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El viaje a Disney de Alberto y sus hijos sin Charlène que aviva la teoría de la separación
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CON JACQUES Y GABRIELLA

El viaje a Disney de Alberto y sus hijos sin Charlène que aviva la teoría de la separación

Ha sido una escapada exprés coincidiendo con el 30º aniversario del icónico parque de atracciones, en la que Jacques y Gabriella han disfrutado al máximo

Foto: Alberto, Jacques y Gabriella. (Disneyland Paris)
Alberto, Jacques y Gabriella. (Disneyland Paris)

Dos apariciones públicas junto a sus hijos poco después de volver al principado no han servido para que los insistentes rumores que los llevan acompañando desde hace más de un año se calmen. Más bien todo lo contrario. Las últimas informaciones relacionadas con el soberano monegasco y su mujer han hecho que cobren más fuerza. Y el reciente viaje que ha realizado Alberto con sus dos hijos a Disneyland Paris y sin Charlène no han hecho sino avivar la teoría de la separación, reforzando la idea de que es ya un matrimonio roto.

Ha sido una escapada exprés coincidiendo con el 30º aniversario del icónico parque de atracciones, que ha sido el lugar desde donde se han distribuido las fotografías. Y en ellas vemos al príncipe Alberto, Jacques y Gabriella posando felices frente a castillos y los diferentes personajes de la factoría Disney. En las imágenes llama especialmente la atención el look de la pequeña princesa, ya que por primera vez luce gafas. Un divertido modelo de pasta azul que confirma que Gabriella tiene su propio estilo y personalidad a la hora de vestir.

placeholder Jacques y Gabriella, en Disneyland Paris. (Disneyland Paris)
Jacques y Gabriella, en Disneyland Paris. (Disneyland Paris)

En otras circunstancias, sería más que normal que Charlène no acompañara a su marido y sus hijos en este viaje, puesto que, aunque ya salió de la clínica donde estuvo interna unos cuatro meses, su recuperación no es total. Ya cuando se anunciaba hace pocas semanas su regreso a Mónaco, se avisó de que retomaría la vida pública poco a poco y que seguía en proceso de curación. Así que se entiende que, primero un viaje hasta París, y después un día completo en un parque de atracciones no es lo más recomendable en sus circunstancias.

El problema es la información que se publicaba hace unos días en la revista francesa 'Voici', que aseguraba la vuelta de Charlène a Mónaco se debía a un acuerdo económico de 12 millones de euros al que habían llegado los príncipes. Ese sería el precio de aparecer en público en actos oficiales, seguir ejerciendo de primera dama y retomar, en definitiva, el papel institucional que no ha podido llevar a cabo en el último año por sus numerosos trastornos de salud, encadenando operaciones, convalecencias y problemas de salud mental.

placeholder Charlène de Mónaco, con su familia en su primera reaparición en un acto oficial. (Cordon Press)
Charlène de Mónaco, con su familia en su primera reaparición en un acto oficial. (Cordon Press)

Así, veíamos a la princesa Charlène en una competición automovilística a finales de abril, en lo que suponía su primera aparición pública tras su regreso a Mónaco. Cierto es que la imagen de la sudafricana no era precisamente de felicidad, pero aguantó el tipo. Más sonriente la veíamos este pasado fin de semana, asistiendo con su familia a un partido de rugby. Aunque una y otra aparición se explicaban, siempre según 'Voici', por ese acuerdo económico al que supuestamente ha llegado el matrimonio para seguir adelante, al menos de forma oficial, con su relación.

Según la misma publicación, este acuerdo contiene otras ventajas para la familia de Charlène. Una de ellas, la nacionalidad monegasca para Gareth Wittstock, su hermano, quien precisamente la obtenía el pasado 27 de abril, firmada, lógicamente, por el propio Alberto. Esta concesión ha despertado todo tipo de suspicacias por un posible trato de favor, pero lo cierto es que cumple perfectamente con los requisitos que se piden a los solicitantes, como llevar más de diez años viviendo legalmente en el país, demostrar que tiene vínculos con la comunidad monegasca o no tener obligaciones militares con su país de origen.

placeholder Gareth Wittstock y su esposa, en una imagen de archivo. (Reuters/Sebastien Nogier)
Gareth Wittstock y su esposa, en una imagen de archivo. (Reuters/Sebastien Nogier)

Lógicamente, si hay un acuerdo económico o no para que Charlène haga acto de presencia en actos oficiales será algo muy difícil de confirmar y será una de tantas noticias que acompañan a la pareja desde que se casase hace ya casi once años, como el rumor que apunta a que la sudafricana tenía intención de no casarse llegando incluso a intentar marcharse del principado.

Pero si ha habido una información insistente sobre su matrimonio ha sido, precisamente, la de su posible separación, de la que se ha hablado más especialmente en el último año, con algunas publicaciones europeas que han llegado a asegurar que el divorcio era un hecho. Y aunque es verdad que este viaje a Disney de Alberto con sus hijos y sin Charlène no hace más que reforzar esas teorías, lo cierto es que de momento y al menos de forma oficial siguen siendo un matrimonio.

Dos apariciones públicas junto a sus hijos poco después de volver al principado no han servido para que los insistentes rumores que los llevan acompañando desde hace más de un año se calmen. Más bien todo lo contrario. Las últimas informaciones relacionadas con el soberano monegasco y su mujer han hecho que cobren más fuerza. Y el reciente viaje que ha realizado Alberto con sus dos hijos a Disneyland Paris y sin Charlène no han hecho sino avivar la teoría de la separación, reforzando la idea de que es ya un matrimonio roto.

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