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Las dos bodas de Gustav y Carina: el vestido de la novia, ceviche, tacos y presencia real
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Las dos bodas de Gustav y Carina: el vestido de la novia, ceviche, tacos y presencia real

El sobrino de Margarita de Dinamarca y la escritora Carina Axelsson ya son marido y mujer. Lo han conseguido después de más de 20 años y varios de lucha en los tribunales

Foto: Los novios acompañados por algunos familiares. (Cordon Press)
Los novios acompañados por algunos familiares. (Cordon Press)

Un testamento revocado, un amor imposible y un noviazgo de más de dos décadas que no había tenido su final feliz... Hasta ahora. Porque por fin Gustav Sayn Wittgenstein Berleburg, o lo que es lo mismo, el sobrino de Margarita de Dinamarca, ha podido contraer matrimonio con su novia de hace más de 20 años. Y no lo han hecho una vez, sino dos veces.

Desde hace unos días, los alrededores del castillo de Berleburg, el lugar previsto para el enlace, hervían de actividad. Flores, alfombras rojas, operarios... Pero también grandes pantallas que impedían que cualquier cosa que pasara en el interior del recinto pudiera ser captada desde fuera. El motivo oficial es que los novios querían una boda íntima, con muy pocos invitados, y sin público. Pero había una explicación tras este deseo: y es que Gustav y Carina habían firmado una jugosa exclusiva con una revista danesa, a la que podemos considerar su publicación de cabecera.

Así que los novios no han escatimado en medidas de seguridad para cumplir con su parte y que nadie más allá de sus invitados fuera testigo este pasado sábado de estas dos bodas que los han convertido en marido y mujer este fin de semana. Desde la instalación de varias pantallas para impedir la visión desde el exterior hasta la clausura temporal de aquellas zonas del castillo normalmente abiertas al público, ya que es un importante punto de interés turístico en la zona. Si el día de la boda era imposible ver a los novios, este domingo 5 de junio por fin han salido a la luz las fotos de la pareja en las que hemos podido ver el vestido de la novia, con hombros y mangas de encaje y largo velo de tul y bordados.

placeholder Los novios acompañados de algunos familiares. (Cordon Press)
Los novios acompañados de algunos familiares. (Cordon Press)

Lo que no pudieron impedir los novios es que algunos de los invitados compartieran el momento en redes sociales. Una de ellas, Cleo Oettingen, amiguísima de la novia, gracias a la que hemos podido conocer algún detalle de las celebraciones, como la decoración floral o el menú de la cena del viernes, en el que no faltaron ceviche, suprema de pollo o tacos, como homenaje a los orígenes mexicanos de Carina Axelsson.

También 'Billed Bladet', la publicación danesa que tiene la exclusiva del enlace, ha ido informando de los movimientos relacionados con la familia real de Dinamarca. Así, se sabe que Federico y Mary llegaban al castillo de Berleburg el viernes para disfrutar de la primera de las dos bodas, la civil, en la que hubo solo 40 invitados. Los novios pronunciaron los votos al final de la ceremonia y disfrutaron de una cena y fiesta posterior.

Ya el sábado por la mañana eran los príncipes Joaquín y Marie los que llegaban a Berleburg para asistir a la segunda boda, la religiosa, prevista para última hora del día en la iglesia del castillo. Horas antes de este segundo 'sí quiero', Carina, la novia, y Mary de Dinamarca pasaban la mañana juntas para ultimar los preparativos. Y es que ademas de los vínculos familiares, las dos mujeres entablaron hace muchos años una estrecha amistad, reforzada por los orígenes extranjeros de ambas y las dificultades con las que las dos han tenido que lidiar para poder casarse con la persona a la que amaban.

placeholder Carina Axelsson, en un posado de la familia real danesa. (Getty)
Carina Axelsson, en un posado de la familia real danesa. (Getty)

Por supuesto, a la ceremonia religiosa no faltaron ni la princesa Alexandra, hermana del novio, ni la princesa Benedicta, la madre. Aunque, como en el caso de Joaquín y Marie y los herederos daneses, se han alojado este fin de semana en el propio castillo, por lo que no ha habido imágenes de ellos, al contrario que otros invitados, que tenían que hacer un pequeño recorrido a pie hasta la entrada principal para disfrutar de la ceremonia religiosa. Nada se ha sabido, en cambio, de la reina Margarita, tía del novio, o de Ana María y Constantino de Grecia y el resto de la familia real, también familiares directos del novio.

Tras la boda, invitados reales y no reales celebraban los 20 años de amor de Gustav Sayn Wittgenstein Berleburg y Carinna Axelsson con una cena de gala, discursos y baile hasta la madrugada.

El escenario de la boda

El recinto es la joya de la corona del patrimonio de la familia Sayn-Wittgenstein-Berleburg, de la que Gustav es el jefe, ahora por derecho propio tras varios años de lucha en los tribunales. Primero, para intentar revocar el testamento que le impedía casarse con Carina. Después, para defender la reclamación que hacía su tío paterno de los derechos sucesorios.

placeholder El castillo de Berleburg. (Cordon Press)
El castillo de Berleburg. (Cordon Press)

El complejo del castillo de Berleburg se encuentra en el centro del casco histórico de la ciudad del mismo nombre y es uno de los edificios más conocidos de la zona. Data del siglo XVI, aunque se han ido haciendo ampliaciones y modificaciones a lo largo de los años. Su dueño anterior, Richard Sayn-Wittgenstein-Berleburg, el padre de Gustav y marido de la princesa Benedicta, inició un proyecto personal para proteger las especies de la fauna de la zona, por lo que incluso se pueden ver en los alrededores del castillo bisontes y otras especies en libertad.

Ahora y después de años de lucha, es Gustav Sayn-Wittgenstein-Berleburg el propietario del castillo y del patrimonio de la familia por derecho propio, incluso habiéndose casado con la mujer a la que amaba y a la que no podía dar el 'sí quiero' para, precisamente, no perder su herencia. Y es que su abuelo paterno, un general del ejército alemán con una estrecha relación con el nazismo, dejó estipulado que ninguno de sus herederos podría casarse con una mujer que no fuera noble y de raza aria si no quería perder su título, la jefatura de la casa Sayn-Wittgenstein-Berleburg y el castillo que poseen. Castillo que, tras haber conseguido revocar esa cláusula del testamento, se ha convertido este fin de semana en el escenario de las dos bodas de Gustav y Carina, los protagonistas de una de las historias de amor 'prohibidas' de la realeza.

Un testamento revocado, un amor imposible y un noviazgo de más de dos décadas que no había tenido su final feliz... Hasta ahora. Porque por fin Gustav Sayn Wittgenstein Berleburg, o lo que es lo mismo, el sobrino de Margarita de Dinamarca, ha podido contraer matrimonio con su novia de hace más de 20 años. Y no lo han hecho una vez, sino dos veces.

Margarita de Dinamarca
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