George, Charlotte y Louis, entusiasmados en su primer día juntos en el nuevo cole

Este miércoles por la tarde, los duques de Cambridge se dirigieron a Lambrook, la nueva escuela de sus hijos, junto a los príncipes George, Charlotte y Louis. Mientras Kate Middleton paseaba con sus dos hijos varones de la mano, el príncipe Guillermo lo hacía de la mano de su única hija. El nieto de la reina Isabel trató de darle la mano a su hijo Louis, pero el pequeño de 4 años prefirió no hacerlo, por lo que en vez de ir los cinco unidos de la mano, fueron en dos grupos todos juntos.

Un niño de lo más independiente, Louis, que esta vez se portó fenomenal junto a sus hermanos, de 9 y 7 años. Mientras los niños llevaban pantalón corto en color azul marino y camisa blanca de cuadritos, Charlotte lucía un vestido camisero con estampado vichy con cinturón del mismo tejido. Tenía el pelo recogido con dos trencitas arriba y una coleta más grande abajo, que recogía las primeras.

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Para esta ocasión, distendida y en familia, la duquesa de Cambridge optó una vez más por estrenar un vestido de lunares, y no es la primera vez que lo hace. Este miércoles, Kate elegía un modelo en color marrón chocolate con puntos en color blanco, un diseño también camisero, con cuello y botones en el frente, de corte midi de la firma Rixo, de un precio aproximado de 280 euros. Lo combinó con salones de ante en color marrón de Gianvito Rossi. Llevó además unos discretos pendientes de Maria Black y se dejó el pelo suelto.

Es la primera vez que los tres niños van juntos a la escuela, pues el curso anterior los dos mayores acudían al colegio Thomas’s Battersea en Londres y el pequeño iba a un jardín de infancia. Esta ha sido una de las razones para que los Cambridge hayan decidido mudarse desde el palacio de Kensington hasta Adelaide Cottage este pasado mes de agosto, debido a que tenían un largo trayecto cada día atravesando Londres para llevar a sus hijos al colegio.

Ahora, sin embargo, Guillermo y Kate tienen apenas 20 minutos de camino en coche desde su nuevo hogar en Windsor y pueden disfrutar de un gran colegio al que van sus tres hijos juntos, una escuela privada mixta que se encuentra en Berkshire y en la que fueron recibidos a su llegada por el director, Jonathan Perry, que saludó con la mano a los pequeños y les dio la bienvenida.

Lambrook es una escuela que tiene más de doscientos mil metros cuadrados de terreno y los duques de Cambridge pagarán al año más de cincuenta y siete mil euros por la escolarización de los tres niños, según publica 'Mail Online'. Este miércoles por la tarde, el colegio hizo una reunión de hora y media de duración como presentación del curso, donde George, Charlotte y Louis pudieron conocer a sus profesores y a sus nuevos compañeros. Un acto de bienvenida para los nuevos alumnos y sus familias. Pero será ya este jueves por la mañana cuando comiencen las clases.

Los duques de Cambridge y sus hijos se mostraron de lo más contentos y felices en su primer encuentro oficial ya como alumnos del centro, con mucha ilusión de conocer amigos nuevos y estudiar en un centro todos juntos. Cuando el director les dio la bienvenida, preguntó a los pequeños si estaban emocionados por comenzar el colegio y los tres al unísono respondieron que sí. Junto al director de la escuela estaba su mujer, Jenny, que también trabaja en el colegio, y cuando el príncipe Guillermo la vio, contaba el digital del ‘Daily Mail’, aseguró que llegaba con “toda la pandilla”, pues los Cambridge son familia numerosa. El duque reconoció al director que los niños tenían “muchas preguntas” un día antes de comenzar sus clases.

El pequeño Louis no se mostró nervioso al llegar al colegio, pues para él comienza una nueva etapa escolar también después de dejar el jardín de infancia. Fue el príncipe Guillermo quien condujo su coche para llevar a su familia a este acto de bienvenida que dejaron fotografiar a algunos medios, para repartir más tarde las imágenes a los demás. Kate Middleton se mostró especialmente sonriente, feliz del comienzo de sus tres hijos. Un cambio para toda la familia que el pasado 22 de agosto hacía la mudanza desde Londres al recinto de Windsor, a tan solo unos metros de la reina Isabel II. Un paso con el que quieren dar a sus hijos mayor libertad y privacidad, debido a que ahora no viven en la ciudad.

Se da el caso, precisamente, de que esta semana el príncipe Harry y Meghan Markle están hospedados a apenas unos metros de los Cambridge, en Frogmore Cottage, también en las instalaciones de Windsor. Los Sussex están de visita en Europa para cumplir algunos compromisos y no parece que vayan a encontrarse con Guillermo y Kate.