Kate, tía de nuevo: Pippa Middleton da a luz a su tercer hijo

Este pasado lunes, la revista ‘People’ anunciaba en primicia que Pippa Middleton y su marido, James Matthews, habían sido padres de su tercer hijo, que ha sido una niña. La hermana de Kate Middleton ya tiene, oficialmente, una familia numerosa con cinco miembros, puesto que ya es madre de Arthur, de 3 años, y de Grace, de uno. Con este nacimiento la duquesa de Cambridge se convierte en tía de nuevo y sus hijos tienen una nueva primita con la que jugar.

Según dicha revista, la hermana menor de la duquesa de Cambridge daba la bienvenida a su tercer hijo hace un par de semanas a sus 38 años. Era en octubre de 2018 cuando Pippa y James se convertían en padres por primera vez de su hijo Arthur. Y en marzo de 2021 llegaba al mundo su segundo hijo, una niña a la que llamaron Grace. Y como sus hermanos mayores, la recién nacida también ha llegado al mundo en el Ala Lido del Hospital St. Mary, el mismo centro médico en el que su hermana traía al mundo a sus tres hijos, George, Charlotte y Louis.

Este ha sido un embarazo llevado por la familia con la máxima discreción. De hecho, nada se sabía del tercer embarazo de Pippa hasta que apareció con un vestido de color verde que marcaba su barriguita en el concierto Party at the Palace con motivo del Jubileo de Platino de la reina Isabel el pasado mes de junio. Al concierto acudió con su marido, su hermano James y su cuñada, Alizée Thevenet. Era entonces cuando la prensa se enteraba de que la hermana pequeña de Kate estaba de nuevo esperando un bebé, una niña que se convierte en el sexto nieto de Carole y Michael Middleton, y que supone otra primita más para George, Charlotte y Louis.

Ha sido, sin duda, el embarazo más discreto de la familia, ya que en los dos anteriores sí había querido confirmar la noticia en torno al tercer o cuarto mes. En este caso, tanto Pippa como su marido, James, preferían mantener la buena nueva en secreto para sorpresa de todos los expertos en realeza británica, que se quedaban muy sorprendidos al ver el avanzado estado de la hermana de Kate Middleton en el jubileo, concretamente en el concierto que tuvo lugar en la explanada frente a Buckingham, donde la veíamos luciendo una barriguita que daba lugar a pocas dudas y muy sonriente.

Hace unos años, Pippa y su marido se dejaban ver más a menudo en eventos a los que acudía la realeza, pero después de haber tenido a sus dos primeros hijos se han mantenido más en un segundo plano. De hecho, apenas hay fotos de sus dos hijos mayores, de los que la prensa ha captado alguna imagen puntual. La pandemia ha ayudado además a que los Matthews hayan mantenido un perfil bajo y alejado de la vida pública. Precisamente, Pippa ha sido una de las grandes ausentes en Winbledon, una de esas citas que ha querido mantener por su afición al tenis. Y ahora sabemos por fin el poderoso motivo por el que la hermana de la duquesa de Cambridge no estaba en las gradas.

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Fue en la boda real entre Kate Middleton y el príncipe Guillermo cuando todas las cámaras se fijaron en la hermana menor de la novia. Su belleza, elegancia y simpatía captaron toda la atención de los focos hacia Pippa, que se convertía sin haberlo pedido en protagonista. Mucho se especuló con su vida amorosa hasta que apareció su marido, James. Y las comparaciones entre las hermanas fueron constantes, aunque la relación entre ellas es muy buena. De hecho, según apunta la prensa británica, Pippa y su familia planean mudarse cerca de Bucklerbury, en Berkshire, donde crecieron Pippa y sus hermanos, en esa casa familiar que incluso ha aparecido en revistas de decoración.

Allí viven actualmente sus padres, que podrán ayudarles en la difícil tarea de criar a tres hijos pequeños. Además, este nuevo hogar estará a tan solo unos 50 minutos de Windsor, donde al parecer los duques de Cambridge y sus tres hijos también se mudarán este verano. Una distancia mucho más reducida que la que los separa ahora, por lo que les permitirá pasar mucho más tiempo juntos, tiempo en el que los primos podrán jugar y divertirse. Kate y Guillermo tienen pensado dejar pronto el palacio de Kensington y trasladarse junto a sus tres hijos a los terrenos que rodean Windsor, a una residencia cercana al castillo, donde reside la reina la gran parte del año.

El lugar escogido, una vivienda llamada Adelaide Cottage, con cuatro habitaciones y sin personal residente en la casa que sigue la habitual línea de austeridad de Guillermo y su mujer, que no desean algo demasiado grande ni que necesite una excesiva renovación. Así, los duques de Cambridge estarán a tan solo 10 minutos de Isabel II, que a sus 96 años ya se encuentra con muchos problemas de movilidad. La residencia fue construida en 1831 y se encuentra en el lado oriental de los terrenos del castillo de Windsor, muy cerca de la capilla de San Jorge. Fue renovada en 2015, por lo que no sería necesario hacer una nueva obra.