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El motivo por el que Ernesto de Hannover no tendrá que ver a su hijo en los tribunales
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El motivo por el que Ernesto de Hannover no tendrá que ver a su hijo en los tribunales

Hay novedades en el proceso judicial que enfrenta al príncipe alemán y su heredero. La más importante, que padre e hijo no tendrán que verse las caras en la corte

Foto: Ernesto de Hannover, el pasado marzo. (Getty)
Ernesto de Hannover, el pasado marzo. (Getty)

Hannover contra Hannover, padre contra hijo. Así se puede resumir la audiencia que tendrá lugar dentro de muy pocos días en el Tribunal Regional de la ciudad alemana de la que ambos proceden. Allí -si no hay sorpresas- pronto dará comienzo el proceso judicial mediante el que se resolverá la demanda que el todavía marido de Carolina de Mónaco decidía interponer a su primogénito y heredero hace ahora un año. Y con la fecha ya cerca, se van conociendo algunas novedades. La más importante, que Ernesto de Hannover no tendrá que ver a su hijo en los tribunales.

Era la imagen más esperada del pasado 25 de noviembre, cuando estaba fijada la primera audiencia del proceso. Pero finalmente no pudo ser. El abogado que representaba a Ernesto padre decidió retirarse del caso en el último momento y el letrado que se hizo cargo de la demanda solicitó al tribunal un margen para ponerse al día y estudiar toda la documentación para así poder presentar sus argumentos ante el juez en condiciones. El magistrado lo aceptó, la primera audiencia se suspendió y se fijó la nueva fecha cinco meses después, para el 24 de marzo. Pero esa imagen de padre e hijo juntos tras cuatro años sin verse -la última vez sería en la boda de Christian de Hannover y Sassa de Osma- tampoco se dará esta vez.

placeholder Ernesto de Hannover, saliendo de los juzgados el pasado marzo. (Getty/Kerstin Joensson)
Ernesto de Hannover, saliendo de los juzgados el pasado marzo. (Getty/Kerstin Joensson)

El motivo por el que Ernesto de Hannover no tendrá que ver a su hijo es que el órgano competente ha decidido que "un interrogatorio personal" no es necesario. Así que, al menos de momento, el heredero de la casa Hannover no tendrá que acudir a los tribunales, un gran cambio con respecto a la anterior, para la que sí se había requerido la presencia de los dos. El juez escuchará los argumentos de la acusación y recabará las pruebas que el abogado del príncipe alemán le presente. A partir de entonces, decidirá si continúa el proceso o, para desgracia de Ernesto sénior, archiva la demanda.

Desde luego, si sucede esto último, va a ser un auténtico palo para el príncipe alemán, ya que tiene tanta confianza en salir vencedor que ha arriesgado incluso el patrimonio familiar para hacer frente a los gastos de la demanda. No solo puso a la venta una de sus propiedades inmobiliarias, sino que llegó a un acuerdo con una empresa de Salzburgo fundada por dos amigos suyos. La empresa se dedica al "comercio, adquisición y ejecución de de reclamaciones en el país y en el extranjero". Es decir, al cobro de deudas. Y participa en el proceso como segundo demandante.

placeholder Ernesto de Hannover, en la boda de su hijo Christian. (EFE/Ernesto Arias)
Ernesto de Hannover, en la boda de su hijo Christian. (EFE/Ernesto Arias)

Con eso, la compañía participa en los gastos legales derivados del juicio, lo que es una ventaja para Ernesto de Hannover. Pero no lo hace de forma altruista porque, en caso de ganar, se llevaría una parte de los bienes que reclama, lo que supondría que parte del patrimonio de la Casa Güelfa también iría a parar a manos de esta empresa. Hay que recordar que el príncipe está reclamando a su hijo unos cinco millones de euros por las propiedades que le donó como adelanto de la herencia que algún día recibiría y los numerosos objetos, obras de arte y mobiliario que, según él, su heredero ha ido sustrayendo de ellas en los últimos años.

Entre las propiedades que Ernesto sénior reclama están el castillo de Marienburg, que fue el desencadenante de las tensiones entre padre e hijo, además del palacio de Herrenhausen, la actual residencia donde viven Ernesto júnior, su esposa, Ekaterina, y sus tres hijos, o el dominio de Calenberg, una finca que también puede traer problemas, ya que hace unos años se vendieron cuatro hectáreas de terreno. Y teniendo en cuenta tanto la cantidad que pide como las características del proceso, se estima que los costes judiciales pueden superar los 600.000 euros, por lo que la ayuda económica de la empresa que se presenta como demandante es importante, pero también puede quedarse con parte de estas propiedades.

placeholder Ernesto y Christian de Hannover, en la boda de Anunciata de Liechtenstein. (Cordon Press)
Ernesto y Christian de Hannover, en la boda de Anunciata de Liechtenstein. (Cordon Press)

Pero la demanda no es sino una batalla más en la guerra paternofilial que comenzó hace unos años, como decíamos a cuenta del castillo de Marienburg. Es la joya de la corona del patrimonio familiar y estaba incluida en esas propiedades que Ernesto padre decidió donar a su hijo. El problema es que su heredero decidió venderla al estado de Baja Sajonia por el simbólico precio de un euro, ya que él no podía asumir los gastos de reforma y mantenimiento, que ascendían a 27 millones de euros. Al enterarse, su padre montó en cólera e impidió la venta, que aún sigue paralizada.

Pero si Ernesto sénior está seguro de que recuperará los bienes, el júnior tampoco flaquea a la hora de defender sus intereses, especialmente en lo tocante a esta propiedad, actualmente de acceso al público: "No hay razón para preocuparse por el futuro del castillo de Marienburg", decía hace unos meses. "La situación legal en este sentido siempre ha sido clara, y lo sigue siendo. La solución de la fundación encontrada con el estado de Baja Sajonia es legalmente segura; nada se interpone en el camino de la preservación a largo plazo de Marienburg como monumento cultural, que sigue siendo accesible al público para todos”, aclaraba.

placeholder Vista del castillo de Marienburg. (EFE)
Vista del castillo de Marienburg. (EFE)

Tenga el proceso el resultado que tenga, desde luego la relación entre padre e hijo no tiene pinta de recuperarse. Solo hay que leer los motivos por los que el príncipe decidió demandar a su primogénito, al que acusa de haber "intentando hacerse con el control del patrimonio de la Casa Hannover a espaldas de su padre", según la demanda hecha pública en su momento por el tribunal regional de Hannover. Ernesto de Hannover asegura que su heredero le abandonó y le negó su ayuda en una situación desesperada y de enfermedad. Unas palabras duras que evidencian la tensión entre los dos, que también podrán evitar encontrarse el próximo día 24, cuando tendrá lugar el esperado juicio.

Hannover contra Hannover, padre contra hijo. Así se puede resumir la audiencia que tendrá lugar dentro de muy pocos días en el Tribunal Regional de la ciudad alemana de la que ambos proceden. Allí -si no hay sorpresas- pronto dará comienzo el proceso judicial mediante el que se resolverá la demanda que el todavía marido de Carolina de Mónaco decidía interponer a su primogénito y heredero hace ahora un año. Y con la fecha ya cerca, se van conociendo algunas novedades. La más importante, que Ernesto de Hannover no tendrá que ver a su hijo en los tribunales.

Carolina de Mónaco
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