Carlos III y Camila presiden la misa en la catedral de Santa Ana en memoria de Isabel II

Carlos III y Camila han asistido a una misa en la catedral de Santa Ana en memoria de Isabel II. La ceremonia forma parte de los actos que los reyes están protagonizando en su primera visita a Irlanda del norte como tales, donde eran recibidos esta mañana con aplausos a su llegada al castillo de Hillsborough en Belfast. En el acto religioso también se encontraba la primera ministra Liz Truss.

Cada día de los que se van sucediendo desde que tuviera lugar la muerte de Isabel II se puede calificar de histórico. Cada movimiento del nuevo monarca es una primera vez para él y este martes no ha sido una excepción, puesto que ha efectuado su primer viaje a Irlanda del Norte como rey, dentro de la pequeña gira que está haciendo estos días por los diferentes territorios que conforman el Reino Unido. Ha supuesto un auténtico baño de multitudes para Carlos III y Camila en este debut como reyes en la región, con momentos llenos de significado.

Y eso que aún queda la resaca de la vigilia que el nuevo monarca protagonizó este lunes por la noche en St. Giles, la catedral de Edimburgo, junto al resto de sus hermanos, para velar el féretro de la reina Isabel. Fue un momento cargado de emoción y que también supuso un antes y un después, ya que contó con la participación de la princesa Ana, que hizo historia al estrenarse en un ritual normalmente reservado solo para hombres.

La princesa real -el título formal con el que se la conoce- está teniendo un papel muy relevante todos estos días y será también quien acompañe al féretro de Isabel II en su camino de la catedral de St. Giles al aeropuerto de Edimburgo y posteriormente en el trayecto aéreo que trasladará los restos mortales hasta Londres, como ya fue quien acompañó hace unos días al coche fúnebre de Balmoral a la capital escocesa.

* Si no ves correctamente este formulario, haz clic aquí

Volviendo a la visita de Carlos III y Camila a Irlanda del Norte, se han repetido muchas de las imágenes que estamos viviendo estos días, tanto en lo referente al nuevo monarca como a la desolación por la muerte de Isabel II. Los nuevos reyes han llegado a Belfast hacia el mediodía y desde el primer paso que han dado en suelo norirlandés han sentido el cariño de los ciudadanos a través de ovaciones y, sobre todo, de la enorme alfombra de ramos de flores y dedicatorias que se extendían ante las puertas del castillo de Hillsborough, la nueva residencia oficial de Carlos III en la región.

Así, Carlos y Camila han 'tomado posesión' de esta propiedad real, en la que también se alojó la reina Isabel en las últimas décadas de su reinado. Construido en el siglo XVIII por encargo de una familia de nobles, es gestionado en la actualidad por el Historic Royal Palaces y permite la entrada al público -previo pago de entrada, claro-, en ciertas zonas, como sucede con Buckingham, Windsor o el palacio de Holyrood, en Edimburgo. Allí, el monarca ha celebrado su primera audiencia con el secretario de Estado para Irlanda del Norte y los líderes del partido, además de recibir un mensaje de condolencias encabezado por el presidente de la Asamblea del país.

Pero antes de los momentos más protocolarios, han tenido lugar las imágenes más emotivas de la jornada. Una de ellas, la protagonizada por un pequeño corgi que se encontraba en brazos de sus dueños, situados a las puertas del castillo de Hillsborough para dar la bienvenida a los nuevos reyes. La mascota no ha podido evitar llamar toda la atención del rey Carlos III, puesto que es la misma raza de perro de la que su madre, la reina Isabel, era absoluta devota, teniendo en su vida más de 30, todos descendientes de Susan, una perrita que le regalaron al cumplir la mayoría de edad, siendo aún princesa.

Y hay que hablar de otro detalle, casi histórico, que solo ha logrado la reina Isabel. Su muerte ha facilitado que volvamos a ver a los duques de Sussex junto a Guillermo y Kate, en aparente comunión, como también hará, el próximo lunes, que coincidan en público los reyes Felipe y Letizia con el rey Juan Carlos por primera vez en público en más de dos años para su funeral. Así que esta reconciliación momentánea tampoco es de extrañar: miembros del Sinn Féin y del Partido Unionista Democrático, que representan los dos lados de la arraigada división política de Irlanda del Norte, han enterrado el hacha de guerra mientras tenía lugar la primera visita a la región de Carlos III convertido en rey.