Con la princesa Ana y en medio de la polémica: la reaparición del príncipe Carlos

Vuelta a la normalidad, al menos relativa. Una semana después de que se informara que el heredero británico se encontraba confinado por haber dado positivo en coronavirus, ha podido retomar sus funciones institucionales. Ha sido junto a la princesa Ana y en el palacio de St. James, donde ha tenido lugar una recepción para presentar los Premios Aniversario de la Reina. Pero esta reaparición del príncipe Carlos ha estado marcada por la polémica, ya que este mismo miércoles se conocía que su fundación será investigada.

La recepción se desarrollaba en un ambiente relajado, con un príncipe de Gales que presentaba muy buen aspecto y su habitual elegancia. Solo faltaba su esposa Camila, duquesa de Cornualles, que anunciaba su correspondiente positivo por coronavirus el pasado lunes, por lo que no la veremos en un compromiso público hasta la semana que viene. Durante la cita, Carlos no ha parado de regalar sonrisas y comentarios en tono divertido, a pesar de que ha sido una semana más que movida para la Casa Real británica, con asuntos que han colocado a los Windsor en el punto de mira por las polémicas que hemos conocido.

De momento, el martes nos enterábamos de que el príncipe Andrés, uno de sus hermanos pequeños y la gran piedra en el zapato que se va a encontrar cuando llegue a ser rey, llegaba a un acuerdo extrajudicial con Virginia Giuffre, la mujer que lo denunció ante los tribunales por haber abusado de ella cuando era menor. El duque de York hubiera tenido que declarar el próximo 10 de marzo por este caso, pero finalmente prefirió librarse del mal trago y tirar de cuenta corriente para evitar que el proceso judicial siguiera adelante.

Y esta es, precisamente, la segunda polémica de la semana. Porque, aunque no se habían publicado los términos exactos del acuerdo -especialmente los económicos-, la prensa británica no tardo en descubrir que la cifra que el príncipe Andrés ha pagado o va a pagar a Virginia Giuffre es de 12 millones de libras. Y, por supuesto, ha sido la reina Isabel la que no ha dudado de tirar de patrimonio para ayudar a su hijo a poder hacer frente a esta cantidad.

Y por si Isabel II pensaba que podría tener un día tranquilo después de la vorágine que supuso conocer la decisión del príncipe Andrés de llegar a un acuerdo extrajudicial, llegaba la siguiente polémica para desestabilizarla, relacionada directamente con el príncipe Carlos. Porque el miércoles conocíamos que la Policía Metropolitana de Londres (Met, Scotland Yard) ha abierto una investigación a la fundación del príncipe de Gales, que promueve el medioambiente y la cultura, por, supuestamente, aceptar donaciones a cambio de favorecer la concesión de títulos y honores.

En un comunicado mandado a los medios de comunicación, se indicaba que tras la renuncia el año pasado de uno de los más estrechos colaboradores de Carlos, Michael Fawcett, la Policía Metropolitana había decidido investigar para saber exactamente qué pasa dentro de esta fundación. "La Policía Metropolitana ha puesto en marcha una investigación sobre las denuncias de delito en virtud de la Ley de Honores (que previene abusos de este tipo) de 1925. La decisión se tomó tras analizar una carta en septiembre de 2021, relacionada con una información en los medios en la que se afirmaba que se hicieron ofertas de ayuda para conceder honores o ciudadanía para un nacional saudí".

Así que esta noticia es la que ha marcado la reaparición del príncipe Carlos. Ni su coronavirus, ni el de su esposa, que han pasado a un absoluto segundo plano. Eso sí, su actitud estaba muy alejada de parecer preocupada. Quizá también porque se trataba de una cita en la que solo entraban unos pocos periodistas acreditados, siempre cuidadosamente escogidos, por lo que los miembros de la familia real se aseguran de no enfrentarse a preguntas incómodas. Tanto el príncipe de Gales como la princesa Ana han estado cómodos, relajados y sonrientes, como si los problemas en Buckingham no existieran.