De la ausencia de los Sussex al cameo de la reina: el concierto del jubileo de Isabel II

Cuando pensábamos que la monarca británica no podía sorprendernos más, lo ha hecho. Y cómo no, ha sido en el marco de las celebraciones por sus 70 años en el trono, que nos están trayendo grandes imágenes desde el jueves. Y quizá el evento de este sábado noche era el más esperado de todos los que están teniendo lugar estos días. Ni el Trooping the Colour con el que se celebra su cumpleaños ni la misa en su honor en la catedral de San Pablo. Todas las miradas estaban puestas en esta noche y en Buckingham, donde se ha celebrado el concierto por el Jubileo de Platino de Isabel II. Una cita que ha estado marcada por la ausencia de los Sussex y por el cameo televisivo de la propia reina.

Y es que antes de que dieran comienzo las actuaciones, se emitían en las pantallas gigantes instaladas en el exterior de Buckingham unas imágenes que pocos esperaban. Tras aquella inolvidable aparición junto a James Bond para dar comienzo a los Juegos Olímpicos, este sábado por la noche la veíamos con otro icónico personaje británico, el oso Paddington. Con él ha protagonizado un divertido sketch en el que ha hecho gala de su sentido del humor. Además de tomar el té con él, la monarca ha abierto su bolso -algo insólito- para mostrar a su compañero de mesa que, como él, ella también llevaba un sándwich por si acaso.

Pero además, ayudándose con las cucharillas y las tazas de té como improvisados instrumentos musicales, la monarca y el personaje infantil han tocado los primeros acordes de 'We will rock you', la icónica canción de Queen que ha sonado en el concierto. Un momento que la multitud que vivía el evento en primera persona ha aplaudido enfervorecida:

Y por fin, después de un día en el que se habían repartido las tareas, hemos visto a la familia real de nuevo reunida; al menos, a la mayor parte de ella. Eduardo y Sophie de Wessex habían estado por la mañana en Belfast, mientras el príncipe Guillermo y Kate Middleton visitaban Gales con sus hijos y la princesa Ana y su familia disfrutaban del Epson Derby. Pero, de nuevo, veíamos a los Windsor juntos disfrutando de esta celebración por el jubileo de Isabel II, aunque no han estado todos: Meghan y Harry, los duques de Sussex, han sido los grandes ausentes en un palco en el que hemos visto al resto de la familia, incluyendo a Lindsay Wallace, la novia de Peter Phillips, nieto mayor de la reina, que este sábado ha vivido su presentación como pareja oficial.

Un portavoz de los Sussex confirmaba un rato antes de que comenzara el concierto que Meghan y Harry no estarían. El motivo: que estaban pasando el día de forma privada con sus hijos. Y es que no podemos olvidar que también este sábado su hija Lilibet Diana celebraba su primer cumpleaños, por lo que la pareja ha preferido dedicarle todo el tiempo a ella y su hijo Archie y prescindir del divertido concierto. Eso sí, según han apuntado diferentes medios, los Sussex han aprovechado su estancia en el país para que, por fin, la reina pudiera conocer a su bisnieta.

Quienes sí han estado han sido los Cambridge casi al completo. El príncipe Guillermo y Kate Middleton han compartido palco con el príncipe Carlos y Camilla, además de los condes de Wessex, sus hijos Louise y James y la princesa Ana junto a su familia. Pero además ha habido otra sorpresa, ya que Guillermo y Kate también han querido que sus dos hijos mayores les acompañaran en esta velada tan musical y divertida que ha contado con las actuaciones de Diana Ross, Queen, Alicia Keys, Duran Duran o Sam Ryder, participante en el Festival de Eurovisión junto a Chanel Terrero.

Un poco más lejos se podía ver a Beatriz de York y Edoardo Mapelli, además de la princesa Eugenia y Jack Brooksbank, en la que puede ser una de sus últimas apariciones públicas antes de que se trasladen a Portugal. Todos ellos disfrutaron de las numerosas actuaciones, pero especialmente de ese cameo de la reina Isabel junto al oso Paddington que ha arrancado las carcajadas de toda la familia. Sin duda, unas imágenes para el recuerdo y que darán mucho que hablar, como ya sucedió en su momento con el vídeo promocional que la monarca protagonizó junto a Daniel Carig en su papel de James Bond.

Y no podemos negar que la princesa Charlotte parecía una persona diferente a la que habíamos visto por la mañana en Gales. Con el pelo suelto y con un vestido y chaqueta en color rojo, no perdió detalle de todo lo que pasaba en el escenario, aunque también tuvo tiempo para saludar a sus primas Savannah e Isla, las hijas de Peter Phillips, que se encontraban a unos aisentos de distancia. La relación de los Cambridge tanto con Peter como con Zara y Mike Tindall es muy estrecha y siempre intentan que sus hijos pasen tiempo juntos, más allá de las reuniones familiares obligatorias.

El concierto acababa con la intervención del príncipe Carlos, como futuro rey, y del príncipe Guillermo como su sucesor. Ambos subían al escenario tras las actuaciones para rendir tributo a la monarca, con sendos discursos en los que han reflejado el respeto y admiración por ella y por su trabajo a lo largo de estas siete décadas de reinado. Setenta años que se han celebrado en todo el país, pero principalmente en Londres, con esos dos grandes actos -el Trooping the Colour y la misa en San Pablo- que, como este concierto, reunían de nuevo a la familia real.