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Los 3 escándalos que marcaron a la reina Fabiola de Bélgica
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Polémicas en la corte

Los 3 escándalos que marcaron a la reina Fabiola de Bélgica

La reina de los belgas siempre es recordada con cariño y afecto. Sin embargo, en su extensa trayectoria, Fabiola de Mora y Aragón tuvo algunas sombras, entre tantas luces

Foto: Fabiola de Bélgica, a su llegada a la catedral de la Almudena en la boda de los reyes Felipe VI y Letizia en 2004. (Getty)
Fabiola de Bélgica, a su llegada a la catedral de la Almudena en la boda de los reyes Felipe VI y Letizia en 2004. (Getty)

A lo largo de las últimas semanas, la actualidad internacional ha estado marcada por el fallecimiento de la reina Isabel II. Un acontecimiento que nos ha hecho recordar a otra de las grandes reinas que marcaron el siglo XX en Europa. Hablamos de Fabiola de Mora y Aragón, posteriormente conocida como la reina Fabiola de Bélgica.

La monarca de origen español que reinó en el país del chocolate durante más de 33 años, hasta la muerte de su marido, el rey Balduino (enamorado de Ávila y de Motril), fue un icono de moda. Además de muy querida por su pueblo y adorada por su familia. Sin embargo, como cualquier ser humano (o real) también estuvo salpicada por ciertos escándalos en su vida.

placeholder La reina Fabiola de Bélgica aplaude durante la ceremonia de competición de canto Reina Elisabeth, en 2008. (EFE/Dirk Waen)
La reina Fabiola de Bélgica aplaude durante la ceremonia de competición de canto Reina Elisabeth, en 2008. (EFE/Dirk Waen)

Hoy recordamos tres de esas polémicas, hechos que en su momento levantaron mucho revuelo en la opinión pública, aunque no consiguieron apagar la bonita llama que dejó la aristócrata española. Fabiola de Bélgica nació como la cuarta hija (de un total de 7 hermanos) de Gonzalo de Mora y Fernández Riera, IV marqués de Casa Riera y II conde de Mora, y de Blanca de Aragón y Carrillo de Albornoz, VIII marquesa de Casa Torres, XVIII vizcondesa de Baiguer y condesa de la Rosa de Abarca (entre otros títulos).

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Una familia repleta de títulos nobiliarios muy cercana a la monarquía -su madrina fue la propia reina Victoria Eugenia-, por lo que durante la II República vivieron en el extranjero, regresando a España tras la Guerra Civil. La monarca belga contó con una educación muy religiosa y estudió enfermería en la Escuela Militar de Sanidad de Carabanchel (Madrid).

placeholder Los reyes Balduino y Fabiola de Bélgica, en un viaje oficial a China. (Getty)
Los reyes Balduino y Fabiola de Bélgica, en un viaje oficial a China. (Getty)

Aunque su vida realmente cambió cuando conoció al rey de Bélgica. Balduino I había subido al trono con solo 20 años tras la II Guerra Mundial y estaba aún soltero, por lo que parecía un buen candidato a desposarse con la infanta Pilar. Un viaje organizado por el conde de Barcelona a la villa suiza de la reina Victoria Eugenia que no salió como se esperaba. A sus 32 años, Fabiola acompañó a Pilar, produciéndose el flechazo entre el rey de los belgas y la joven De Mora y Aragón.

Pero también está la teoría de que se conocieron gracias a un encuentro propiciado por dos religiosos en el santuario de Lourdes. Fuera como fuese, la realidad es que la pareja anunció su compromiso el 15 de septiembre, ante los medios de comunicación en el castillo de Ciergnon, produciéndose entonces el primer varapalo para los enamorados.

placeholder Balduino y Fabiola de Bélgica, el día de su boda en Bruselas. (Cordon Press)
Balduino y Fabiola de Bélgica, el día de su boda en Bruselas. (Cordon Press)

Si bien es cierto que una parte de la sociedad acogió este enlace con alegría, buscando una boda como la de Grace Kelly y Raniero de Mónaco en 1956, muchos otros se mostraron contrarios. Los belgas recibieron con escándalo la llegada a Bruselas de esta española desconocida. No era parte de las mujeres de la realeza de las que solía hablar la prensa, su romance había sido secreto, la consideraban demasiado mayor (tenía 32 años) y el hecho de que fuera española no convencía a la opinión pública.

Por un lado, al tratarse de un país manejado por una dictadura (a la que la familia de la novia era muy cercana), además del pasado histórico entre nuestro país y Bélgica con el emperador Carlos I de España y sus sucesores. Sin olvidar que los belgas acababan de perder sus territorios en el Congo (actual República Democrática del Congo), en un momento crítico para el Estado que no quería grandes fastos ni celebraciones.

placeholder Jaime de Mora y Aragón, el rey de Marbella. (Revista Tiempo)
Jaime de Mora y Aragón, el rey de Marbella. (Revista Tiempo)

Una oposición que no frenó la boda, que se celebró el 15 de diciembre de 1960 en la catedral de San Miguel y Santa Gúdula de Bruselas. Ganándose la reina Fabiola, con el paso el tiempo, el cariño de los ciudadanos, que la veían como una mujer educada, elegante, discreta, solidaria. Precisamente en esa boda tuvo lugar la segunda gran polémica pública de su vida.

El propio hermano de la novia, Jaime de Mora y Aragón, fue vetado de este enlace. Las razones eran de peso para la época: su fama de mujeriego, de 'bon vivant' con la moral débil y ser considerado un rebelde. Aunque, sobre todo, se debió a la venta del diario de la futura reina a la revista 'Paris Match' días antes de su boda. Unas páginas que no se publicaron, pero que dinamitaron la relación entre ellos.

placeholder Detalle del vestido de novia de Fabiola de Bélgica. (Cordon Press)
Detalle del vestido de novia de Fabiola de Bélgica. (Cordon Press)

Al igual que la venta de la invitación de boda de su hermana a la prensa, aduciendo (como reflejó Paloma Barrientos en esta crónica sobre Jaime de Mora) que nadie podría "viajar hasta Bruselas y hacerte pasar por mí". Aunque quizás la gota que colmó el vaso fue su acuerdo económico con Jaime Peñafiel. "Fabiola era una desconocida hasta que se hizo público el compromiso. Yo conocía a Jaime y a cambio de un dinerito nos abrió las puertas de la casa familiar a Hermida y a mí", narró el periodista.

Un enlace donde, más allá de polémicas, el vestido de novia de la nueva reina de los belgas marcó la historia de la moda. Un espectacular diseño de Cristóbal Balenciaga, amigo de la familia, que fue guardado en secreto durante semanas en los talleres de la Gran Vía de Madrid del modista de Getaria, siendo el primer enlace real que pudo verse en directo por televisión en Europa. Por desgracia, la pareja real no tuvo hijos tras sufrir 5 abortos, falleciendo sin descendencia el rey en 1993.

placeholder  Fabiola de Bélgica, al lado de Isabel II, en una imagen de archivo. (Getty)
Fabiola de Bélgica, al lado de Isabel II, en una imagen de archivo. (Getty)

Precisamente por el aborto también fue criticada entre la sociedad belga, ya que se consideró que su ultracatolicismo influyó mucho en la decisión del entonces monarca (tío del actual rey Felipe de Bélgica) para dejar el trono del país durante 36 horas en 1990, evitándole tener que firmar la ley del aborto que se había aprobado en el Parlamento.

Sin embargo, su último gran escándalo llegó dos años antes de su fallecimiento. La maniobra de crear una fundación en 2012, bajo el nombre de Fundación Pereos, para atender a sus sobrinos y a fines solidarios y católicos. Una decisión altruista que tenía más trasfondo, dado que a la par que organizaba sus bienes, liberaba a sus herederos de pagar los impuestos por la herencia.

placeholder Fabiola de Bélgica, a su llegada a la catedral de la Almudena en la boda de los reyes Felipe VI y Letizia en 2004. (Getty)
Fabiola de Bélgica, a su llegada a la catedral de la Almudena en la boda de los reyes Felipe VI y Letizia en 2004. (Getty)

Las críticas no tardaron en llegar, incluyendo la del primer ministro del país, que aseguró: "Dada la posición de la reina y su dotación pública, esta fundación plantea un problema ético". Una polémica que se saldó con la renuncia a esta idea y un comunicado por su parte en el que explicaba que nunca tuvo la intención de financiar esta fundación con los fondos procedentes de su dotación, sino con los bienes que recibió en herencia de su familia y de su padrino.

Finalmente, la reina madre de Bélgica murió en 2014 dejando un legado de cariño entre los ciudadanos de su país de adopción. Además de la imagen de un funeral de Estado con honores donde sonó una salve rociera.

A lo largo de las últimas semanas, la actualidad internacional ha estado marcada por el fallecimiento de la reina Isabel II. Un acontecimiento que nos ha hecho recordar a otra de las grandes reinas que marcaron el siglo XX en Europa. Hablamos de Fabiola de Mora y Aragón, posteriormente conocida como la reina Fabiola de Bélgica.

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