El príncipe Carlos y Camila, dos herederos perfectos en Ascot

Después de la inauguración del Royal Ascot 2022 con la ausencia de la reina Isabel II, la competición de cuatro días entra en su segunda jornada con la llegada de los miembros de la familia real. La monarca no ha estado presente y también hemos echado en falta al príncipe Guillermo y a Kate Middleton, que ayer se ausentaban por una buena causa. Sin embargo, el príncipe Carlos y Camila de Cornualles han sido los anfitriones perfectos liderando el desfile real en carruajes.

Uno de los eventos más importantes para los entusiastas de los caballos purasangre y la alta sociedad inglesa entra así en su segundo día. Mientras la monarca sigue las carreras desde Windsor, los herederos del trono británico hicieron su llegada triunfal al hipódromo de Ascot esta tarde. Les siguieron en carruajes la princesa Ana, Eduardo y Sophie de Wessex y la princesa Beatriz acompañada de su marido, Edoardo Mapelli Mozzi.

Camila Parker Bowles optó por un elegante vestido blanco de escote en pico, mangas largas y detalles bordados en los puños, el bajo y los hombros. Se trata de un diseño minimalista que complementó con su clásico collar con medalla de plata y cuatro cadenas de perlas, pendientes a juego, un bolso de mano y guantes crudos, salones nude de tacón bajo y un bonito sombrero de ala torcida en el mismo color.

Los hijos de la reina Isabel II, Carlos de Gales y Eduardo de Wessex, cumplieron al pie de la letra con el estricto código de vestimenta del Royal Ascot. Optaron por un tradicional 'morning suit', que no es más que un chaqué combinado con un chaleco, camisa de vestir, pantalón sastre y una corbata. Los espectadores masculinos pueden jugar con las combinaciones, siempre y cuando las piezas principales de su traje sean de color azul marino, gris o negro.

En términos de estilo, una de las grandes protagonistas de este segundo día fue, sin duda alguna, la duquesa de Wessex con este ideal vestido de color azul cielo. Se trata de un diseño de la colección de verano de Suzanna, que estará a la venta dentro de poco. Este modelo estival confeccionado con tejido de bordado inglés cuenta con adornos de volantes en pico en el pecho y puños, una cintura marcada mediante cinturón y una falda midi. Es un acierto que completa con uno de los tocados más sofisticados de la jornada.

Si ayer hablábamos de los sombreros más sorprendentes es porque no imaginábamos la magnitud de los complementos que se pasearían por Ascot este miércoles. Vimos unos cuantos que jugaban peligrosamente con la fina línea entre la elegancia y los adornos carnavalescos, pero el de la nuera de Isabel II es un acierto total. Se trata de un tocado con base redonda y en cuya ala diagonal se exponen flores de tela con volantes de tul.

La princesa Beatriz y su marido entraron ayer como los cientos de invitados que no se quisieron perder el arranque de Ascot: a pie y por la entrada principal. No obstante, en este segundo día lograron colarse en uno de los carruajes reales y, quizá por eso, la hija de Andrés de York decidió enfundarse en un atuendo ligeramente más formal.

Ataviada con un vestido blanco de cuello perkins, mangas cortas, falda con tablas y torso entallado, la nieta de la reina optó por subirse a unos zapatos de tacón con lazada brillante. Adornó su peinado con un bonito sombrero estructurado de ala media y borde de color azul marino.

Finalmente, uno de los momentos más destacables de la llegada de la familia real a Ascot fue cuando las cámaras se fijaron en la princesa Ana acompañada por Andrew Parker Bowles. Los fanáticos de la serie 'The Crown' sabrán ya la historia y es que Andrew tuvo un romance corto con la única hija de la reina Isabel antes de casarse con Camila. Él y la futura reina consorte de Reino Unido se divorciaron en 1995, tras 22 años juntos y dos hijos en común, Laura Lopes y Tom Parker.

Los lazos que unen al exmarido de Camila de Cornualles con la familia real británica van más allá de su romance pasajero y su fallido matrimonio. La princesa Ana y Andrew han sido amigos desde que se conocieron en el Royal Ascot de 1970; de hecho, su amistad es tal que él es padrino de Zara Tindall y el príncipe Carlos es padrino de Tom, uno de los hijos que Andrew tuvo con Camila. En definitiva, podemos decir que siempre ha sido un amigo cercano de la familia y los devenires del triángulo amoroso no lo han hecho alejarse.