todo se fue al traste. Veremos si es para siempre.
Las voces sobre una futura reconciliación entre Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina son cada vez más, aunque ni siquiera ellos dos saben en estos momentos lo que les deparará el futuro. Lo dicen las personas de su entorno con las que hablamos, amigos y familiares que apuestan por una ‘recomposición’ de la relación, aunque ella está muy dolida ahora y necesita tiempo para ponerlo todo en orden. Y decidir si perdona a su marido. Si es que sucede alguna vez.