Otra polémica para el príncipe Harry… ¿y un tirón de orejas de Meghan Markle?

Han pasado casi dos años desde que dijeron ‘bye’ a la Corona y en ese tiempo ha sido protagonista de incontables titulares en la prensa, y generalmente no para bien. Pues ya tenemos aquí otra polémica para el príncipe Harry, que esta vez, además, puede haberle costado una regañina por parte de su mujer. La escena es la siguiente: el duque de Sussex, con sombrero de cowboy, asistiendo al evento Stockyards Rodeo en la ciudad texana de Fort Worth. Dicen que fue de incógnito, pero su presencia fue captada y subida a redes.

El hecho de que asistiera a este evento ha sorprendido bastante, teniendo en cuenta que Meghan es una firme defensora de los animales y, como tal, no sería partidaria de este tipo de espectáculos en que los jinetes montan sobre reses tratando de domarlas. Un asistente ha explicado al 'Daily Mail' lo raro que le resultó verle allí: "Es un evento estadounidense por excelencia, donde los animales están hechos para actuar". Sin embargo, Harry cogió un vuelo comercial desde California a Texas para ver personalmente el rodeo. Y lo hizo sin su esposa y sus dos hijos, Archie y Lili, pese a que en este tipo de eventos es normal que asistan familias enteras.

Living his best American life🇺🇸 Prince Harry was in Fort Worth, Texas this weekend and spent Saturday at the historic @cowtowncoliseum for the famous @StockyardsRodeo. The duke was spotted by locals enjoying some good ol’ Southern hospitality and a VIP tour of the venue. pic.twitter.com/Em3xAQNLs4

— Omid Scobie (@scobie) March 8, 2022

Resulta evidente que para Meghan no es un sitio adecuado ni para ella ni para los niños. La duquesa es patrona de una organización benéfica de bienestar animal llamada Mayhew Trust, con sede en Londres, con los que colabora activamente. "Estamos encantados de que la duquesa comparta nuestro compromiso de mejorar la vida de los animales y las personas en el país y en el extranjero, y estamos muy emocionados de marcar una diferencia real para los perros, los gatos y las comunidades juntos", dicen en su web.

Ella ha sido precisamente la que ha apartado al príncipe de actividades tradicionales en la familia real británica como la caza del zorro. De hecho, antes de poner rumbo a Estados Unidos, se deshizo de dos rifles Purdey como señal de su compromiso de abandonar definitivamente ese mundo. Con estos antecedentes, y aunque el rodeo no tiene nada que vez con la caza, su asistencia al Stockyards Rodeo durante el pasado fin de semana no deja de resultar algo contradictoria. Pero allí estaba, con sus vaqueros, su camisa tejana y su gorro a lo ‘Pasión de gavilanes’. Un look que nos recuerda a su pasado en Australia, cuando se tomó un año sabático en 2003 y estuvo trabajando en un rancho de ganado.

Las críticas que está recibiendo en Inglaterra por asistir a este rodeo se unen a otras que tienen que ver con su vida familiar. Dicen que Isabel II está desesperada por conocer a su bisnieta, la pequeña Lili, a la que hasta ahora solo ha podido ver a través de videollamada y que pronto cumplirá diez meses. Así lo ha revelado el escritor especializado en realeza Brian Hoey: "Escuché de personas que conozco dentro de la Casa Real que a la reina le gustaría desesperadamente ver al bebé. Le encantaría, pero me pregunto si va a suceder, me encantaría pensar que podría…".

La amargura de Isabel II, "desesperada" por conocer a su bisnieta Lilibet

R. R.

Este encuentro podría estar lejos de producirse ya que el príncipe se niega a regresar a Inglaterra si no dispone de la protección policial de Scotland Yard y ha anunciado que emprenderá medidas legales contra el Gobierno del Reino Unido por su negativa a proporcionar este servicio y por no permitirle pagarla de su propio bolsillo. Y aún falta por salir las memorias que prepara, por las que habría firmado un contrato millonario, y en las que los miembros de la Corona resultarían especialmente dañados por sus revelaciones íntimas. En esto libro, Harry repasará toda su vida y parece que no callará los continuos desencuentros que mantiene tanto con su padre como con su hermano, sin olvidar sus opiniones sobre la futura reina consorte, Camila de Cornualles. La paz en los Windsor está muy lejos de hacerse efectiva.