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Una noche en palacio con Felipe y Letizia: la diseñadora de La Condesa nos cuenta su experiencia
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FAMILIA REAL ESPAÑOLA

Una noche en palacio con Felipe y Letizia: la diseñadora de La Condesa nos cuenta su experiencia

Marina Conde narra a Vanitatis cómo fue vivir en primera persona la cena que los Reyes ofrecieron en honor al emir y a la jequesa de Catar

Foto: Marina Conde, saludando a la reina Letizia. (Casa Real/Cortesía Marina Conde)
Marina Conde, saludando a la reina Letizia. (Casa Real/Cortesía Marina Conde)

"Ha sido una experiencia maravillosa. Fue un honor, porque pensaba que sería un acto más multitudinario, pero no lo fue en absoluto. Me considero muy privilegiada", nos cuenta, al otro lado del teléfono, una entusiasmada Marina Conde. La diseñadora fundadora de La Condesa vivió la noche de este martes una velada que no olvidará en la vida, pues fue una de las invitadas a la cena de gala que don Felipe y doña Letizia ofrecieron en honor al emir y a la jequesa de Catar, quienes han realizado una visita de Estado a nuestro país.

Y Marina ha contado a Vanitatis todos los detalles de esa cena. "Aunque me avergüenza un poco decirlo, llevo 20 años viviendo en Madrid y nunca había visitado el Palacio Real, pero al mismo tiempo eso hizo que esta visita fuera más especial y más espectacular porque pude entrar por esos salones de noche, iluminados por esas lámparas absolutamente mágicas; fue como un sueño. Fue superbonito. Me fui a casa emocionada", empieza.

Sobre la preparación, desvela: "En protocolo te ayudan muchísimo. Cuando te contactan por primera vez y te dicen que estás invitada, entras un poco en shock. Yo pensaba que era algún tipo de broma de un amigo. Luego, cuando asimilé que era verdad, me entraron un montón de dudas. Por ejemplo, qué me pongo. Y ellos, los de protocolo, están ahí para ayudarte y explicarte que los señores tienen que ir con frac y las señoras de largo. No te dan ninguna indicación sobre el color. Yo estaba dispuesta a recibir un extenso detalle de indicaciones de vestimenta, pero no. Solo me confirmaron que tenía que ir de largo. Luego si tienes condecoraciones, que no es mi caso, también te indican cuál tienes que llevar y cómo".

placeholder Marina Conde, saludando al Rey. (Casa Real/Cortesía Marina Conde)
Marina Conde, saludando al Rey. (Casa Real/Cortesía Marina Conde)

Ella se decidió por un vestido de gasa en color buganvilla con piedras de Swarovski en pechera simulando los tradicionales bordados y encima llevaba una de sus míticas prendas: una chaqueta azul marino de corte militar profusamente bordada con hilo y soutache dorado de su colección histórica. Completó su estilismo con zapatos de L.K. Bennett, bolso de Dior y joyas de la colección Rock de Bulgari. "Tanto el vestido como la chaqueta han sido orgullosamente hechos en España", detalla Marina.

"Es un ambiente muy agradable el que se respira en la cena", continúa. "Cuando llegas a la puerta de palacio te acompañan hasta el interior, en ningún momento estás tú solo. Hay muchísima gente de protocolo que está pendiente de ti. Impresiona cómo tienen dominado quién es quién. Cuando llegué ya sabían quién era, me acompañaron hasta una sala inicial y, cuando ya se iba acercando la hora, el personal de protocolo me llevó a la Sala del Trono para el besamanos en orden. Es muy importante que todos estemos bien colocados porque luego, cuando el señor que va anunciando a los invitados dice tu nombre, seas tú el que esté allí y no otro. Ellos tienen un orden superpreciso de cómo deben desfilar los invitados, y lo cumplen milimétricamente".

Tras anunciar su nombre, Marina Conde, la diseñadora pasó ante los Reyes y el matrimonio catarí, a los que saludó dándoles la mano. "Siento que disfruté mucho de ese momento. No estaba nerviosa. Quizás porque todo el mundo era muy amable. En todo momento eran cercanos y agradables, no lo vi como una situación tensa, al contrario. Todo está tan controlado, es un ejercicio de precisión. Tienen una maquinaria tan bien pulida que no te hacen sentir una presión tremenda", rememora. Ya una vez terminado el besamanos, tocó el turno de pasar al comedor de gala, donde tuvieron lugar los discursos de ambos jefes del Estado.

"La cena es muy dinámica. No se hace larga para nada. Tienen muy bien controlados los tiempos. Es muy fluido, no tardan en servir, no tardan en retirar... No se hace largo como pasa en algunas bodas", relata entre risas. El menú que degustaron tanto Marina como el resto de invitados fue diseñado por el chef Ramón Freixa y consistía en un primero, espárragos blancos y verdes con tartar de ventresca, seguido de mero con arroz meloso, y de postre, cerezas, queso fresco y pimienta de Sichuan. Como gesto de deferencia hacia el islam, religión de los cataríes, no se sirvió alcohol y se cambió por agua y zumo.

Conversaciones con la jequesa

La parte más emocionante para Marina fue, sin duda, tras la cena, cuando todos se reunieron en una sala para tomar el café. Ahí estaban todos de pie, hablando los unos con los otros cuando de pronto se le acercó Felipe VI con la jequesa. "Estaba cerca de ellos y el Rey se giró, me miró y me dijo: "Te voy a presentar a la jequesa". Le dijo: "Esta es una importante diseñadora de España". Yo me quedé blanca porque el Rey sabía perfectamente quién era yo. Luego lo comenté con los de protocolo y se reían. Me explicaron que estas cenas tienen mucho trabajo detrás y los Reyes saben perfectamente quién es cada invitado".

"Con la Reina no pude hablar, porque estaba conversando con otros. Pero sí que me saludó cuando pasó a mi lado. Con la que sí hablé fue con la jequesa. Hablamos sobre moda porque me estuvo contando que ella amadrina una fundación en Catar para apoyar a la mujer en la moda, y que le encanta. Y yo le expliqué que tengo relación con Catar, porque he ido a muchas ferias de moda y durante un tiempo he exportado al país, a tiendas multimarca. Me preguntó que qué opinaba de la moda de Catar y estuvimos conversando", señala.

Tras las charlas que se mantuvieron, los Reyes de España y el jeque y la jequesa abandonaron el Palacio Real, dejando allí a sus invitados, que poco a poco fueron dejando también el histórico edificio. Entre ellos, Marina Conde bajó por las imponentes escaleras, que horas antes había subido, con una sonrisa de oreja a oreja y la convicción de que esa noche siempre estaría en su recuerdo.

"Ha sido una experiencia maravillosa. Fue un honor, porque pensaba que sería un acto más multitudinario, pero no lo fue en absoluto. Me considero muy privilegiada", nos cuenta, al otro lado del teléfono, una entusiasmada Marina Conde. La diseñadora fundadora de La Condesa vivió la noche de este martes una velada que no olvidará en la vida, pues fue una de las invitadas a la cena de gala que don Felipe y doña Letizia ofrecieron en honor al emir y a la jequesa de Catar, quienes han realizado una visita de Estado a nuestro país.

Vestidor de Letizia
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