Joyas con significado y ¡hasta tres desmayos!: los 7 detalles de la misa del jubileo de Isabel II

Era uno de los momentos más esperados, en los cuatro días de celebraciones en los que está inmersa la capital británica con motivo del Jubileo de Platino de Isabel II, por fin podíamos ver a los duques de Sussex en su primer acto oficial tras dos años. No coincidían en esta ocasión con la reina, que a última hora de la tarde del jueves señalaba que no se encontraba demasiado bien como para asistir esta mañana a la misa de acción de gracias, oficiada por el reverendo Stephen Cottrell. La monarca se sentía cansada después de los actos que tuvieron lugar este jueves durante el desfile militar del Trooping the Colour a sus 96 años. Pero a falta de la soberana, muchos han sido los detalles que podemos contarte sobre lo ocurrido este viernes en la catedral de Saint Paul en Londres.

1. Los exclusivos pendientes de Meghan

Unos diamantes de 2,15 quilates con forma de copo de nieve engastados en oro blanco de 18 quilates que tienen un precio no apto para todos los bolsillos, puesto que cuestan, nada más y nada menos, que unos 13.000 dólares. Unas joyas de Maison Birks, firma de la que tiene varios ejemplares, y que podría recordarle al tiempo en el que vivió en Toronto. Pendientes inspirados en la belleza de los fríos inviernos canadienses, que ya le hemos visto a la mujer del príncipe Harry en otras ocasiones y que hoy lucía en todo su esplendor, con el pelo recogido bajo un sombrero de ala ancha de color blanco a juego con un vestido de estreno con forma de abrigo de Dior. Se desconoce si los compró ella misma o fue un regalo, aunque se especula con que podría ser un regalo de bodas puesto que la primera vez que se los vimos puestos fue en un ensayo en la víspera de su enlace en la capilla de San Jorge en el castillo de Windsor.

2. La increíble distancia de los Sussex del resto de la familia real británica

Cuando veíamos imágenes del interior de la catedral de Saint Paul, en la que ha tenido lugar la misa de acción de gracias este viernes, podíamos ver a Harry y a Meghan totalmente distanciados del resto de la familia real. Tras su ausencia durante dos años de los actos oficiales de la realeza británica, los duques de Sussex eran sentados en un banco en la segunda fila del lado opuesto al resto de los miembros activos de la Casa Real, que estaba sentada en primera fila. Una separación física, unos a la derecha y otros a la izquierda, que evidencia que a pesar de haberse reunido en esta ocasión tan especial para Isabel II, con motivo de su Jubileo de Platino, Harry y Meghan ya no forman parte activa de la familia real británica. Al menos, este jueves por la tarde se confirmaba una buena noticia que seguro que ha hecho que las tensiones familiares se relajen, y es que la reina conocía por fin a su bisnieta, Lilibet, que este sábado cumplirá su primer año.

3. Los pendientes de Kate, un préstamo de la reina

La duquesa de Cambridge completaba su estilismo con unos pendientes de perlas y diamantes que son propiedad de la reina Isabel II, detalle que podemos entender como todo un homenaje a la soberana en el segundo día de las celebraciones por su 70 aniversario de llegada al trono. Fueron un regalo del entonces mandatario de Baréin a una entonces joven Isabel en 1947. No es la primera vez que Kate los luce, pues ya los llevó en el Remembrance Sunday de 2016, y desde entonces se los ha puesto en infinidad de ocasiones, como cuando acudió al funeral del duque de Edimburgo, celebrado el año pasado en la capilla de St. George, en el castillo de Windsor.

4. Abucheos para los Sussex y aplausos a los Cambridge

El público se congregaba a la entrada de la catedral de St. Paul para ver llegar a todos los miembros de la familia real británica, además de otras personalidades como el primer ministro, Boris Johnson. La llegada más esperada, sin duda, era la de los duques de Sussex, que había sido confirmada después de que el día anterior les dejaran fuera del balcón del palacio de Buckingham en el tradicional desfile militar del Trooping the Colour. Meghan y Harry aparecían juntos y solos de repente en un coche que les dejaba a la entrada de la catedral y eran recibidos, a partes iguales, entre aplausos y abucheos. Muchos son los ingleses que no han aceptado de buen grado que el príncipe Harry haya dejado de formar parte oficialmente de la Corona británica hace ahora dos años a raíz de su matrimonio con Meghan Markle. Todo lo contrario de lo que ocurre con Kate Middleton y el príncipe Guillermo, que eran recibidos entre aplausos por la multitud, pues se han mantenido siempre dentro de los márgenes que marca la Casa Real y su abuela, la reina Isabel II.

5. Todo perfectamente orquestado para que no haya ni una sola imagen de los Cambridge cerca de los Sussex

Ningún detalle estaba dejado al azar, era un día para celebrar la misa de acción de gracias en la catedral de Saint Paul en una fecha de lo más importante para Isabel II, su 70 aniversario de llegada al trono. La Casa Real se ha asegurado de que no haya ni una sola imagen en la que se pudiera ver juntos a los duques de Sussex junto a otros miembros de la familia real como son los duques de Cambridge, con los que no tienen la mejor relación en estos momentos. Tampoco con el príncipe Carlos ni su mujer Camila. No ocurría lo mismo con Zara o Peter Phillips, ambos hijos de la princesa Ana, con los que sí hemos podido ver hablar relajadamente a los duques de Sussex a su salida de la catedral este viernes. Y el día anterior, Harry y Megan siguieron el Trooping the Colour junto a las hijas de los Phillips, Lea y Mía Tindall y Savannah e Isla Phillips, además del duque de Kent.

6. El ‘glow up’ de Lady Louise​

A sus 18 años, la nieta de Isabel II empieza a encontrar su camino en el mundo de la moda, con un estilo cada vez más definido. La hija mayor de los condes de Wessex es ya toda una mujer y apunta a convertirse en una de las integrantes de la familia real británica más querida. En esta misa, Louise y su madre, Sofía, apostaban por los colores cálidos, en tonalidades blancas y rosas, siendo el estilo de la joven mucho más acorde a su edad de lo que nos tiene acostumbrados. En esta ocasión estaba muy favorecida con un vestido blanco de escote en V con botonadura en la parte delantera, salones rosas atados al tobillo de tacón ancho y una diadema amplia de las que están tan de moda en estos momentos.

7. Hasta tres soldados se marean

Poco antes de que el príncipe Carlos llegara a la catedral para la misa en representación de la reina Isabel II, se producía algún que otro incidente con el personal de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que estaban de servicio. Con temperaturas de alrededor de 20º, algo que los españoles soportamos bien, pero quizá no tanto los ingleses, eran tres los soldados que después de estar de pie durante horas con el uniforme militar completo caían desmayados. Un caluroso día en Londres que pasaba factura a algunos guardias de diferentes regimientos. El primer soldado, un miembro del Regimiento de la RAF, fue llevado lejos de la catedral para recuperarse por dos compañeros. Mientras que el segundo soldado que había perdido la consciencia, miembro de la Artillería Real canadiense, continuó montando guardia en los escalones de la catedral. El tercer soldado caído por un mareo era un miembro de la reina, que tuvo que ser sujetado por una pared antes de ser atendido por los servicios médicos.