Las claves del regreso de Charlène de Mónaco: cómo, dónde y con quién está
Con el regreso a casa de la princesa monegasca, se plantean ahora otras cuestiones. La más repetida es cuándo volveremos a verla en público
No se sabe exactamente en qué fecha se fue del principado, pero el pasado marzo, hace ahora un año, ya se encontraba en Sudáfrica para asistir a los funerales del rey zulú, al que acudió no solo por cuestiones institucionales sino por ser su amigo personal. Desde entonces, todo lo que le ha pasado ha sido para olvidar. Afortunadamente, la princesa monegasca empieza a ver luz al final del túnel y ya está en casa. Pero la carrera de fondo aún no ha terminado. Queda aún un último 'sprint' para su recuperación total y por despejar varias claves tras este regreso de Charléne a Mónaco, especialmente una: ¿cuándo la volveremos a ver en público?
Esta pregunta queda respondida a medias en el comunicado que el Palacio del Príncipe emitió anunciando la vuelta de Charlène a casa: "En las próximas semanas podrá retomar completamente sus actividades oficiales. En cuanto la salud se lo permita, la Princesa podrá disfrutar de la alegría de convivir con los monegascos, algo que tanto ha echado de menos". Y decimos que queda respondida a medias porque "en las próximas semanas" es una expresión muy amplia y que permite un gran margen de error. Está claro que no han querido arriesgarse a dar una fecha concreta por si la evolución no va tan bien como esperan.
No hay ninguna festividad en el calendario de las que consideramos 'obligatorias' para la princesa, como pueden ser las celebraciones del Día Nacional o de Santa Devota, ya pasadas y en las que fue la gran ausente. Pero sí hay una pequeña tradición con la que los príncipes monegascos han cumplido en los últimos años. Es habitual que compartan una felicitación de Pascua a través de sus redes, así que quizá esa podría suponer su reaparición. Si no es la gran vuelta a los compromisos oficiales que tanto esperamos, sí supondría ver una nueva imagen de Charlène que nos deje hacernos una idea de cómo está.
Porque -y esa es otra de las claves- a diferencia del día en que regresó de Sudáfrica después de varios largos meses, en esta ocasión no ha habido fotos del reencuentro. Los motivos no lo sabemos, pero sí que ha servido para dejar en el aire la duda y especular sobre si ha sido debido a que el aspecto de Charlène no es ahora es el más saludable. Recordamos que, durante su estancia en Sudáfrica, cada imagen que compartía suponía dar pie a cierta preocupación por su aspecto, especialmente en lo relativo a la delgadez.
En el mismo comunicado encontramos un detalle que da pie a hablar de otra de las claves de su recuperación: "La pareja principesca pide por tanto que su vida privada se siga respetando en el entorno familiar". Esto se había conseguido en estos últimos meses, durante su estancia en la clínica de Suiza donde ha estado ingresada. Pero no había sido así mientras estuvo en Sudáfrica, cuando ella misma y su marido tuvieron que salir al paso en varias ocasiones de rumores y especulaciones sobre su matrimonio. De ahí la insistencia tanto de Alberto como de los propios portavoces de palacio de respetarla.
Y este es un punto importante porque en su momento se jugó con la posibilidad de que no se instalara en palacio, sino en un apartamento que tiene ubicado a 300 metros de su residencia oficial y en el que pasaba algunas temporadas. Fue su cuñada, Chantell Wittstock, la que lo desveló cuando volvió de Sudáfrica, poniendo sobre la mesa la opción de que viviera a caballo entre este piso y el palacio para tener el descanso que necesitaba, pero a la vez estar cerca de sus hijos.
El problema que se plantea con este apartamento es que tendría menos seguridad de cara a la prensa, ya que no podría salir a pasear por sus alrededores como sí hacía antes de caer enferma. Cierto es que los medios de Mónaco han respetado al máximo esta etapa de enfermedad de Charlène y que han sido los de fuera de las pequeñas fronteras monegascas los que más han -o hemos- hablado de este complicado proceso y de todos los rumores que han rodeado a la pareja. Así que todo apunta a que en esta ocasión su sitio está en palacio, mucho más privado que este apartamento en el centro de la ciudad y donde seguramente pueda estar mucho más controlada médicamente.
Pero lo más importante que le puede ofrecer el palacio de los Grimaldi es estar, por fin, con sus hijos. Desde hace unos meses, Jacques y Gabriella estudian en casa, ya que suponía una comodidad a la hora de llevar a cabo su día a día ante la ausencia de su madre. Los dos niños son el motor que ha dado fuerza a la sudafricana durante todo este proceso y, tal y como ella misma confesó, ha sido muy duro tenerlos tan lejos. Así que ahora podrá recuperar el tiempo perdido, después de haberlos visto apenas unas cuantas veces el último año.
Charlène afirmó en un momento dado de su enfermedad que el príncipe Alberto había sido "su roca" y así lo va a seguir siendo. Pero también la princesa cuenta en Mónaco con otro hombre indispensable en su vida. Hablamos de su hermano Gareth, que no dudó en trasladarse al principado hace ya más de una década, cuando Charlène se convirtió en la prometida del soberano. Él ha sido uno de sus grandes apoyos en estos meses, hasta el punto de que se ha hecho con las riendas de la Fundación Princesa Charlène de Mónaco durante su ausencia. Incluso, aunque no se le nombró específicamente, fue una de las personas con las que se reunió Alberto para tratar el posible ingreso de su esposa en una clínica.
Así que está claro que en esta nueva etapa a Charlène de Mónaco no le va a faltar la fuerza de todos los que tiene a su alrededor, de los que ha tenido que estar alejada en los últimos meses y con los que por fin se ha reencontrado para poder afrontar la fase final del camino a la recuperación.
No se sabe exactamente en qué fecha se fue del principado, pero el pasado marzo, hace ahora un año, ya se encontraba en Sudáfrica para asistir a los funerales del rey zulú, al que acudió no solo por cuestiones institucionales sino por ser su amigo personal. Desde entonces, todo lo que le ha pasado ha sido para olvidar. Afortunadamente, la princesa monegasca empieza a ver luz al final del túnel y ya está en casa. Pero la carrera de fondo aún no ha terminado. Queda aún un último 'sprint' para su recuperación total y por despejar varias claves tras este regreso de Charléne a Mónaco, especialmente una: ¿cuándo la volveremos a ver en público?