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La regañina de Mary de Dinamarca a sus hijos en el segundo día del jubileo de la reina Margarita
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MIRADA FULMINANTE

La regañina de Mary de Dinamarca a sus hijos en el segundo día del jubileo de la reina Margarita

Una mirada fulminante de la heredera consorte bastó para que sus hijos se comportaran de forma adecuada en el servicio religioso celebrado este domingo

Foto: Federico y Mary, con sus cuatro hijos. (Cordon Press)
Federico y Mary, con sus cuatro hijos. (Cordon Press)

Los royals daneses y el resto de invitados a los actos por los 50 años de la monarca en el trono han cambiado este domingo las tiaras por los tocados para el servicio religioso y demás actividades que formaban parte del programa festivo. Una jornada en la que la protagonista no ha sido la propia reina, sino la regañina de Mary de Dinamarca a dos de sus hijos durante el segundo día del jubileo de Margarita II, para que se comportaran de forma adecuada en un momento en el que parecían haber olvidado dónde y para qué estaban.

Los actos comenzaban a las 10:00 horas con una misa en la iglesia de Nuestra Señora, la misma catedral de Copenhague donde se casaron los herederos en 2004. Hasta allí veíamos llegar a toda su familia, prácticamente las mismas caras que asistían este sábado por la noche a la gala celebrada en el Teatro Real. Aunque lógicamente, todos ellos con un aspecto muy diferente, guardando los trajes de gala, medallas y tiaras en el armario para dejar paso a los conjuntos de dos piezas para impecables looks. Ana María y Benedicta, hermanas de la monarca, los príncipes griegos y, por supuesto, los hijos de Margarita II y sus nietos no faltaban a la cita, además de Carlos Gustavo y Silvia de Suecia.

placeholder La reina Margarita, a su llegada a la iglesia. (Cordon Press)
La reina Margarita, a su llegada a la iglesia. (Cordon Press)

Todos ellos cubrían el trayecto hasta la iglesia y posaban para la prensa al llegar antes de ocupar sus asientos en la catedral. En el interior, y como marca el protocolo, la homenajeada se sentaba en un lugar privilegiado, cerca de sus dos hijos y sus nietos. Y era precisamente en uno de esos primeros bancos del templo donde tenía lugar el momento al que nos referimos. Isabella, que se convertía en la gran protagonista de la velada del sábado por su debut en una cita de esas características, no paraba de hablar con su hermano.

Al notar el murmullo tras ella, la princesa Mary de Dinamarca giraba bruscamente la cabeza hacia atrás, lanzando a sus hijos una mirada fulminante con la que sobraba decir nada. Isabella y Vincent se quedaban absolutamente mudos, obedeciendo a la orden sin palabras que les había dado su madre con solo mirarles.

Este pequeño gesto ha traído a la memoria el malentendido que hubo entre madre e hija durante la confirmación del príncipe Christian, cuando dejaron claro que, como en todas las familias, tienen sus pequeños rifirrafes. La familia al completo posó en Fredensborg junto a la monarca, que tras unas primeras fotografías se retiró para dejar a sus herederos con sus hijos. Isabella y Josephine siguieron a su abuela, dejando a sus padres con Christian, mientras Vincent, el pequeño, no sabía muy bien qué hacer, si quedarse en la foto o seguir a sus hermanas. Las dos princesas estaban subiendo la escalinata del castillo cuando Mary las llamó para que bajaran a tomarse una foto familiar. Fue entonces cuando Isabella espetó a su madre un: “¿No acabas de decir que tenía que irme con la abuela? ¿Te has vuelto loca?".

La mala suerte quiso que los fotógrafos y cámaras presentes captaran el sonido, por lo que hubo poco lugar para malinterpretar ni lo que había pasado ni las palabras de Isabella. Mary prefirió no contestar, quitando hierro al momento posando con una sonrisa para los medios que habían sido testigos del momento. Eso sí, no faltó una mirada de reprobación a su hija, quizá no tan fulminante como la que ha tenido lugar este domingo en la iglesia de Nuestra Señora de Copenhague, pero igual de significativa.

Almuerzo privado

Afortunadamente, la pequeña reprimenda no empañado el resto de las celebraciones, que continuaban tras el servicio religioso con un almuerzo privado. El escenario, el inconfundible yate real Dannebrog, propiedad de la monarca y catalogado como una de las residencias oficiales de la familia. Allí han tenido lugar algunos importantes acontecimientos familiares, como el 18º cumpleaños del príncipe Nicolás, pero también tiene espacios para que Margarita II realice su trabajo institucional, con despachos y lugares de reunión.

placeholder El yate real Dannebrog. (Cordon Press)
El yate real Dannebrog. (Cordon Press)

Hasta el barco, atracado cerca de Amalienbrorg -el recinto que es la residencia oficial de la familia en Copenhague-, iban llegando todos los invitados, posando antes de subir a bordo y compartir con la reina un almuerzo más que especial. Veíamos de nuevo a los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, Harald y Sonia de Noruega o los hijos de la reina Ana María, con la única ausencia de Pablo y Marie-Chantal, que sí asistían la noche anterior a la gala musical. Alexia y Carlos Morales, Teodora y su eterno prometido, Mathew Kumar, y Philippos y Nina Florh, con un espectacular abrigo capa, representaban a toda la familia helena.

Y no sabemos si la regañina de Mary ha tenido algo que ver o no, pero ha llamado poderosamente la atención que Isabella no posara con sus padres y sus hermanos antes de subir al barco. La joven de nuevo atraía toda la atención en la catedral con su chaqueta bordada de Biya, pero luego no la veíamos en la foto familiar. El motivo es que directamente no ha asistido al almuerzo debido, según se ha explicado desde el propio palacio, a un viaje que tenía con su nuevo colegio. A pesar de eso, su abuela ha podido reunir a las personas que más quiere para celebrar sus 50 años en el trono, una cita histórica que, por fin, está festejando como siempre había soñado.

Los royals daneses y el resto de invitados a los actos por los 50 años de la monarca en el trono han cambiado este domingo las tiaras por los tocados para el servicio religioso y demás actividades que formaban parte del programa festivo. Una jornada en la que la protagonista no ha sido la propia reina, sino la regañina de Mary de Dinamarca a dos de sus hijos durante el segundo día del jubileo de Margarita II, para que se comportaran de forma adecuada en un momento en el que parecían haber olvidado dónde y para qué estaban.

Mary de Dinamarca
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