El romántico viaje en pareja de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia

Este ha sido un verano diferente para Iñaki Urdangarin. Es el primero tras conocerse su separación de la infanta Cristina y también el primero desde que se conoce su romance con Ainhoa Armentia. A pesar de la separación más que evidente del matrimonio, este verano sus agendas han estado muy entrelazadas, ya fuera por unas vacaciones en la playa, el funeral de un buen amigo de la expareja o una visita a Ginebra para un encuentro familiar.

La buena relación que muestran Iñaki y Cristina, o por lo menos la cercanía, no parece ser indicativo de nada. El tiempo que pasaron juntos, los hijos que tienen en común y los lazos que un día les unieron son suficientes para ellos para dejarse ver juntos en público sin que esto suponga nada más. Prueba de ello es que ambos hacen vidas separadas. Sin ir más lejos, hace escasos días Iñaki protagonizaba una romántica escapada a Formentera junto a su actual pareja, Ainhoa Armentia.

Así se puede ver en las imágenes que ha publicado en exclusiva la revista 'Semana', unas instantáneas que no dejan lugar a dudas. La pareja sigue tan enamorada como el primer día en que pudimos verles paseando de la mano por la playa. Unas fotografías que confirmaban el romance, pero también el final del matrimonio del exjugador de balonmano con la hermana del Rey.

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Abogada de profesión, fue el trabajo lo que unió a estas dos personas y el amor lo que las ha mantenido unidas. Ahora pasean esta relación, sin intención de esconderse, por las calles de Formentera, donde, según la citada revista, no han dejado rincón sin visitar. Las calles de esta ciudad les han visto pasear, descubrir rincones y, sobre todo, compartir momentos de gran complicidad, cogidos de la mano o sentándose a descansar para recuperar fuerzas tras un día dedicado a hacer turismo.

Las imágenes publicadas por el medio hablan por sí solas, la complicidad entre ellos es máxima y las risas y charlas animadas, interminables. Risas e intercambios de parecer que dejan claro que entre ellos las cosas marchan estupendamente y que viven un momento único, que quieren disfrutar al máximo sin importarles que las circunstancias que les rodean no sean las más idílicas.

Si bien Formentera tiene todo lo necesario para hacer de este un viaje inolvidable, la pareja cuenta siempre con la compañía de la escolta que acompaña a Iñaki allí por donde va. Unos efectivos que se encargan de garantizar su seguridad en su día a día y que hacen más complicado que la pareja pueda pasar desapercibida. No parece importarles, pues entre confidencias y sonrisas, la pareja se ha dedicado a disfrutar de su mutua compañía sin prestar atención a nada más.

Atrás quedaron las impactantes imágenes en las que se podía ver al duque de Palma llorando en el coche mientras su pareja intentaba consolarle. Unas lágrimas, al parecer, motivadas por la negativa de la autorización ESTA para viajar a Estados Unidos, según pudo saber en su día Vanitatis.

Planeaba acudir a las bodas de sus sobrinos, pero no pudo ser; quien sí estuvo entre los invitados fue la infanta Cristina. Ahora esto ha quedado en el pasado y la pareja afronta su futuro con la mejor de las sonrisas y, a tenor de las imágenes, con gran química.