Camila y el príncipe Carlos celebran con bailes y tambores la vuelta de los carnavales

Cada verano, Notting Hill se convierte en el centro neurálgico de la fiesta en Londres con sus icónicos carnavales cargados de color, música y disfraces elaborados. Sin embargo, a raíz de la pandemia, las agrupaciones se vieron en la obligación de no celebrar su fiesta o, como ocurrió el año pasado, hacerlo de forma telemática. Es por eso que la vuelta a una de las celebraciones más animadas de la capital británica se hará este año por todo lo alto y así lo han querido demostrar también el príncipe Carlos y Camila de Cornualles.

En la agenda institucional de la pareja real no figura que tuvieran alguna visita oficial este miércoles de julio, por lo que su cita de mediodía con los integrantes de los diferentes grupos del carnaval ha sido de carácter personal. Su actitud a lo largo de todo el recorrido ha sido sumamente cercana, pues dedicaron varios minutos a saludar a los presentes, a pasear con los bailarines y músicos, y hasta se animaron a tocar algunos instrumentos en lo que ha sido un auténtico minifestival. La cita que atraerá a cientos de entusiastas de esta fiesta veraniega tendrá lugar, como marca la tradición desde 1966, en agosto. Concretamente, desde el sábado 27 al lunes 29.

La ola de calor no ha sido excusa para que la duquesa de Cornualles y el príncipe Carlos mostraran su apoyo al carnaval de Notting Hill y las imágenes evidencian lo bien que se lo han pasado. El primogénito de Isabel II y su esposa acudieron con estilismos formales. Él enfundado en un traje gris, camisa blanca y corbata azul, y ella con un bonito vestido de flores de color turquesa de la firma Me&Em parecido al que lució tan solo un día antes.

Camila Parker cumplirá 75 años el próximo domingo y comenzó a celebrarlo este martes en un almuerzo cargado de detalles en uno de los clubes más famosos de Londres. Para esta cita, que sí figuraba en su agenda real, la duquesa apostó por un traje de manga larga y cuello clásico de un estampado similar, aunque el tejido era más pesado y con estructura. En cualquier caso, puede que esta visita de carácter personal al pintoresco barrio londinense haya sido una forma de continuar con las celebraciones de un aniversario que ella misma confesó que intentó mantener en un segundo plano.

Una de las cosas que ha sido ampliamente comentada por la prensa británica ha sido la alegría del futuro rey de Inglaterra. Además de posar sonriendo y conocer a todos los integrantes de los grupos, el heredero no dudó en mostrar sus dotes musicales cuando contemplaba los tambores de acero del grupo The Mangrove. Cuando uno de los músicos le dio las pequeñas baquetas con las que se tocan estos instrumentos de percusión, el hijo de la reina Isabel se sumergió de lleno en las notas y, según reporta la periodista de casas reales Rebecca English, bromeó diciendo: "No soy muy bueno en esto".

Por otro lado, mientras su esposo hacía un tour musical por el teatro Tabernacle (de donde salió la pequeña comparsa), Camila de Cornualles compartió unos minutos con miembros sénior del mítico teatro de Londres. Estos se reúnen cada semana de forma social y en uno de los vídeos compartidos por la periodista podemos ver a la duquesa conversando animadamente mientras se refrescaba con un abanico.

Desde su nacimiento hace ya más de medio siglo, los carnavales de Notting Hill se celebran en honor a las comunidades caribeñas y afrodescendientes británicas de los muchos territorios que formaron parte de la Mancomunidad de Naciones desde la conquista. Hoy en día solo Anguila, Bermudas, las Islas Vírgenes, las Caimán, Montserrat y las Islas Turcas y Caicos siguen siendo territorio británico por propia elección, pero más allá de ellas, la cultura de todas las que una vez formaron parte de la jurisdicción inglesa (más de 10) tienen una gran presencia en cientos de ciudades del reino.

Precisamente en referencia a esta multiculturalidad de la sociedad londinense, el príncipe Carlos quiso dedicarle unas palabras a la festividad. "El carnaval es una grandísima expresión de variedad cultural, lo cual significa muchísimo mientras seguimos trabajando para el establecimiento de una sociedad multicultural armoniosa", fueron sus palabras concretas. Si bien hemos visto a la pareja real volcarse con esta 'prefiesta', probablemente no los veamos cuando cientos de miles de personas desborden las calles de Notting Hill y se dejen llevar por los ritmos contagiosos del calipso y la soca.