Sí a Isabel II, no a la monarquía: la Corona pierde el apoyo de los británicos
Las últimas encuestas arrojan unos datos preocupantes. Aunque siguen siendo favorables, el número de personas que prefieren una república ha aumentado considerablemente
Un Megxit y un gran escándalo judicial del príncipe Andrés han servido para que la popularidad de la Corona se tambalee. No decimos que estos dos grandes 'hits' de Buckingham sean la causa, pero desde luego sí es mucha coincidencia que en estos dos años la monarquía británica haya perdido apoyo y que las últimas encuestas indiquen que ha crecido el porcentaje de ciudadanos que, en estos momentos, preferirían una república. Lo curioso es que la reina Isabel sigue teniendo el mismo favor y su popularidad está fuera de toda duda.
Es el resumen que podemos hacer de los últimos estudios que se han realizado en Reino Unido. Un sí rotundo a Isabel II, no tanto a la institución. De momento, sigue siendo mayor el número de personas que siguen apoyando a la monarquía, pero no es tan alto como la última vez que se hizo un estudio parecido. En 2019, el porcentaje de los que apoyaban la Corona era de un aplastante 84%, mientras que los últimos resultados arrojan solo un 60%. Y mientras los que apostaban por abolirla sumaban un 13% en 2019, ahora llegan al 27%.
Hay que tener en cuenta, eso sí, qué entidad ha encargado esta encuesta. Se trata de la organización antimonárquica Republic, así que tampoco debería extrañar que los resultados no sean tan apabullantes como en años anteriores. Aunque se entiende que el organismo encargado de realizar el estudio lo hace de forma independiente, al igual que los que lleva realizando en diferentes ámbitos desde hace años. El problema es que esta última encuesta, aunque podamos pensar que esté sesgada por quiénes han sido los que la han encargado, se une a otras pistas que indican que la monarquía británica ya no es la institución todopoderosa de antaño.
Sin irnos muy lejos, hay que recordar cómo Barbados comenzó el pasado noviembre a ser una república, sin tener ya a Isabel II como cabeza de Estado al pertenecer a la Commonwealth. Y es el mismo camino que se quiere seguir en Jamaica, tal como su primer ministro le hizo saber al príncipe Guillermo en su última gira por el Caribe junto a Kate Middleton. Pero hay más: Canadá, hasta no hace mucho un aliado leal, también ha hablado a través de sondeos de opinión que han tenido como resultado que más del 51% de los ciudadanos quiere dejar de tener lazos con la Corona.
Aunque estos datos contrastan con la popularidad indiscutible de la reina Isabel. Raro es el estudio en el que baja del 80%, que indica el porcentaje de ciudadanos que la valoran positivamente. Curiosamente, uno de los picos más altos de popularidad lo tuvo en abril del año pasado, coincidiendo con el fallecimiento del duque de Edimburgo. Y aunque este tipo de estudios se realizan con frecuencia y los valores fluctúan mucho, siempre se manejan en un abanico reducido que indican que la monarca sigue siendo, a sus 96 años y con su agenda pública notablemente reducida, el miembro más querido de la familia real.
Tampoco cambian los otros dos puestos del podio de esta peculiar competición porque tras Isabel II siempre se sitúan el príncipe Guillermo y Kate Middleton. El apoyo al duque de Cambridge ha crecido en los últimos años y pisa los talones a su abuela en cuestiones de popularidad, al igual que su esposa. Un caso muy distinto al del príncipe Carlos y Camila, que se mueven alrededor del 50% de valoraciones positivas.
Y, bien sean causa directa, bien sean simples coincidencias, lo cierto es que ha habido dos grandes asuntos que han podido desembocar en esta bajada del apoyo popular a la monarquía británica. Por supuesto, uno de ellos es el Megxit, la salida de los duques de Sussex de la Casa Real para ser económicamente independientes y, básicamente, no estar atados a las directrices de la Corona. Otro, y mucho más grave, el escándalo protagonizado por el príncipe Andrés, que llegó a un acuerdo extrajudicial con Virginia Giuffre, la mujer que lo demandó el pasado verano por abuso sexual de menores, para no tener que sentarse en el banquillo.
Pero también esta bajada del porcentaje del respaldo a la Corona ha coincidido con esa reducción notable de la agenda de la reina que mencionábamos antes. Unas coincidencias que podrían significar que, para los británicos, monarquía significa Isabel II y que sin ella la institución no tiene mucho sentido.
El respaldo a otras casas reales
Un caso parecido al de la Casa Real británica es el de la Corona holandesa. Tanto la institución en sí como sus representantes, es decir, los reyes Guillermo Alejandro y Máxima y la princesa Beatriz, habían contado con el favor casi incondicional de los ciudadanos de los Países Bajos. Pero todo cambió a raíz de la pandemia y de los deslices sucesivos del monarca y su familia, al irse de viaje a Grecia cuando se había pedido al pueblo que limitara sus movimientos o al celebrar el cumpleaños de Amalia con más invitados de lo permitido. El resultado es que el rey Guillermo pasó de tener un 80% de valoraciones positivas a un 54%, del que aún no se ha recuperado.
En nuestro país, ya han sido varias las encuestas que se han realizado para medir el apoyo tanto a la monarquía como al monarca, y los resultados no han sido precisamente favorables en ninguna de ellas. Uno de los últimos estudios fue el encargado por la Plataforma de Medios Independientes al Instituto 40dB, del que se extrajo que un 40,9% de los españoles apoyaría la república en un referéndum, mientras que el 34,9% votaría por la monarquía. También el CIS realizó una encuesta sobre la monarquía en abril de 2015, obteniendo el rey Felipe una valoración de 4,34 sobre 10.
Unos resultados más que tibios y sobre todo si los comparamos con los que arroja el último estudio celebrado en Noruega. Con motivo del 85 cumpleaños del rey Harald, el pasado febrero el canal nacional de televisión elaboró una encuesta con un resultado incontestable: el 78% de la población apoya a la Corona, mientras que solo el 15% preferiría una república. Sin duda, una buena noticia en una época en la que las instituciones monárquicas -incluyendo la británica-, su sentido y, sobre todo, el estar mantenidas con dinero público se cuestionan más que nunca.
Un Megxit y un gran escándalo judicial del príncipe Andrés han servido para que la popularidad de la Corona se tambalee. No decimos que estos dos grandes 'hits' de Buckingham sean la causa, pero desde luego sí es mucha coincidencia que en estos dos años la monarquía británica haya perdido apoyo y que las últimas encuestas indiquen que ha crecido el porcentaje de ciudadanos que, en estos momentos, preferirían una república. Lo curioso es que la reina Isabel sigue teniendo el mismo favor y su popularidad está fuera de toda duda.