El velado retorno de Juan Carlos I: los dos destinos españoles donde ya le esperan

Hace ya tiempo que planea sus visitas, ilusionado. El rey Juan Carlos I vuelve a España, aunque sea solo en forma de viajes frecuentes, tal y como se deja ver en el comunicado que emitía este mismo martes y que estaba dirigido a su hijo el rey Felipe. Unos términos, los de esa carta, que ya anunciaba 'El Confidencial' hace unos días. Según esta información, Zarzuela habría sugerido al emérito visitar España y mantener su residencia fija en Abu Dabi, extremo que confirmaba dicho comunicado. El objetivo de volver, aunque fuese de manera velada, se planteó tal como se marchó y que le ha costado lo suyo. Han sido meses de negociaciones duras, tiras y aflojas, pero también, según dice el monarca a los suyos, de cariño. Tras aquel enfado que se llevó en la maleta rumbo a Abu Dabi, ahora siente cierta liberación y el afecto hacia su hijo se ha restaurado.

Pese a que ha tenido que renunciar a muchas de sus peticiones, empezando por la de vivir en el palacio de la Zarzuela mientras está en tierras españolas. Era algo que sabía que no podía ser y sin embargo él pedía con insistencia. La decisión de no fijar su residencia en España es algo que llevaba rumiando desde hace casi un año, al darse cuenta de que sus gastos iban a ser un problema una vez aquí.

Con esa ilusión de la que hablamos, don Juan Carlos ya tiene algunos planes en la cabeza y estos sí que son innegociables. Una de las primeras visitas que hará será a su amigo José Cusí, el armador de los Bribones, una de las personas más íntimas del exrey. La visita será en Barcelona, porque por motivos personales Cusí no ha podido ir a verle a Abu Dabi, y ambos tienen muchas ganas de darse un abrazo.

Amigos y médicos

En la misma ciudad, además, don Juan Carlos tiene pendiente acudir a la consulta del doctor Manuel Sánchez, DeSánchez, su centro de referencia. Pese a que el doctor le ha visitado con frecuencia -acaso es quien más veces ha ido a Emiratos-, él prefiere pasar por consulta, hacerse chequeos exhaustivos y ponerse a punto.

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Sobre todo porque quiere estar en Galicia en el mes de junio. Allí se celebrarán las regatas a las que solía acudir el exrey y también allí quiere estar con otro de sus grandes amigos, Pedro Campos, presidente del Club Náutico de Sanxenxo y armador del Bribón, el barco en el que don Juan Carlos realizó las labores de patrón en sus últimos años en España. Muchos han apuntado a que el Rey emérito se instalaría en casa de Campos cuando visite España, algo que podría suceder, según sabe Vanitatis, siempre que sea de forma temporal.

Ni mansión ni pazo

Porque la casa del armador no es una mansión, ni una finca ni un pazo. Se trata de una casa unifamiliar en una zona en el interior, sin grandes lujos, donde se ha alojado alguna vez el Rey en sus estancias gallegas. El septiembre pasado, sin ir más lejos, se celebró en Sanxenxo la regata del trofeo Copa de Europa en la categoría 6mR, en la que participaba el monarca antes de marcharse. En la citada edición, el Bribón de Pedro Campos se alzó con el triunfo, el mismo barco en el que ha navegado en tantas ocasiones el monarca jubilado. Antes de que comenzara la pandemia y del viaje de don Juan Carlos a los Emiratos, la localidad gallega era una de las citas fijas.

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Y ahora espera que vuelva a serlo y así nos lo cuentan a Vanitatis. Sanxenxo y Barcelona serán dos de sus destinos fijos en sus visitas a España, que el monarca quiere que sean cada vez más frecuentes. Lo que hará será una pequeña 'cata', nos cuentan, poco a poco. Primero vendrá unos días, se dejará ver, sin duda, y se irá rápido. Volverá al cabo de un tiempo, un tiempo corto, y estará más días. Así, de forma paulatina, irá alargando sus visitas, las hará más frecuentes y tratará de pasar tiempo en España sin cruzar el límite que le obligaría a fijar su residencia en nuestro país. Es decir, sin superar el límite fiscal, que fija en 183 días el periodo de residencia en España que obliga a uno a pagar impuestos aquí.

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Otros destinos que están presentes en su agenda son dos fincas cinegéticas a las afueras de Madrid, propiedad de amigos, fincas en las que pasó largas jornadas antes de irse. Lo que no pisará, ni siquiera de visita, es el palacio de la Zarzuela. Al menos así nos lo dicen desde el círculo íntimo del monarca, quienes nos comentan que ha habido un tira y afloja intenso, y Zarzuela era uno de los puntos más críticos. Una de las condiciones, señalan, para que Felipe VI estuviera de acuerdo en su retorno es que no pise Zarzuela ni de visita.

Y así será, de momento, al menos hasta que el exmonarca pueda tomar pulso a la sociedad del país en el que reinó durante casi 40 años. Es consciente, queda claro en el comunicado que se publicó el lunes, de que su situación afecta a la Corona y no quiere, de ninguna manera, ponerla en peligro.