Recuerda estas caras: los hijos y nietos de la reina Camila que han llegado para quedarse

Eran las 10:15 de la mañana de este lunes, una hora menos en suelo británico, cuando Tom y Laura Parker Bowles accedían a la abadía de Westminster para asistir al funeral de la reina Isabel II. Dos caras a las que les ha sido imposible casi desde el mismo día de su nacimiento ser desconocidas. No en vano, se trata de los dos hijos de Camila, la nueva reina consorte británica, y a la que se conoce desde hace décadas por la relación con el ahora monarca, entonces príncipe de Gales. Especialmente Laura, la pequeña de los dos, ha tratado de buscar siempre un plano discreto, aunque eso no le ha impedido estar en prácticamente todos los grandes acontecimientos de la familia real.

De hecho, durante mucho tiempo se ha asegurado en medios británicos que, una vez que Carlos asumiera al trono -algo que ocurría de forma inmediata tras la muerte de Isabel II-, su padrastro les otorgaría un título real. Aunque la teoría se ha desinflado según ha avanzado el tiempo y ahora, que ya es un hecho que Carlos esté en el trono, parece una posibilidad bastante lejana. Así, de momento, los hijos, nietos y demás familia de la reina Camila tienen que conformarse con asistir a eventos reales, con sus posiciones y asientos siempre marcados por el protocolo.

De ahí que viéramos a los dos hermanos Parker Bowles entrando a la abadía de Westminster, a primera hora de la mañana y mucho antes que los políticos británicos, mandatarios de todo el mundo, miembros de casas reales y, por supuesto, los Windsor, dejando claro que, por mucho que sean los hijos de la ahora reina (consorte, claro), no pertenecen a la familia real. Junto a ellos, la pareja de Laura, Harry Lopes, y los cinco hijos que tienen entre los dos hermanos, es decir, los nietos de Camila, además de Annabel Elliot, su hermana.

Tom Parker Bowles, aspirante a celebrity

Es cierto que no tienen ningún privilegio royal, más allá de asistir a eventos de la familia Windsor, también por la buena relación que mantienen casi desde que nacieron. Pero Tom, el hijo mayor de Camila, no ha huido nunca de la atención mediática, lo que también le ha supuesto algún que otro disgusto, al ser pillado por los paparazzi consumiendo drogas en el Festival de Cannes. Lleva dedicándose dos décadas al mundo de la gastronomía, con apariciones televisivas en diferentes canales y países, incluyendo el 'MasterChef' británico, como crítico habitual.

Su vida personal también ha sido carne de titular. Se casó en 2005 con la periodista Sara Buys, de la que se separó en 2018. Tienen dos hijos: Lola, de 15 años, y Frederick, de 12, que también estuvieron en el funeral de la monarca. Tras su divorcio, comenzó a salir con otra periodista, Alice Procope, quien desgraciadamente fallecía hace unos meses a causa de un cáncer, diagnosticado siete meses antes.

Laura Lopes, casada con un modelo

La otra hija de la reina Camila es Laura, que se dedica al mundo del arte. Su vida sentimental es bastante más estable que la de su hermano, ya que se casó en 2006 con un contable de origen aristocrático y raíces brasileñas que trabajó en su juventud como modelo para la firma Calvin Klein. La pareja tiene tres hijos: Eliza, la mayor, y los gemelos Gus y Louis, a los que también se pudo ver este lunes en la abadía de Westminster en el funeral de Isabel II.

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Sin duda, de la familia Lopes Parker-Bowles es Eliza la más fotografiada, ya que fue una de las damas de honor en la boda del príncipe Guillermo y Kate Middleton, los nuevos príncipes de Gales. El hecho de que los novios quisieran incluirla en el cortejo nupcial no fue fruto de la casualidad. Desde siempre, la relación de Laura y Tom, los hijos de Camila, con Guillermo y Harry, los hijos de Carlos de Inglaterra, ha sido muy estrecha. Desde que los hermanos Parker-Bowles aparecieron en la foto oficial de la boda de los nuevos reyes británicos, en 2005, no han faltado a casi ningún gran evento, como algunas de las bodas reales o los bautizos de los hijos de los que fueran duques de Cambridge.

Eso sí, en todas ellas han permanecido en un absoluto segundo plano. Las circunstancias familiares han hecho que sean muy conocidos en todo el Reino Unido como dos habituales en los medios de actualidad social. Y no son royals ni gozan -al menos de forma oficial- de los privilegios que sí tiene la familia real británica, pero sí cuenta con un hueco en cada reunión como si fueran dos Windsor más. Lo tenían antes y, con Camila en el trono como consorte de Carlos III, hay aún más motivos para que lo sigan teniendo.