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La gran familia (belga): los retratos oficiales de la boda de María Laura de Bélgica
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La gran familia (belga): los retratos oficiales de la boda de María Laura de Bélgica

Fue un día muy largo e intenso para los recién casados, que vivieron dos emotivas ceremonias, una civil y otra religiosa, rodeados de más de 500 invitados

Foto: María Laura y William Isvy, con su familia. (Cordon Press)
María Laura y William Isvy, con su familia. (Cordon Press)

Ya son marido y mujer y han tenido la suerte de que más de 500 invitados entre amigos y familia -y algún que otro compromiso- fueron testigos de su 'sí, quiero'. Los retratos oficiales de la boda de María Laura de Bélgica y William Isvy dejan claro lo extensa que es la familia de la novia. Y es que no hay que olvidar que además de la rama belga, que viene por parte de su madre, la princesa Astrid, también la familia de su padre, Lorenzo de Austria-Este, es bastante amplia, pues él tiene otros cuatro hermanos, todos casados y con su respectiva descendencia.

La organización del día hizo que no se reunieran todos hasta las dos y media de la tarde en la catedral de San Miguel y Santa Gúdula, el escenario donde tuvo lugar el enlace religioso. La ceremonia civil, que fue cuatro horas antes en el ayuntamiento de Bruselas, solo estaba reservada a unos cuantos invitados, por lo que solo vimos a los reyes Felipe y Matilde, tíos de María Laura, los príncipes Laurent y Claire con sus tres hijos, y los padres y hermanos de la novia. Una vez en la catedral, sí que pudimos ver a la extensa familia de la princesa belga, aunque llegando al templo poco a poco.

placeholder María Laura, con su marido y su familia política. (Cordon Press)
María Laura, con su marido y su familia política. (Cordon Press)

En concreto, son tres las imágenes que se han distribuido. Por un lado, una fotografía de María Laura con su marido y su nueva familia política, en la que es su suegra la que llama toda la atención. La británica, que fue la encargada de llevar a su hijo al altar, se convirtió en una de las más elegantes de una jornada marcada por las pamelas, los tocados y algún que otro estilismo que no pasaría el examen de los expertos. Después, llega el turno de los Austria-Este Sajonia-Coburgo-Gotha -la larga lista de apellidos que corresponden a María Laura de Bélgica- para otra de las fotografías, juntando después a las dos familias.

Para la última y más multitudinaria imagen, se unen primos y tíos, además de los testigos de la pareja. Entre ellos estaban Laetita, hermana de María Laura, Elisabetta Rosboch, su cuñada, el príncipe Josef-Emanuel de Liechtenstein y su hermana, la princesa Astrid, ambos primos de la novia por parte de padre, y la princesa Napoleón, nacida condesa Olimpia de Arco-Zinneberg, descendiente del rey Luis III de Baviera y del emperador Carlos I de Austria y quien también es prima hermana de la princesa María Laura, ya que es hija de Beatriz, hermana del archiduque Lorenz, padre de María Laura.

placeholder Los novios, con familia y testigos. (Cordon Press)
Los novios, con familia y testigos. (Cordon Press)

Por eso, estos retratos oficiales de la boda de María Laura de Bélgica y William Isvy eran tan esperados, ya que es la única forma de ver a la familia de María Laura en una sola fotografía. Además, tampoco es muy común tener una imagen de los reyes Alberto y Paola junto a sus tres hijos, sus doce nietos y sus dos bisnietos, como tampoco lo es el hecho de que Delhpine, la hija ilegítima del antiguo monarca a la que reconoció tras un largo proceso judicial, esté metida en la foto. Y junto a ella, su marido y sus dos hijos, Oscar y Josephine, que por primera vez participaban en un acto familiar de estas características, haciendo olvidar todos estos años de conflicto.

Pero si hubo un nombre que durante la jornada tuvo un gran protagonismo -con permiso de la flamante novia- es la mencionada Elisabetta Rosboch, la esposa del príncipe Amadeo de Bélgica, hermano de María Laura. La italiana fue una de las damas de honor, con la importante misión de ayudar con la larguísima cola de la novia, pero además fue una de las encargadas de leer durante la ceremonia religiosa. Además, prestó los pendientes que llevó el día de su propia boda a su cuñada para el enlace civil que tuvo lugar por la mañana, dejando claro la estrecha relación y el afecto que hay entre ambas.

placeholder Elisabetta, de rojo, llevando la cola del vestido. (EFE/Stephanie Lecocq)
Elisabetta, de rojo, llevando la cola del vestido. (EFE/Stephanie Lecocq)

Eso sí, si algo destaca en las fotografías es la larguísima cola del vestido de la novia, que ocupa en las imágenes un generoso primer plano. Aunque se ha sabido que para la celebración posterior a la ceremonia religiosa retiró la cola del vestido, prefirió posar con ella para las fotos familiares. No en vano, era el elemento más significativo de su vestido de Vivienne Westwood, personalizado para ella. Precisamente, la cola fue un elemento que la diseñadora creó de forma exclusiva para María Laura, permitiendo que pudiera quitarla con faciliad, al ir solo atada a la cintura del vestido.

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Además de la cola, también se llevaron toda la atención el velo y la tiara, que homenajeaban a las dos abuelas de la novia. María Laura eligió, por un lado, la tiara de los Saboya-Aosta, una pieza que perteneció a su abuela paterna, la archiduquesa Margarita, fallecida pocos días después de que ella anunciara su compromiso, y que actualmente está en posesión de la princesa Astrid, como consorte del jefe de la casa Austria-Este. Por otro, lució el velo que la reina Paola llevó en su boda, confeccionado en encaje de Bruselas nada menos que en 1877, y que rescataría décadas después la propia Matilde para su boda con el entonces príncipe Felipe.

Era la primera boda en el seno de la familia real belga en ocho años, por lo que la emoción estuvo muy presente. Además, toda la organización estuvo llena de toques personales, desde el coche vintage en el que los recién casados abandonaron la catedral o los cánticos en hebreo de la ceremonia, que respetaban así los orígenes judíos de William Isvy. Todo para que fuera el día más feliz de la pareja y sus respectivas familias, como se puede ver en estos retratos oficiales de la esperada boda de María Laura de Bélgica.

Ya son marido y mujer y han tenido la suerte de que más de 500 invitados entre amigos y familia -y algún que otro compromiso- fueron testigos de su 'sí, quiero'. Los retratos oficiales de la boda de María Laura de Bélgica y William Isvy dejan claro lo extensa que es la familia de la novia. Y es que no hay que olvidar que además de la rama belga, que viene por parte de su madre, la princesa Astrid, también la familia de su padre, Lorenzo de Austria-Este, es bastante amplia, pues él tiene otros cuatro hermanos, todos casados y con su respectiva descendencia.

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