Según establece el artículo 57 de la Constitución española, solo los descendientes del ahora rey emérito forman parte de la línea de sucesión oficial. "La Corona de España es hereditaria en los sucesores de S. M. Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica. La sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menor", reza. Por lo que son sus hijas y sus nietos los que figuran en las primeras posiciones. Cuando don Felipe fue proclamado rey en junio de 2014, Leonor se convirtió en la primera, seguida por su hermana. Después vienen sus tías, primero Elena y sus descendientes, y después Cristina y sus cuatro vástagos.
Y de ellos pasamos ya a los descendientes del infante don Carlos. No figuran en la lista ni las hermanas de don Juan Carlos ni sus descendientes, pues tanto Pilar como Margarita renunciaron a sus derechos al casarse con personas no pertenecientes a la familia real. Tampoco encontramos a los hermanos del conde de Barcelona, quienes también renunciaron por distintos motivos.