Sonrisas, abrazos y rojo pasión: la gran rentrée de Harry y Meghan en Mánchester

Cada vez que Harry y Meghan hacen un movimiento, se levanta una pequeña polvareda informativa. Aunque hayan puesto tierra por medio, o precisamente por eso, cada una de sus apariciones públicas (sea en un evento o en un medio de comunicación) viene con un revuelo de imágenes, análisis y cotilleo en general. El más comentado, el de si habrá encuentro fraternal o no aprovechando que los Sussex están de vuelta en el Reino Unido.

Esta tarde de lunes, 5 de septiembre, Meghan Markle ha participado en la One Young World 2022 Manchester Summit, donde la duquesa ha hablado delante de jóvenes líderes de más de 190 países. Este año, la ciudad inglesa ha sido la encargada de acoger un evento que en principio estaba pensado para Tokio. El encuentro, en el que participan más de 2.000 jóvenes de todo el mundo, se desarrolla entre discursos, talleres y sesiones de trabajo en red.

El alcalde Andy Burnham era el encargado de dar la bienvenida a los Sussex. Antes de dar paso a la duquesa, hablaba sobre el propio evento y reflexionaba sobre la historia de Mánchester como ciudad, desde el comercio de algodón hasta el ataque terrorista del Manchester Arena en 2017. Meghan es consejera de One Young World y, además del discurso que ha dado hoy, la pareja se reunirá con un grupo de delegados de la cumbre que trabaja en temas de igualdad de género.

El presentador ha ido introduciendo a todas las personalidades que van a tomar parte en el evento. Los últimos en aparecer en el escenario eran los duques de Sussex. La pareja caminó de la mano entre la multitud por el pasillo central del lugar antes de subir al escenario. Después de acceder a este, fueron recibidos por los cofundadores Kate Robertson y David James. Para la ocasión, la duquesa ha elegido un look monocolor en rojo pasión.

En torno a las nueve de la noche, una emocionada Meghan subía al atril para hacer su discurso de apertura. Decía sentirse encantada de estar de vuelta en Reino Unido y se dirigía al público para decirles que son el futuro, pero también el presente. Recordaba que en 2014 había sido nombrada consejera del One Young World, cuando era aquella actriz de la serie ‘Suits’ y se mostró muy nerviosa por estar rodeada de líderes, primeros ministros y demás gente importante.

Ahora ella dice que ve en los jóvenes allí presentes lo que vieron en ella, ese presente y ese futuro. Meghan ha mencionado a Harry hasta en dos ocasiones, cuando ha dicho que está “encantada de que mi marido pueda acompañarme aquí esta vez para poder ver y ser testigo de primera mano de mi respeto por esta organización”. Meghan confesaba que su vida cambió en 2019 cuando se convirtió en madre y que el One Young World ha formado parte de su vida mucho antes de casarse con el príncipe Harry.

Vuelta a casa (o casi)

Esta mañana podíamos ver a los duques de Sussex sonrientes saliendo de Frogmore Cottage, la casa que la reina Isabel les regaló con motivo de su boda y en la que vivieron apenas un año y medio. Es también el lugar en el que se están quedando estos días. La casa está a escasos metros de la que ocupaban su hermano, el príncipe Guillermo, y Kate Middleton, que hace poco se trasladaban a su nueva residencia en Adelaide Cottage, lo que ha evitado tener que decidir si se encontrarían o no los hermanos dada la proximidad.

A Harry y Meghan les hemos visto, desde su llegada al Reino Unido, muy unidos y sonrientes, algo que ya viene siendo marca de la casa. Esta misma mañana eran fotografiados en la parte trasera del interior de un vehículo negro Range Rover. Harry lucía una camisa blanca abierta sin corbata y a Meghan apenas podíamos verla con el pelo recogido y luciendo moreno. Ambos se dirigían a la estación de Euston a tomar el tren que les llevaría a Mánchester.

Igual de encantadores y cercanos se mostraban en su gran reaparición europea hace unos meses cuando asistieron a los Juegos Invictus celebrados en abril en los Países Bajos. De camino hicieron una parada técnica en el Reino Unido para ver a la reina Isabel II. Poco después volvían, esta vez de manera más visible, en la catedral de Saint Paul para la misa de acción de gracias a principios de junio. Aquella fue su primera aparición pública oficial desde el Megxit, su primer compromiso real en dos años. Y fue agridulce, pues recibieron abucheos y aplausos a partes iguales por parte del público presente en las inmediaciones de la catedral.

La visita de los Sussex en esta ocasión va a tener una duración de una semana y se va a repartir entre el Reino Unido y Alemania con diversos actos relacionados con sus organizaciones benéficas. Después de su participación este lunes en la Summit de Mánchester, viajarán hasta Düsseldorf para hablar sobre los próximos Juegos Invictus, que serán en septiembre de 2023, como ha anunciado el príncipe Harry. El miércoles no tienen planes oficiales, pero el jueves la pareja regresa a Gran Bretaña para la ceremonia de los Premios WellChild en Londres, donde Harry pronunciará un discurso. Estos premios buscan celebrar las cualidades inspiradoras de los niños y jóvenes gravemente enfermos del Reino Unido para marcar una diferencia en sus vidas.

Para esta visita, la pareja ha decidido utilizar al menos dos empresas de seguridad privada y equipos de perros para formar un llamado 'anillo de acero' alrededor de Bridgewater Hall para mantenerse lejos del público y de la prensa. Hace pocos días que Meghan Markle confesaba en la revista ‘The Cut’ que se necesita “mucho esfuerzo” para perdonar e insinuó que puede “decir cualquier cosa” en lo que se ha entendido como una amenaza velada a la familia real británica.