Letizia echa mano de su vestido sevillano como anfitriona del presidente de Mauritania y su mujer
Los Reyes han abierto las puertas de Zarzuela al presidente y la primera dama de Mauritania. Doña Letizia ha repetido un vestido de Cherubina
Un encuentro privado del que solo tenemos una fotografía. Así podríamos definir el almuerzo que don Felipe y doña Letizia han ofrecido este jueves en honor al presidente de Mauritania, Mohamed Ould Cheikh El Ghazouani, quien se encuentra realizando una visita de trabajo a España acompañado por su esposa, Mariem Fadel Dah. Tras un primer encuentro protagonizado por el monarca y el mandatario africano, en el que también participaron Miriam Álvarez de la Rosa, embajadora de España en Mauritania, y Ángeles Moreno Bau, secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y Globales, los dos matrimonios se reunían para un ágape.
Los Reyes han abierto las puertas de Zarzuela al presidente y a la primera dama, aunque del encuentro, por el momento, Casa Real solo ha proporcionado una fotografía, que nos da poco para analizar. Doña Letizia ha elegido para la ocasión moda sevillana con un vestido de Cherubina, la firma que la conquistó en 2019 y tres años después sigue haciéndolo. La Reina ha recuperado de su armario un vestido que le vimos hace relativamente poco, en concreto en el que fue su último acto de la visita de Estado a Suecia que realizó junto a Felipe VI en noviembre de 2021.
Para una recepción en honor a sus anfitriones, el rey Carlos XVI Gustavo y la reina Silvia, doña Letizia estrenó este diseño wrap realizado en doble crepé verde azulado con escote cruzado acabado en V, con un favorecedor drapeado en la zona de la cintura y falda también cruzada de largo midi. Las hombreras marcadas le dan un aire de solemnidad a este vestido que Cherubina bautizó con el nombre de Alessia. Y ahora, cuatro meses, se lo ha vuelto a poner para este encuentro con el presidente mauritano y la primera dama.
Al igual que en Estocolmo, la Reina lo ha combinado con zapatos negros: en este caso, unos salones de CH Carolina Herrera en ante. Poco más se puede decir del look de doña Letizia, ya que ni siquiera vemos qué pendientes lleva puestos, aunque se intuye que son pequeños. En cuanto a su melena, la ha dejado al natural, sin peinarla de ninguna forma en concreto. En Suecia, en cambio, la vimos con un moño que dejaba al descubierto los pendientes de pavé negro y diamantes de De Grisogono. Al ser una recepción de tarde, la Reina se esmeró más con sus complementos, optando este jueves por una versión más sobria del look.
La primera ocasión en la que la Reina confió en Cherubina fue para el desfile de las Fuerzas Armadas de 2019. Aquel día, en Sevilla, doña Letizia triunfó con el que es su color fetiche con un vestido rojo de silueta wrap, escote en V, manga corta y falda tipo pareo atada a la cintura. Un diseño que combinó con complementos también en rojo y que, por cierto, estamos deseando volver a verle. Unas semanas después, Su Majestad demostraba lo mucho que le gusta esta firma eligiéndola para un acto clave: el nombramiento de don Felipe como caballero de la Orden de la Jarretera en Windsor.
Para el que fue su primer encuentro público con Kate Middleton, la Reina optó por un vestido blanco con destellos negros, manga larga ligeramente abullonada y escote cerrado. No era esa la única pieza de su look que firmaba Cherubina. También el tocado, una diadema de rafia de la que sobresalían unas flores negras, pertenecía a la firma sevillana. Pero hay más. En la misma visita a Suecia en la que la Reina estrenó el vestido azul que ha vuelto a repetir este jueves en Zarzuela, doña Letizia lució otro tocado de Cherubina, esta vez naranja, a tono con su vestido de Carolina Herrera.
Un encuentro privado del que solo tenemos una fotografía. Así podríamos definir el almuerzo que don Felipe y doña Letizia han ofrecido este jueves en honor al presidente de Mauritania, Mohamed Ould Cheikh El Ghazouani, quien se encuentra realizando una visita de trabajo a España acompañado por su esposa, Mariem Fadel Dah. Tras un primer encuentro protagonizado por el monarca y el mandatario africano, en el que también participaron Miriam Álvarez de la Rosa, embajadora de España en Mauritania, y Ángeles Moreno Bau, secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y Globales, los dos matrimonios se reunían para un ágape.