El lenguaje no verbal de la familia real tras la muerte de Isabel II: "Meghan tiene necesidad de apoyo"

Son días frenéticos en el Reino Unido. Desde que el pasado 8 de septiembre falleciera la reina Isabel II, el nuevo rey no ha parado ni un segundo. Escocia, Irlanda del norte, Londres… Carlos III ha ido acompañando el féretro de su madre, ha sido proclamado nuevo rey, se ha encontrado con la primera ministra británica, Liz Truss, y ha aparecido en el Parlamento para dirigirse a las dos cámaras.

Todo un ritmo frenético que le tiene un tanto cansado y, en ocasiones, crispado. Hemos consultado con un experto en comunicación no verbal, Cristian Salomoni, director del Instituto Internacional de Análisis de la Conducta (IIAC), que ha querido interpretar sus gestos estos días en los que, como le ha pasado en dos ocasiones, ha perdido los nervios por unos bolígrafos.

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Según interpreta nuestro experto, “está claro que Carlos III tiene un problema con los bolígrafos y los elementos de escritorio, y esto ha dado mucho que hablar, ya que solo lleva unos pocos días de reinado”. Cristian sabe de buena mano que “la comunicación no verbal está muy presente en los protocolos reales”, y en su opinión, “el equipo de protocolo de la Casa Real británica debería tener en cuenta las medidas de las mesas” puesto que “los papeles que firma Carlos ocupan todo el escritorio y la pluma y el tintero crean un estorbo considerable”, especialmente en un día tan importante como es el de su proclamación.

Según el especialista en el análisis de la conducta humana, los expertos que trabajan para el nuevo monarca no habrían hecho del todo bien su trabajo, puesto que “otro elemento a considerar primordial sería que la pluma escriba, cosa que no pasó en Irlanda del Norte”, por lo que se ha mostrado tajante: “Si el equipo de protocolo considerara todo esto, permitiría que no se arruinaran las fotos y vídeos del nuevo rey”.

Cristian opina que “claramente, podía haber reaccionado de otro modo (con algo de humor, levantando él la pluma, etc), pero naturalmente Carlos cuenta con que todo esté controlado, ya que los jefes de comunicación y protocolo deberían ocuparse justo de eso, de que la firma se lleven a cabo en total armonía” para que el nuevo monarca pueda “despreocuparse de todo”. Además, hace hincapié nuestro experto, hay que recordar “que acaba de perder a su madre”, por lo que no estaría pasando su mejor momento.

En opinión de este analista del comportamiento humano, como la situación no está controlada, de ahí “su enfado”, que ha podido generar una imagen de él como un “estirado” o de que “ya se comporta como un rey soberbio”, pero nos recuerda que podría haber sido peor si “se hubiera caído toda la tinta en los documentos históricos oficiales”.

No solo hemos querido saber lo que dice la comunicación verbal del actual monarca a raíz del fallecimiento de su madre, sino que también le hemos consultado a Cristian Salomoni cómo está viviendo Meghan Markle los encuentros con los nuevos príncipes de Gales, y cómo han vivido también ellos y el príncipe Harry estos días, teniendo en cuenta que en el pasado Jubileo de Platino de Isabel II apenas coincidieron y su relación ha quedado muy distanciada tras el Megxit hace dos años.

Nuestro experto lo tiene claro: “Meghan tiene una sensación de aislamiento, inseguridad y necesidad de apoyo”. Por ejemplo, explica respecto al momento en el que pudimos ver a los cuatro juntos de nuevo en Windsor: “Cuando sale del coche es la última en salir y acercarse”, aunque matiza que “también puede ser por respeto”. Pero ahondando un poco más en su comportamiento, Cristian reflexiona sobre que la duquesa de Sussex “está siempre alejada y trata a Harry como escudo. Tiene muchos gestos manipuladores que son los que se utilizan cuando no nos sentimos cómodos, tanto por estar tan expuesta como por la presencia de Guillermo y Kate”, que según él “desde luego le genera un impacto emocional después de todo lo sucedido durante sus entrevistas sobre la Casa Real”.

No hay que olvidarse que la comunicación no verbal es fundamental para entender el comportamiento humano, y Cristian se fija en que Meghan “se toca el pelo, se pone las manos en el pecho y no sabe cómo gestionar sus manos”. En su opinión, “para juzgar todo lo demás, debemos tener en cuenta que el protocolo de estas apariciones públicas requiere que no haya contacto, por eso Guillermo y Kate caminan distantes el uno del otro”.

Sin embargo, Meghan y Harry se cogen la mano, que además también se mostraron muy cariñosos con el público allí presente, algo que los nuevos príncipes de Gales también hicieron. Según opina el experto, “esto de no seguir el protocolo puede ser visto ya que Meghan y Harry ya no son parte de la realeza y no tienen por qué seguir sus estrictas reglas, incluso cuando un agente de seguridad le recuerda que ya tiene que apartarse de la gente”. En opinión de Christian, todo esto forma parte de ese “marketing de un royal que se agacha hacia el pueblo”.