La 'vuelta al mundo' de Urdangarin sin ingresos: Bidart-Viladrau-Bilbao-Ginebra-Ibiza-BCN
El todavía marido de la infanta Cristina dejó su puesto en una gestoría de Vitoria y no tiene trabajo reconocido. Pese a su crisis económica, se mueve por todas partes con soltura
Hace tan solo unos meses, Iñaki Urdangarin les confesaba a sus amigos que no tenía un duro. Así de crudo. Y ellos, preocupados, le pagaban hasta los cafés. Según fuentes cercanas, el todavía marido de la infanta Cristina no tiene (o no tenía) una fuente de ingresos estable, había dejado su trabajo en la gestoría de Vitoria en la que encontró un puesto de asesor y no podía gastar. Ahora, meses después, el exduque de Palma no para.
La semana pasada estuvo unos días en Ginebra, donde viven la Infanta y su hija Irene. De Ginebra volvió a Vitoria para irse casi de inmediato a Bilbao, desde donde se dirigió al aeropuerto. Allí, con su novia, Ainhoa Armentia, se subió a un avión rumbo a Ibiza, y desde Ibiza a Formentera, donde han pasado unos días de descanso en los que los hemos visto muy amorosos y apasionados.
Una suerte de 'vuelta al mundo', al menos a los lugares importantes de su mundo, que suena cuando menos curiosa para alguien que no tiene ingresos. No ingresos conocidos, al menos.
Cuando salió de prisión con la libertad condicional y decidió trasladarse a Vitoria, fue su familia quien le ayudó a encontrar un trabajo. El bufete Imaz & Asociados parecía una buena opción. Iba a mantener la cabeza ocupada y así no se torturaría con el paso por la cárcel. Además, tendría cierta vida social. Una vida social que se tornó en íntima y finalmente sentimental con una de sus compañeras, y que ha acabado con su matrimonio.
Dejó el empleo
Una vez publicadas las fotografías de Urdangarin con Armentia, él decidió dejar su trabajo, acaso para rebajar el perfil mediático de su pareja. Además, pretendía encontrar un nuevo empleo como coach o asesor deportivo, que es algo para lo que se ha formado a fondo, en especial en los duros años entre rejas. Por eso tocó a la puerta del Barça, su casa deportiva.
Esperaba que allí la nueva directiva liderada por Joan Laporta y Enric Masip (excompañero de equipo aunque no amigo) le ofrecieran alguna cosa relacionada con el coaching deportivo. Y lo logró, sí, le dieron la oportunidad de realizar unas prácticas no remuneradas en las instalaciones del FC Barcelona, lo que no estaba mal para alguien con su reciente trayectoria, pero que era a todas luces insuficiente para alguien en su situación personal.
Siempre en Bidart
Llegó el verano, que el tiempo pasa muy rápido, y Urdangarin estaba sin blanca. Eso sí, pese a tener las cuentas casi vacías, ha podido moverse con bastante holgura por diferentes lugares. El verano lo ha pasado en Bidart casi todo el tiempo, hasta que su familia se fue a Estados Unidos para celebrar dos bodas de dos hijos de Cristina, su hermana pequeña.
Entonces, el marido de la Infanta se fue a Viladrau (Girona), donde ha sido visto por muchos vecinos. Allí, su hermana tiene un apartamento al que suelen ir muy a menudo. Iñaki ha ido en bicicleta, una de sus grandes pasiones; ha hecho parada en restaurantes de la zona y se ha relajado entre verdes paisajes. Ni rastro de Ainhoa por esos lares.
De funeral
Llega septiembre y toca visitar Jaca para asistir al funeral de Eduardo Roldán, profesor de esquí de los exduques e íntimo amigo de ambos. Allí se reencuentra con la Infanta, a quien visita días después a Ginebra, tal como hemos informado en este medio. Bidart, Viladrau, Ginebra… Y de Suiza se va a Vitoria, donde vive con su madre, para trasladarse después de Bilbao a Ibiza con su chica. Pasarán unos días de descanso y amor en Formentera, uno de los lugares más abarrotados del verano. Si no quieres ser visto, no vas a las Pitiusas, y menos a Formentera, que es la más abierta de las islas. Allí, lo decíamos, hemos visto cómo la pareja está en pleno apogeo romántico.
No hay rastro de aquellas lágrimas que le llevaron a derrumbarse en su coche, a la vista de todos, en un momento desesperado. Los besos y abrazos de la pareja, tanto dentro como fuera del agua, estuvieran donde estuvieran, demuestran de nuevo que la relación va viento en popa y que el marido de doña Cristina está mejor de lo que muchos piensan.
Los partidos de Pablo
Y ahora llega la temporada deportiva del Barça de balonmano, que empieza a jugar partidos este fin de semana. Pablo Urdangarin estará con el segundo equipo y también con el primero, por lo que el exmatrimonio ya planea sus visitas, tanto a Barcelona como a otros puntos de la península donde convoquen a su segundo hijo.
Mientras, la pareja sigue concretando los términos de su divorcio, un proceso que ya anunciaron a lo suyos, en su momento, que sería lento. Cabe recordar que el rey Juan Carlos I ayuda a su hija en todo lo que puede en estos momentos y que incluso viajó a Ginebra hace pocas semanas para, entre otras cosas, asesorarla en los términos del proceso.
Hay que tener en cuenta que los ingresos de la Infanta son muy altos, porque de las dos fundaciones en las que trabaja tiene sueldos que rebasan los 200.000 cada uno, por lo que no sería nada extraño que sea ella quien ayude a su exmarido en cuestiones financieras. Ahora que las aguas se han calmado, todo podría ser. Sobre todo cuando hablamos de Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin. “No entendemos nada”, dicen machaconamente desde su círculo.
Hace tan solo unos meses, Iñaki Urdangarin les confesaba a sus amigos que no tenía un duro. Así de crudo. Y ellos, preocupados, le pagaban hasta los cafés. Según fuentes cercanas, el todavía marido de la infanta Cristina no tiene (o no tenía) una fuente de ingresos estable, había dejado su trabajo en la gestoría de Vitoria en la que encontró un puesto de asesor y no podía gastar. Ahora, meses después, el exduque de Palma no para.