En fotos: Victoria Federica y la infanta Elena, de Abu Dabi a Sevilla

Semana Santa más que intensa y viajera para Victoria Federica y la infanta Elena, que han ido de Abu Dabi a Sevilla, después de visitar al rey Juan Carlos junto a la infanta Cristina y sus cuatro hijos. Un esperado reencuentro del que hemos sido testigos gracias a una fotografía que mostraba la buena sintonía, complicidad y felicidad familiar. Madre e hija reaparecían este domingo en la capital andaluza y para disfrutar de una de sus grandes pasiones, también muy relacionada con el Rey emérito, los toros. Ambas muy sonrientes tras esta escapada tan esperada.

No era el único viaje que la infanta Elena y Victoria Federica hacían estos días, ya que también las vimos anteriormente en Valladolid y poco después en Segovia, este último destino por un motivo mucho más triste, ya que madre e hija asistieron al último adiós de José María Álvarez de Toledo, el marido de Rita Allendesalazar. Precisamente, esta última también aparecía este domingo en Sevilla, compañera inseparable de la duquesa de Lugo, demostrando así su estrecha amistad y el enorme apoyo que una y otra se han prestado, y se siguen prestando, durante toda su vida.

También una temperatura muy primaveral, casi veraniega, acompañó a la infanta Elena durante su breve paso por la capital andaluza para disfrutar de los toros. Un clima parecido al que ha disfrutado en Abu Dabi junto a su familia, por lo que es posible que no tuviera ni que hacer cambio de maleta. Su elección para este día taurino fue un pantalón blanco de tejido fresco, una sahariana color salmón y una camiseta de rayas rosas y blancas. No faltaron unas cuñas de esparto, tan habituales en sus looks de entretiempo, bolso del mismo color y numerosas joyas, entre ellas uno de los broches de su extensa colección.

Su amiga Rita Allendesalazar sí dejó ver a través de su ropa la reciente pérdida, ya que a pesar del calor lució una chaqueta negra, combinada con unos pantalones estampados en zigzag irregular y una camiseta fluida con un detalle de encaje en el borde del escote.

Ambas con mascarilla, a pesar de encontrarse en la calle, quizá para intentar pasar algo más desapercibida, un objetivo casi imposible, teniendo en cuenta lo conocida y querida que sigue siendo en la ciudad donde se casó, allá por 1995 y que visita con bastante frecuencia. No en vano, saludó tanto a espontáneos como a numerosas amistades que ha ido haciendo gracias tanto al amor que tiene por la capital andaluza como a las que son sus dos grandes pasiones, la hípica y los toros, esta última precisamente el principal motivo por el que la infanta Elena ha viajado de Abu Dabi a Sevilla en tiempo récord.

De hecho, no solo la veíamos asistir por la tarde a la corrida de Resurrección, junto a otros rostros conocidos como Francisco Rivera y Lourdes Montes, Inés Domecq o Ana Abascal, esta última ajena y sin querer comentar nada sobre la polémica protagonizada por su sobrino, Luis Medina, sino que también asistía horas antes al tradicional pregón taurino que da inicio a la Feria de Abril. Muy habladora y sonriente, también ante las cámaras, aunque sin hablar de su reciente viaje a Abu Dabi, del que se ha traído numerosos recuerdos.

Otro rostro conocido con el que coincidía en la Maestranza era el de su propia hija, Victoria Federica. Aunque decidieron pasar el día separadas, ya que vimos a la joven influencer llegar a la icónica plaza de toros sevillana en compañía de su amiga Rocío Laffón, inseparable compañera en prácticamente todas sus citas públicas. Al que no vimos esta vez es a su novio, Jorge Bárcenas, ya que sus compromisos profesionales como DJ le habían llevado ese mismo día hasta Salou.

Victoria Federica escogió un look igual de primaveral que el de su madre, aunque mucho más fiel al estilo al que nos tiene acostumbrados. Para esta cita tan andaluza, la joven escogió, cómo no, un vestido de una firma sevillana, The Nook Store, que cuenta con tienda física también en Madrid. Su elección fue un vestido de tejido fluido con largo midi, en color burdeos y con un estampado en rosa. Lo combinó con sandalias negras con unos centímetros de plataforma, el pelo recogido y unos pendientes largos, pero muy discretos. Y no faltaron varios anillos y un abanico en sus manos, por aquello de aliviar un poco el calor de la tarde.

Y aunque coincidieron en tiempo y lugar, no pudimos ver a Victoria Federica y la infanta Elena juntas, ya que mientras la joven se sentó en las gradas de la Maestranza con su amiga Rocío, su madre ocupó uno de los palcos de la plaza de toros. Ese mismo lugar donde tantas veces disfrutó de las faenas en compañía del rey Juan Carlos o de su abuela, María de las Mercedes, otra de las aficionadas confesas de la familia real a la fiesta nacional.

Sin duda, este lugar está cargado de recuerdos para ambas, ya que es también donde la propia Vic hizo su debut como madrina del concurso de enganches, luciendo mantilla por primera vez.

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