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Así se descubrió el romance del príncipe Felipe con Isabel Sartorius a bordo de un yate
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Así se descubrió el romance del príncipe Felipe con Isabel Sartorius a bordo de un yate

Los paparazzi no daban crédito cuando descubrieron al joven hijo de don Juan Carlos y doña Sofía con una jovencita rubia de identidad desconocida. Esta es la historia

Foto: VA Diseño.
VA Diseño.

Durante años, Mallorca era el centro de operaciones veraniegas de los reyes y sus hijos. Llegaban en agosto con la avanzadilla de doña Sofía como jefa única del palacio de Marivent, la residencia oficial mientras duraban las vacaciones reales. Don Juan Carlos estaba para recibir mandatarios y despachar con el jefe del Gobierno, que se desplazaba a la isla. De su vida fuera del recinto palaciego nadie pedía cuentas. Había agenda oficial, invitados internacionales, regatas y salidas del heredero y sus hermanas sin que hubiera conflicto de intereses entre la seguridad y la prensa.

Salvo las nocturnas del príncipe Felipe y la infanta Cristina (la infanta Elena iba a lo suyo), que solían acabar en los locales que también frecuentaban los periodistas una vez finalizado el trabajo. Los hermanos se pedían sus cubatas (aún no se llamaban roncola) y whisky solo o también con cola. En esas horas había un armisticio y todos contentos. Al príncipe no se le había fotografiado aún con ninguna amiga entrañable.

placeholder El príncipe Felipe, en sus años mozos. (CP)
El príncipe Felipe, en sus años mozos. (CP)

Ese agosto de 1989 cambiaron las reglas del juego. El hoy Rey de España se había enamorado. Era un secreto que solo conocían los más íntimos. No hubo filtraciones y por lo tanto no había novedades en cuanto a la realidad amorosa de Felipe. Había tenido tonteos, pero sin mayor trascendencia. Ese mes de julio concedía una entrevista exclusiva a la revista 'Tiempo' en la que explicaba su experiencia en la universidad después de haber pasado por las academias militares y contaba lo que haría en verano: “Pasaré las vacaciones en Mallorca con mis padres, los Reyes, como de costumbre. No tengo por el momento planes para hacer viajes turísticos por mi cuenta. Tengo en la agenda algún viaje oficial, pero no están cerrados. En Marivent hacemos más vida de familia que en Madrid. Siempre desayunamos juntos”.

placeholder Parte de la entrevista de 'Tiempo' al príncipe Felipe. (VA)
Parte de la entrevista de 'Tiempo' al príncipe Felipe. (VA)

Esto fue lo máximo que respondió en cuanto a preguntas personales en un reportaje en el que, además, se analizaba el futuro del heredero. Como era natural, del tema amoroso solo dejó claro que “no me siento de la obligación a buscar esposa entre las damas de la nobleza europea. ¡En absoluto!”. Y efectivamente, se cumplieron sus deseos. Nunca hubo en el listado de futuribles ninguna relación con hijas de cabezas coronadas.

La aparición de Sartorius

Lo que no imaginaba el príncipe era que, un mes después, sería portada en todas las revistas y precisamente por un tema relacionado con su vida sentimental. Ese agosto apareció Isabel Sartorius, hija del marques de Mariño, divorciado de Isabel Zorraquín y casado nuevamente con la princesa Nora de Liechtenstein. Habían coincidido en alguna ocasión en la discoteca Pachá o en Archy, pero sin trato más alla del ‘hola’ y ‘adiós’ a pesar de la excelente relación de la reina Sofía con Pilar Hartley, prima de Isabel. La hija del marqués de Mariño quiso pasar ese verano en Soleclau, la villa propiedad de la marquesa de Moratalla a doce kilómetros de Palma, en medio del campo y sin apenas vecinos ni turistas. Este fue realmente el lugar donde empezaron a verse en secreto.

placeholder Isabel Sartorius. (Getty)
Isabel Sartorius. (Getty)

Las primeras imágenes del joven Felipe, de 21 años, y la bella Isabel, de 24, en la lancha Njao en una cala de la isla Cabrera mostraron ese primer noviazgo. Ese 15 de agosto, festividad de la Virgen de la Asunción, el heredero y su grupo de amigos se embarcaron rumbo a ese parque natural marítimo-terrestre donde aparentemente la privacidad estaba asegurada. En esa lancha iba también una chica rubia y alta que lucía un bañador azul marino y fucsia. Como otras veces, pararon el motor y comenzaron a zambullirse en el agua para después tomar el sol en la cubierta. El príncipe y la bella desconocida se dedicaban gestos de enamorados que quedaron plasmados por los fotógrafos que también estaba allí. Nadie del grupo se había percatado de que en la otra barca estaban paparazzi que no daban crédito a lo que estaban observando. Los potentes teleobjetivos de Antonio Montero y sus colegas pudieron captar esos gestos que demostraban un verdadero idilio entre Felipe y una chica desconocida que no podían identificar.

placeholder Portada de la revista 'Tiempo' que revelaba el romance entre Felipe y Sartorius. (VA)
Portada de la revista 'Tiempo' que revelaba el romance entre Felipe y Sartorius. (VA)

La confusión duraría diez días y el desconcierto era total. La revista 'Tiempo' dio las claves de su identidad y, una vez que se publicaron las fotos, Isabel Sartorius desapareció de la isla. Para la hija del marqués de Mariño, continuar en Mallorca era un riesgo. Abandonó la isla con rumbo a Madrid y de allí a la finca Valdepajares del Tajo, en Perelada de la Mata, propiedad de Nora de Liechtenstein. Lo que comenzó como un amor de verano duró cuatro años. A partir de ese verano, la vida de Isabel Sartorius cambió para siempre.

Durante años, Mallorca era el centro de operaciones veraniegas de los reyes y sus hijos. Llegaban en agosto con la avanzadilla de doña Sofía como jefa única del palacio de Marivent, la residencia oficial mientras duraban las vacaciones reales. Don Juan Carlos estaba para recibir mandatarios y despachar con el jefe del Gobierno, que se desplazaba a la isla. De su vida fuera del recinto palaciego nadie pedía cuentas. Había agenda oficial, invitados internacionales, regatas y salidas del heredero y sus hermanas sin que hubiera conflicto de intereses entre la seguridad y la prensa.

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