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Las fiestas 'secretas' de la reina Sofía con Farah Diba y su cuñada, Ana María de Grecia
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Las fiestas 'secretas' de la reina Sofía con Farah Diba y su cuñada, Ana María de Grecia

La agenda privada que ha mantenido la madre del rey Felipe VI siempre ha sido más discreta que la de su marido, don Juan Carlos

Foto: Recreación de la reina Sofía en Sevilla. (Marina G. Ortega)
Recreación de la reina Sofía en Sevilla. (Marina G. Ortega)

La reina Sofía se ha instalado este año, como todos los veranos, en el palacio de Marivent. Era y es su paraíso y el lugar donde fue muy feliz cuando la familia Borbón-Grecia aún estaba unida y los escándalos del Caso Nóos y Botsuana resultaban inimaginables. Los hijos fueron creciendo en esas vacaciones que comenzaban en julio y finalizaban con la agenda escolar. Hasta don Juan Carlos compartía esa vida doméstica.

Mientras fueron pequeños, y después adolescentes, el Rey emérito también se incorporaba a los desayunos dispuestos en bufet en la terraza del palacio. Era la regla de oro impuesta por doña Sofía y que hasta hace unos años todos los inquilinos de Marivent cumplían. Don Felipe también, hasta que fue proclamado Rey. Entonces la tradición cambió y se marcaron otras normas. El jefe del Estado, doña Letizia y las hijas viven en Sont Vent, una casa con vistas al mar que se encuentra en el recinto de seguridad de Marivent pero que es independiente. En realidad, si no hay necesidad imperiosa o institucional, como fue la recepción de este verano en la explanada del palacio, no hay necesidad de verse.

placeholder La reina Sofía, con la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía en Mallorca. (EFE)
La reina Sofía, con la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía en Mallorca. (EFE)

La reina Sofía hace su vida con su hermana, la princesa Irene, su prima Tatiana Radziwill y su marido, el doctor Fruchaud. Han sido siempre su mejor apoyo y ahora que ya no hay hijos ni nietos con los que compartir una tarde de helados, son sus únicos confidentes. La princesa Tatiana era hija de la princesa Eugenia, prima hermana del padre de doña Sofía, el rey Pablo de Grecia. Gran parte de la familia real griega encontró su refugio en Sudáfrica mientras estuvo en el exilio. Desde esos tiempos pasados, la relación entre las primas griegas ha permanecido inalterable. Doña Sofía no ha contado con amistades oficiales a diferencia del rey Juan Carlos, que siempre ha tenido grupos de amigos (unos mejores que otros) con los que compartir vida privada y aficiones como eran la cinegética, los toros y las rutas gastronómicas.

En cambio, la agenda privada de la Reina emérita ha sido en estas últimas décadas muy diferente y con nula publicidad mediática, salvo cuando interesaba colocarla en situaciones difíciles. Incluso sus viajes a Londres para disfrutar de la compañía de su hermano Constantino, su cuñada Ana María y los sobrinos griegos en línea regular han pasado desapercibidos. A pesar de la leyenda que colocaba a doña Sofía viviendo en Londres, esta información nunca fue verdad. Eran tiempos donde hacía falta descapitalizar su buena imagen, que contrastaba con las amistades peligrosas de don Juan Carlos. Muchos de ellos acabaron en la cárcel o con sentencias condenatorias de las que luego fueron indultados.

placeholder Reportaje publicado por la revista 'Tiempo'.
Reportaje publicado por la revista 'Tiempo'.

Hubo un tiempo en que la reina también tuvo sus salidas sin su marido y sus hijos. Sucedió el 8 de julio de 1989. Mientras la familia Borbón permanecía en Marivent, doña Sofía viajó hasta Sevilla para acudir a la fiesta 'secreta' organizada por el príncipe Michael de Grecia en la Casa Pilatos para celebrar su cumpleaños y la puesta de largo de su hija Olga. La revista 'Tiempo' daba información precisa del festejo y se destacaba la presencia de dos reinas y una emperatriz. Doña Sofía, en solitario, compartió ese fin de semana con su cuñada Ana María de Grecia y Farah Diba, que ya era viuda del Sha de Persia, que había fallecido nueve años atrás.

Según figura en la crónica del semanario del Grupo Zeta, la reina consorte disfrutó de su noche independiente en la que también estuvieron los barones Thyssen, los duques de Badajoz, Víctor Manuel de Saboya, la Begum Salima, Luis Carlos de Borbón Dos Sicilias y Pedro de Orleans. El que fuera aspirante al inexistente trono de Brasil organizaba al día siguiente un almuerzo campero en su cortijo de Villamanrique al que también acudiría doña Sofía. Años después, esta finca sería el lugar en el que la infanta Elena y Jaime de Marichalar celebrarían su fiesta preboda. Al día siguiente se casaban en la catedral de Sevilla.

placeholder Los Reyes y sus hijos en Mallorca, en los años 80. (Cordon Press)
Los Reyes y sus hijos en Mallorca, en los años 80. (Cordon Press)

La noche de la fiesta en Casa Pilatos, 'Tiempo' destacaba lo poco que cenó doña Sofía. Únicamente ensalada, algo de fritura y arroz con piñones. Fue precisamente a la hora del café cuando la entonces Reina lo pidió cortado y sucedió la anécdota de la noche. Quiso sacarina en vez de azúcar y esta petición no se pudo cumplir porque no había. El maître solucionó el asunto dirigiéndose a la consorte real con una frase que doña Sofía se tomó a risa: “Su majestá, que un día es un día". Y efectivamente, su majestad se bebió su café con azúcar. A quien casi le da un síncope fue al anfitrión Michael de Grecia por no haber tenido en cuenta los gustos de su prima.

La reina Sofía se ha instalado este año, como todos los veranos, en el palacio de Marivent. Era y es su paraíso y el lugar donde fue muy feliz cuando la familia Borbón-Grecia aún estaba unida y los escándalos del Caso Nóos y Botsuana resultaban inimaginables. Los hijos fueron creciendo en esas vacaciones que comenzaban en julio y finalizaban con la agenda escolar. Hasta don Juan Carlos compartía esa vida doméstica.

Reina Sofía Ana María de Grecia