Se ven más ahora que cuando estaban casados: qué pasa realmente con Iñaki y Cristina

Se ven más ahora que cuando estaban casados. La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin han retomado su relación, de forma cordial, que no sentimental, y parece que encontrarse ya no es un problema. Puestos en contacto con su entorno, comentan que de ninguna manera volverán a ser pareja, aunque la mayoría, cuando lo dicen, se encogen de hombros: “Con ellos nunca se sabe”.

Sus citas son cada vez más frecuentes y relajadas, y en principio responden a uno de los acuerdos a los que han llegado para mantener esa cordialidad de la que hablábamos. Sobre todo por el bien de sus familias y principalmente de sus hijos, sus cuatro hijos, la principal motivación de ambos.

Esos encuentros repetidos no tienen un significado más allá, aseguran a este medio aquellos que les conocen de forma íntima. No van a volver a estar juntos como pareja. Y uno de los principales motivos es que Iñaki Urdangarin mantiene su relación con Ainhoa Armentia y con ella pasa su tiempo libre. Eso no quita que pueda tener una buena relación con su exmujer, algo que al principio parecía imposible, después muy complicado y que ahora va tomando su cauce.

"No hablamos de perdón"

Urdangarin mantiene su relación con Armentia pero si no fuera así, la Infanta tampoco estaría dispuesta a volver con él, puntualizan las mismas fuentes. Es alguien que “le ha sido infiel y de una forma tan pública… Ha sido una humillación”. Ese enfado y disgusto iniciales con los que reaccionó han dado paso a una actualidad más tranquila en la que está más dispuesta a relacionarse con él. “No hablamos de perdón, hablamos de cordialidad”, nos matizan. Todo por los hijos, insisten.

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Tanto Iñaki como Cristina han sido siempre unos padrazos, algo que desde su entorno más inmediato suelen contar con frecuencia: “Tanto ella como él lo han dado por sus hijos. Son niños educadísimos, amables, simpáticos y felices dentro de todo lo que han pasado, niños normales, y eso es gracias a sus padres”.

Los dos han estado juntos esta semana en Ginebra, donde doña Cristina vive con su hija Irene. Iñaki quiere estar con su pequeña, eso está claro, por lo que viajará a Ginebra de forma periódica. A partir de ahora, esos viajes serán habituales. Este verano no ha sido necesario, porque Cristina e Irene estaban en España. Ha sido precisamente este verano cuando todo ha cambiado y se ha marcado la diferencia.

De Bidart a Jaca

Primero, Iñaki y Cristina se vieron en Bidart . Allí han pasado todos sus veranos desde hace años junto a la familia Urdangarin. La Infanta llegó a la localidad vascofrancesa procedente de Barcelona. En Bidart la esperaban sus hijos Miguel, Pablo e Irene, quienes pasaban unos días con su padre. Las primeras imágenes de ellos juntos fueron una sorpresa para muchos.

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Al poco tiempo, una mala noticia les volvía a unir: fallecía Eduardo Roldán, el que había sido profesor de esquí tanto de doña Cristina como de Urdangarin cuando empezó a salir con la Infanta. El funeral de Roldán, íntimo de ambos y asiduo de la pareja en Ginebra, se celebró en Jaca el domingo 4 de septiembre y allí estaban los dos. Además, contaron con la compañía de la infanta Elena y dos de los hijos del todavía matrimonio: Pablo y Miguel.

En Jaca pudimos verles juntos, charlando incluso amistosamente. Urdangarin, ya de por sí cariñoso y tocón, posaba su brazo sobre el hombro de la Infanta en un gesto de complicidad que no se podía imaginar hace un tiempo. Con todo, dos días antes del funeral, Urdangarin estaba en el País Vasco francés con su actual pareja, con quien paseaba de la mano por la playa sin preocupación por ser visto.

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Cabe recordar que cuando estalló el escándalo, la infanta Cristina se encerró en casa y no quiso saber nada de quien había sido su marido durante casi 25 años. Es más, a las semanas de separarse, coincidieron en Barcelona más de una vez y ella escapaba de él en todo momento. Incluso un día se encontraron en unos grandes almacenes y ella salió por la puerta de atrás para no verle.

Divorcio cordial

Ahora, esta buena relación servirá para lograr un acuerdo de divorcio cordial y además mantener una buena relación con sus hijos. Sin olvidar el papel del rey Juan Carlos, que tras ver las imágenes de Urdangarin llorando en su coche junto a su pareja, se quedó algo impactado. Así que le recordó a su hija, la infanta Cristina, que es importante que su exmarido esté tranquilo para que no pueda hacer nada que perjudique más a la Corona. Su ingreso en prisión, consideran, ya fue suficiente. Aunque desde el entorno de Urdangarin se muestran contundentes: “Iñaki nunca haría nada que pudiera perjudicar a Cristina y a sus hijos, y no tiene ninguna intención de meterse en líos”.

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Lo que quiere es alejarse de su vida marital y de la familia de su exmujer. Su relación con Ainhoa Armentia va viento en popa y no hay ningún problema entre ellos. Al contrario, nos aseguran que cada vez es más serio y cada vez tienen más planes juntos. De estos planes, les seguiremos informando...