Estudiante en Lancaster e hijo de un abogado: así es el novio de Ingrid Alexandra

Ingrid Alexandra cumplía 18 años en enero y el pasado mes de junio lo celebraba por todo lo alto rodeada de todas las royals europeas en el Palacio Real de Oslo. Pero lo que no se había hecho oficial, al menos hasta ahora, es que entre los invitados había uno de lo más especial para la princesa heredera noruega: su novio.

Un joven que pasó desapercibido para los fotógrafos y la prensa, puesto que solo algún medio noruego conocía su existencia y aún no se habían atrevido a dar la noticia. Ha sido ahora la revista ‘Se og hør’ noruega la que ha destapado esta relación en su portada a raíz de la celebración del cumpleaños de la heredera, en la que el joven estuvo invitado oficialmente. Motivo que la revista ha considerado lo suficientemente importante como para dejar de considerarle un noviete de la juventud.

Pero ¿quién es el afortunado? Se llama Magnus Heien Haugstad, tiene 22 años y estuvo delante de nosotros sin que nos percatáramos de quién era realmente, pues pasó delante de las cámaras la noche del 17 de junio. El joven eligió un frac a la altura de las circunstancias para rodearse de la gran representación que las casas reales europeas mandaron aquella noche a Oslo. Se mostró tranquilo porque sabía que no le observaban, e incluso sonreía junto a su acompañante, desvela esta publicación noruega.

Se sabe que el joven es hijo del abogado Hans Haugstad y proviene de Jar, en Bærum, cercano a Oslo. Está estudiando en la Lancaster University Management School, en el Reino Unido. Comenzó a estudiar allí el año pasado un grado que tiene previsto terminar en 2024. Antes de trasladarse al extranjero para continuar con sus estudios universitarios, ya había realizado un curso intensivo en St. Clare’s en Oxford.

* Si no ves correctamente este formulario, haz clic aquí

En enero, la princesa hija de Haakon y Mette-Marit de Noruega, con motivo de su mayoría de edad, fue preguntada en alguna entrevista sobre si tenía novio, pero prefirió contestar que eso era algo que pertenecía a su vida privada. El mismo argumento que ha dado ahora el gerente de comunicaciones del palacio noruego, Guri Varpe, cuando la prensa ha querido confirmar esta relación de forma oficial. La revista incluso contactó con el joven novio, que no respondía, como es lógico pensar, a la prensa.

‘See og hør’ revelaba que Ingrid lleva mucho tiempo en dicha relación. Noviazgo que sus padres y abuelos conocían, pero que no se había hecho pública hasta ahora. Sin duda, aquella noche del 17 de junio será inolvidable para Ingrid Alexandra por muchos motivos. No solo fue el día que pudo, al fin, celebrar su 18 cumpleaños, que había tenido que posponer con motivo de la pandemia. Además, debutó con tiara frente a la mayor parte de las casas reales europeas, y para más inri su novio estuvo en la fiesta oficial, en el Palacio Real de Oslo.

Con una lista de invitados de lo más exclusiva, con herederos de tronos de toda Europa, el círculo íntimo de la princesa no pudo faltar a la cita. Su novio no estuvo solo, un grupo de amigos de Ingrid Alexandra se sentó a unas pocas mesas del rey Harald de Noruega. Desde allí pudieron observar no solo a los miembros de las casas reales, sino también fueron testigos de los discursos del rey y del príncipe heredero, Haakon de Noruega.

La relación ha sido todo un secreto hasta ahora y solo la conocían los más allegados a la hija mayor de Haakon y Mette-Marit. Pero fue la fiesta de cumpleaños de Ingrid la primera celebración oficial a la que fue invitado Magnus, que pudo ver a las futuras reinas europeas: Amalia de Holanda, Elisabeth de Bélgica y Estelle de Suecia; al igual que conoció al príncipe Carlos de Luxemburgo.

Aquella noche histórica en la que la realeza europea se reunió por primera vez tras la pandemia con un despliegue de joyas y vestidos de gala adecuados para la ocasión, Ingrid estaría muy pendiente de su novio, desde la sombra. El gran comedor del castillo fue preparado para dar de cenar a 199 personas, siendo los reyes Harald y Sonia los anfitriones. Se cenó tartar de zanahoria, espárragos y vieiras, halibut y fresas noruegas. El rey quiso hablar en un emotivo discurso sobre su nieta, a la que describió como una joven valiente “que no tiene miedo a lanzarse en paracaídas o decir lo que piensa”. Harald lo tenía claro, aconsejó a Ingrid Alexandra que fuera siempre ella misma, a la vez que depositó su confianza en ella: “El futuro está en buenas manos”, dijo emocionado.