De Magnus a Isebrand: los primeros amores de las princesas Ingrid Alexandra y Amalia

Ahora que los reyes de Jordania han anunciado el compromiso de su hijo, el príncipe Hussein, suenan rumores que relacionan a la princesa Leonor con un chico de su internado con el que ya se la relacionó anteriormente en primavera, en la fiesta del 70º cumpleaños de su abuela Paloma Rocasolano.

Es cierto que los herederos de cierta edad están viviendo sus primeros amores, como es el caso de Ingrid Alexandra de Noruega, que cumplía este año dieciocho años y se hacía oficial en la prensa noruega este mismo verano que tiene novio. También es el caso de Amalia, de Holanda, que el año pasado trascendía que estaba enamorada en secreto.

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Los herederos de las casas reales europeas están en plena adolescencia o primera juventud, y es normal que vivan esos primeros flirteos con sus primeros amores como cualquier persona. Pero de ahí a que sean novios oficiales, hay que esperar a poder confirmarlo. Ya lo decía Victoria Federica recientemente, cuando la relacionaban con un guapo joven catalán con el que al parecer se le había visto en actitud muy cariñosa: “Parece que hoy en día no se pueden tener amigos”. Y no es que no haya nada más detrás de esos rumores que relacionan a estos royals con algunos chicos o chicas de su edad, pero muchas veces son amigos especiales que van y vienen y que no llegan a ser nada serio ni oficial.

No es el caso de la princesa Ingrid Alexandra, que sí se llevaba a su novio Magnus a la celebración tardía con motivo de sus 18 cumpleaños y en la que estuvo invitada toda la realeza europea. Fue a raíz de esta presencia oficial en el Palacio Real de Oslo cuando la revista ‘Se og hor’ desvelaba lo que ya conocía desde hacía tiempo. Que la princesa heredera al trono noruego estaba enamorada de un joven, que había sido uno de los invitados al multitudinario cumpleaños y que había pasado totalmente desapercibido ante los medios.

El afortunado se llama Magnus Heien Haugstad, tiene 22 años y estuvo delante de nosotros sin que nos percatáramos de quién era realmente, pues pasó delante de las cámaras la noche del 17 de junio. El joven eligió un frac a la altura de las circunstancias para rodearse de la gran representación que las casas reales europeas mandaron aquella noche a Oslo. Se mostró tranquilo porque sabía que no le observaban e incluso sonreía junto a su acompañante.

El chico es hijo del abogado Hans Haugstad y proviene de Jar, en Bærum, cercano a Oslo. Está estudiando en la Lancaster University Management School, en el Reino Unido. Comenzó a cursar allí el año pasado un grado que tiene previsto terminar en 2024. Antes de trasladarse al extranjero para continuar con sus estudios universitarios, ya había realizado un curso intensivo en St. Clare’s en Oxford.

Era en enero cuando la princesa, hija de Haakon y Mette-Marit de Noruega, con motivo de su 18º cumpleaños, fue preguntada en una entrevista sobre si tenía novio, pero prefirió contestar que eso era algo que pertenecía a su vida privada. El mismo argumento que daba el gerente de comunicaciones del palacio noruego, Guri Varpe, cuando la prensa quería confirmar esta relación de forma oficial este verano. La revista incluso contactó con el joven novio, que no respondía, como es lógico pensar, a los periodistas, que conocían dicha relación desde hacía tiempo pero no la consideraban aún como algo serio. Este pasado mes de julio confirmaban que la princesa Ingrid Alexandra llevaba ya mucho tiempo inmersa en dicha relación.

Lo mismo le ocurrió a la princesa Amalia de Holanda, que en diciembre del año pasado fue vista en actitud de lo más cariñosa con un joven en Nueva York. La heredera parecía haber encontrado a sus 18 años a su primer amor. Mucho se había rumoreado sobre un posible feeling con el príncipe Gabriel de Bélgica, pero nada más lejos de la realidad. La hija de Guillermo y Máxima llevaba alrededor de seis meses de relación cuando unos turistas la reconocieron en el puente de Brooklyn de la mano de un chico.

Se trata de un joven de origen alemán llamado Isebrand Kaldewi, que cuenta con un año más que la princesa y estudia en la Universidad de La Haya. Pertenece a una familia adinerada, una saga de empresarios de muy alto poder adquisitivo de la región de Westfalia y se habrían conocido el verano pasado en Holanda. Amalia podría haberse enamorado del sentido del humor del joven, además de su inteligencia. Era la revista ‘Bunte’ la encargada de desvelar el misterio y aseguraba que los jóvenes trataban de llevar su relación en secreto, siendo de lo más discretos.

No han trascendido datos de otros herederos europeos, como es el caso de Elisabeth de Bélgica, de 20 años, o de Christian de Dinamarca, de 16, igual que la princesa Leonor. Tendremos que esperar a ver quiénes se convierten en sus primeros amores oficialmente.