El viaje de Máxima de Holanda a Argentina para recordar a su hermana Inés

La reina Máxima de Holanda ha podido viajar por fin a su país natal, Argentina, para reunirse con su familia y poder celebrar el cuarto aniversario de la muerte de su hermana, Inés Zorreguieta, fallecida el 6 de junio de 2018 tras haberse quitado la vida a los 33 años. En esta ocasión, la esposa del rey Guillermo ha llevado consigo a su hija pequeña, Ariane, de 15 años, que además se da la circunstancia de que era la ahijada de Inés. Madre e hija volaban en un vuelo regular con la compañía KLM, según medios argentinos, y han tratando de pasar lo más desapercibidas posible ante las cámaras, debido a que se trata de un viaje personal.

En unas imágenes que no podemos publicar por motivo de derechos de autor, se puede ver a la reina de los Países Bajos visitar la casa de su madre, María del Carmen Cerruti Carricart, en el barrio de Recoleta junto a su hija menor. Según los citados medios argentinos lo hizo alrededor de las dos de la tarde con ropa informal, un abrigo de color rojo y las gafas de sol a modo de diadema en el pelo. Viajaban en coche con el embajador de los Países Bajos y tan solo tres guardias de seguridad las acompañaban. También se podía ver a Máxima junto a su hermano Martín, que actualmente vive en la Patagonia, pero también habría viajado con motivo del encuentro familiar.

Este viaje a su tierra natal sería el primero en cuatro años del que se tiene registro de la reina Máxima, puesto que en otras ocasiones la familia al completo ha viajado hasta Argentina para celebrar las navidades o visitar a la familia. Pero durante la pandemia las cosas se complicaron y Máxima ha esperado hasta este mes de junio, donde se han relajado ya todas las medidas anticovid para regresar, por fin, a su país de origen. Lo ha hecho con discreción, llevando una pequeña comitiva de tan solo tres guardaespaldas, porque quiere pasar desapercibida.

La última vez que pudimos ver a Máxima en Argentina fue el 8 de junio de 2018, tan solo dos días después de que su hermana pequeña, Inés, decidiera quitarse la vida. Lo hizo entonces acompañada de su marido, el rey Guillermo de Holanda, y sus tres hijas, Amalia, Alexia y Ariane. No hay ninguna noticia que la sitúe en su patria después de esa fecha hasta este pasado día 6 de junio, cuando se la fotografió visitando a su madre en compañía de su hermano y su hija pequeña. Esta aparición de la reina Máxima se da tan solo seis días después de que se la pudiera ver tirarse en paracaídas durante una visita a la Escuela de Defensa de Breda, que se dedica al entrenamiento de paracaidismo de las Fuerzas Armadas de los Países Bajos desde 2008.

Desde entonces ya se rumoreaba en las redes sociales que Máxima podría regresar a Buenos Aires para visitar a su madre durante la primera semana de junio, algo que finalmente se ha confirmado a pesar de que la argentina haya tratado de esconderse de los flashes. Los medios argentinos creen que podría estar hospedada en Los Pingüinos, en Ituzaingó, al oeste de Buenos Aires. Pero, en cualquier caso, no será un viaje demasiado largo, puesto que este mismo martes ya tiene citas públicas marcadas en su agenda.

Inés Zorreguieta era la menor de los cuatro hijos de Jorge Zorreguieta y Carmen Cerrutti, y la reina le sacaba 13 años. Inés tenía tan solo 33 años cuando fue encontrada sin vida en su habitación de un piso en el barrio porteño de Caballito. La hermana pequeña de Máxima, psicóloga de profesión por la Universidad de Belgrano, tenía antecedentes depresivos y ya en 2012 había sido internada en la Clínica Avril. Con una carrera brillante, se había dedicado al trabajo social en Panamá, donde ejerció en la Oficina Regional para América Latina y Caribe de la ONU.

En 2016 ingresaba en el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, siendo nombrada directora de Despacho y Mesa de Entradas de la Dirección General de Administración de la Secretaría Ejecutiva del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales de la Presidencia. A principios de 2018 se cambiaba a la Secretaría de Integración Socio Urbana del Ministerio, en Buenos Aires, hasta que decidió quitarse la vida el 6 de junio de 2018.

Dos días después, Máxima cogía un vuelo de KLM junto a su familia y llegaba al Parque Memorial para un entierro sobre la una del mediodía al que tan solo asistió un círculo cerrado. Era un momento muy duro para la mujer del rey Guillermo, puesto que tan solo diez meses antes había perdido a su padre a los 89 años tras habérsele complicado un linfoma con una infección respiratoria. Fue el rey holandés quien a los pocos días de la muerte de su cuñada confesó: “La muerte de Inés ha sido un golpe muy duro para todos nosotros. Aún estamos profundamente conmocionados”. A lo que añadió: “Fue una mujer única, especial, muy querida por nosotros. Sentimos una enorme tristeza. Con la familia de la reina estamos unidos en el dolor”.

Máxima pudo encontrar las fuerzas para agradecer el apoyo recibido en 2018 trece días después, en una visita a un centro médico en Groningen: “Mi pequeña, querida y talentosa hermana Inés estaba enferma. No podía hallar la felicidad, no conseguía sentirse mejor”. Entonces agradeció el respeto recibido en aquellos duros momentos y las innumerables cartas recibidas, donde por último mencionó: “Nuestro único alivio es que ella está, al fin, en paz”.