El recado de Anonymous a Felipe VI con recuerdo a la caída de don Juan Carlos en Botsuana

El sábado por la noche, el rey Felipe acudía al recinto de Ses Voltes, al pie de la catedral de Palma para presidir y entregar los trofeos de la 40º edición del campeonato de vela que lleva su nombre. Poco antes, Anonymous había irrumpido en la página web del torneo para enviar un recado al monarca. Los integrantes de este grupo hackearon la cuenta y enviaron un primer mensaje con un saludo: "Hola, somos Anonymous. Estamos manifestándonos. Disculpen las molestias". A continuación llegaba el recado a Anonymous a Felipe VI.

"Hay gente que no soporta más le presión a la que está siendo sometida su economía mientras este señor está disfrutando de los privilegios que le da su puesto". Era una de sus quejas en una carta en la que denunciaban el alto precio de la gasolina, por ejemplo, o los diferentes suministros. Y no faltó aquella frase de disculpa que entonó el rey Juan Carlos al salir del hospital tras esa fatídica caída -literal y metafórica- que sufrió durante su polémico y crucial viaje a Botsuana: "Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir". La web del torneo de vela volvió a estar operativa un rato después, pero durante un tiempo no se pudo acceder ni a ella ni al directo que ofrecen para que los aficionados sigan cada regata.

En el caso de don Felipe este recordatorio era una referencia un tanto injusta a su participación en la Copa del Rey y muy probablemente muchos habitantes y autoridades de la isla no estarían de acuerdo. Y es que esta competición, que forma parte del circuito mundial de regatas, obtiene unos beneficios para Mallorca de 18 millones de euros, además de una publicidad turística importante.

En esta edición el monarca no tuvo suerte y el barco Aifos 500 que ha patroneado en esta competición quedó en quinto lugar. En el ambiente náutico explicaban que “no se pueden hacer muchas virguerías con el barco". Es un velero que se conoce como TP52 y fue botado en 2005 y que recuperó la Armada. Hasta hace tres años, el barco clase Swan50 con el que competía don Felipe era propiedad del empresario italiano Salvatore Ferragamo, gran amigo del rey emérito, y lo alquilaba la Armada para esta competición. Después de pasar por los astilleros para la puesta a punto, el 'casero' Ferragamo lo vendió. Con todo y con esto la tripulación del Aifos -Sofía al revés- quedó primero el mismo día en que finalizaban las regatas, lo que le permitió subir un puesto en la clasificación general.

Este sábado don Felipe daba por finalizaba sus jornadas náuticas, que comenzaron una semana antes con los entrenamientos previos. Pero es posible que, como ya hizo el año pasado, acuda al club marítimo de Mahón (Menorca) para participar en la competición de barcos de época. En la edición de 2021 aceptó la presidencia de Honor y por lo tanto sería factible. Para Felipe VI, navegar sí forma parte de sus vacaciones semi privadas. Vanitatis ha sido testigo de lo feliz y relajado que se encuentra en el ambiente de vela.

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La reina Letizia, en cambio, prefiere tierra firme y compartir con otras amistades las fechas en las que debe permanecer en Mallorca. Como ha adelantado en exclusiva este medio, el último día de regatas la consorte real organizó un día de piscina en Sant Vent con Pilar, la mujer de Jaime Anglada, la esposa de Juan Antonio Wood, uno de los compañeros de vela de don Felipe que sí le agradan a doña Letizia, y otra amiga llamada Cristina.

La entrega de premios comenzó a las ocho de la tarde. Como suele suceder en las apariciones del monarca en Mallorca, esta vez también tuvo su baño de multitudes tanto a la entrada al recinto Ses Voltes como a la salida. Al acto acudieron todos los regatista -más de mil- que han participado en esta edición de vela. No faltaron el almirante Jaime Fernández Toubes, Javier Sanz, ex presidente del club náutico, Carmen Mariano, la mujer que fue durante años la “solucionalotodo” tanto de la prensa como de las tripulaciones, Manuel Terroba, presidente para España y Portugal de BMW, y la directora de comunicación de la firma, Pilar García de la Puebla, y Carmen Mora entre otros asistentes. Y como ya es habitual en este tipo de actos y es de agradecer, la seguridad del rey Felipe facilitó en todo momento el trabajo de la prensa.

Tras la entrega de trofeos, el Rey tomaba el avión oficial para volar a Bogotá y estar presente en la toma de posesión del nuevo presidente colombiano. Está `previsto que vuelva el lunes a última hora de la tarde a Mallorca, donde según informaciones extraoficiales, la familia real estará hasta el día 10, por lo que no se descarta que haya otra salida sorpresa como la que hiceron el viernes por la noche, cenando en el Ola del Mar, uno de sus restaurantes favoritos y parada obligatoria cada verano.