La histórica cita para la que Felipe y Letizia abrirán Marivent por primera vez

La residencia de los Reyes en Mallorca volverá a ser protagonista del verano de la familia. Don Felipe y doña Letizia han decidido cambiar de escenario la recepción que ofrecían a la sociedad balear desde que accedieron al trono, en el año 2014. Se pasa así del palacio de la Almudaina al de Marivent, en lo que se considera un guiño a todas las voces que en los últimos años reclamaban que el palacio fuera devuelto a los baleares para destinarlo a lo que su dueño pidió: “Un museo de arte provincial y servicios culturales”.

Será el próximo jueves 4 de agosto, a las 21 horas, cuando las puertas de la residencia de verano de Felipe y Letizia se abran por primera vez para recibir a una amplia representación de la sociedad civil de las islas: desde representantes institucionales, judiciales, religiosos y militares a empresarios, personalidades de la cultura de las islas, miembros del ámbito turístico, de sindicatos, colectivos sociales y deportistas. De momento, eso sí, se desconoce el número de invitados y el chef encargado de elaborar el aperitivo que se servirá durante la velada aunque, si se continúa con la costumbre, será un cocinero con estrella Michelin el responsable de elaborar el menú. En la última ocasión, el artífice fue Andreu Genestra.

Fue en al año 2014 cuando Felipe VI dio un paso más allá y decidió cambiar algunas de las tradiciones que su padre, el rey don Juan Carlos, había impuesto. Era en la Almudaina donde se celebraba una cena de gala a la que solo asistían las principales autoridades civiles, militares y policiales de Baleares. Sin embargo, en el primer verano que Felipe y Letizia estuvieron en Mallorca siendo ya reyes, cambiaron esta tradición abriendo la cena de gala a un mayor número de representantes de la sociedad civil de las islas y renunciando a una cena 'sentados'.

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El acto se convertiría pues en una larga procesión de invitados saludando en una especie de besamanos a los Reyes y doña Sofía –que siempre les suele acompañar en esta cita- y en un cóctel que se llenaba de anécdotas y que permitía a muchos de los participantes hacerse selfies con los miembros de la familia real. Hay que recordar que esta multitudinaria recepción en el año 2019 -última ocasión en la que pudo celebrarse antes de la llegada de la pandemia- acogió a más de 600 personas y que quizás esa lista tan extensa obligaba en este 2022 a buscar un escenario 'más abierto' que el palacio de la Almudaina.

Según ha podido saber Vanitatis, hace unos días que desde Zarzuela contactaron con el Govern de Baleares, presidido por la socialista Francina Armengol, para consultarles qué lugares podían visitar los Reyes y sus hijas durante sus días de vacaciones públicas en Mallorca, que arrancan oficialmente en las próximas horas, una vez que Felipe VI aterrice en la isla.

También se ha sabido que se barajó la idea de volver a celebrar la recepción en la Almudaina, pero que para garantizar una mayor distancia interpersonal, era preferible otro espacio. Se habló también del castillo de Bellver, una fortificación gótica construida entre los años 1300 y 1311 bajo el encargo de Jaime II, pero unas obras que se están llevando a cabo en sus muros y una serie de actos culturales previos ya programados no facilitaban la tarea. De ahí que Marivent se convirtiera en la mejor opción.

Marivent, escenario de todos los focos

El palacio de Marivent era siempre el lugar de reunificación de la familia real. Todos los veranos, los Borbón Grecia eran fijos indiscutibles junto a sus parejas e hijos. Desde el príncipe Felipe –que tenía un pabellón propio (Son Vent) dentro del recinto- hasta las infantas Elena y Cristina, también con su edificio particular. Allí, don Juan Carlos y doña Sofía hacían vida propia independiente, más relajados y siempre con la visita de multitud de amigos: desde miembros de otras casas reales europeas a empresarios, políticos y deportistas.

Era en Marivent donde se realizaba el posado familiar y donde se podía apreciar cómo crecían los pequeños de la casa. Una imagen que fue menguando a raíz de los primeros divorcios –el de Elena y Jaime de Marichalar- y los primeros escándalos. Con Felipe y Letizia ya proclamados reyes, en 2014, Marivent perdió protagonismo y solo servía como escenario al despacho estival que mantiene el monarca con el presidente del Gobierno.

En el verano de 2019, los Reyes y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía lo retomaron como lugar de ese posado, dejando en evidencia un hecho incontestable: a partir de ahora solo habría protagonismo para el núcleo duro de la Casa Real. Marivent pasó de albergar entre sus cuatro paredes a 16 miembros de la familia a solo cuatro. Parece que en esta ocasión, al menos, el palacio y sus jardines lucirán sus mejores galas para abrirse a la sociedad balear.