De Noruega a Dinamarca pasando por España: así han 'menguado' las casas reales

“La princesa Marta Luisa quiere contribuir a una distinción más clara entre sus propias actividades y la conexión con la Casa Real. Por tanto, la princesa renuncia a sus funciones oficiales y no representará a la Casa Real”. Así rezaba el encabezado del comunicado que este martes la corte noruega hacía llegar a los medios. En él se daban todos los detalles de la nueva situación a la que se enfrenta la hija de Harald y Sonia. Siguiendo los pasos de Dinamarca, Suecia o España, la familia real noruega ha decidido menguar para su supervivencia.

En este caso, la decisión de los reyes está justificada, después de que la princesa haya hecho negocios con su título. A todo ello, hay que sumarle su próxima boda con el chamán Durek Verrett, al que no ven con buenos ojos en el país. Sus declaraciones, asegurando que los niños tristes tienen más posibilidades de tener cáncer, así como su apoyo a las pseudociencias, han llevado a que incluso miembros del Gobierno lo hayan criticado abiertamente. De hecho, aseguró haberse curado del coronavirus gracias a The Spirit Optimizer, una medicina creada por él mismo hecha a base de ingredientes naturales y que se vende por 200 euros la unidad. El secretario de Estado del Ministerio de Salud y Bienestar de Noruega, Ole Henrik Krat Bjørkholt, no dudó en catalogarlo de "estafador peligroso".

A pesar de la polémica, “el rey ha decidido que la princesa conservará su título, pero la princesa Marta Luisa y su prometido Durek Verrett no utilizarán el título en sus actividades comerciales”, continuaba esta publicación oficial. Y añadía: “El rey y la reina desean agradecer a la princesa Marta Luisa el importante esfuerzo que ha realizado a través de su trabajo oficial durante décadas. Ha llevado a cabo su trabajo con esmero, calidez y gran compromiso".

Por su parte, la princesa también colgaba un vídeo en su red social oficial como princesa en el que expresa que no continuará con sus deberes oficiales y lo delegará en otro miembro de su familia. Aclaraba que hará esta distinción entre su papel comercial y su título de princesa, y que como persona formada en fisioterapia respeta la medicina tradicional, aunque ve “la medicina alternativa como un suplemento importante” a esta. Además de que espera con esta renuncia “que esto traiga mayor paz tanto para la Casa Real en su importante obra” como “para mi prometido Durek Verrett y para mí”.

No ha sido la Noruega la única en dar este paso este año. El 2022 será un año que Margarita II recordará. No solo ha celebrado su 50 aniversario en el trono, se ha enfrentado al coronavirus por segunda ocasión o ha perdido a su prima y amiga Isabel II. También tomaba hace unas semanas una drástica decisión para reformular la estructura de la familia real. Siguiendo la estela de otras monarquías, la soberana, que ahora es la única mujer sentada en un trono europeo tras el fallecimiento de la reina de Inglaterra, comunicaba su decisión de retirar los títulos de príncipes de Dinamarca a cuatro de sus nietos, los hijos del príncipe Joaquín, quienes a partir de ahora serán conocidos como condes de Monpezat.

En su comunicado, la Casa Real danesa dejaba claro que la reina "quiere crear el marco para que los cuatro nietos puedan moldear sus propias vidas en mucha mayor medida, sin verse limitados por las especiales consideraciones y obligaciones que implica una afiliación formal a la Casa Real como institución". Y destacan que su decisión "está en línea con adaptaciones similares que otras casas reales han implementado de diferentes maneras en los últimos años". La pionera en este fenómeno de 'achicar' la familia real fue precisamente la española.

Cuando en 2014 accedió al trono, don Felipe decidió que solo su esposa, sus hijas, sus padres y él mismo formarían parte del núcleo duro de la Corona, la llamada familia real. Las infantas Elena y Cristina, hasta entonces miembros de ese grupo, pasaban a ser familia del Rey, como lo habían sido las infantas Pilar y Margarita. Una decisión que se entendía en el caso de Cristina, debido a sus problemas judiciales por el caso Nóos, y que supuso un daño colateral para Elena, quien desapareció de la agenda institucional debido a los escándalos de su hermana.

La familia real española cuenta ahora con pocos representantes institucionales. Don Felipe y doña Letizia son quienes llevan la carga de la agenda, mientras que doña Sofía cumple con algún que otro acto. Don Juan Carlos también asumió alguna responsabilidad tras la abdicación; sin embargo, después de su jubilación en 2019 y de su posterior marcha a Abu Dabi, ya no se cuenta con él. Por su parte, la Princesa de Asturias y la infanta Sofía son todavía menores de edad y están centradas en sus estudios, por lo que aún quedan algunos años para que las podamos ver asumiendo compromisos oficiales.

Otro monarca que tomó la decisión de reducir la familia real fue Carlos XVI Gustavo de Suecia, quien en octubre de 2019 presentaba el nuevo organigrama de los Bernadotte, eliminando de un plumazo a cinco miembros de la fotografía oficial. El rey manifestaba que solo los hijos de la heredera, en este caso Estelle y Oscar, eran miembros de la Corona, dejando fuera a los hijos del príncipe Carlos Felipe y a los de la princesa Magdalena. Asimismo, decidía que Leonore, Nicolas, Adrienne, Alexander y Gabriel ya no tuvieran el tratamiento de altezas reales, solo de altezas. Como el príncipe Julian, tercer hijo de Carlos Felipe y Sofía, nació posteriormente a este cambio, ya lo hizo como su alteza el príncipe Julian.

A la espera de Carlos III

Durante los últimos años de vida de Isabel II, se especuló mucho con que Carlos quería reducir radicalmente a la familia real. Ahora que ha muerto su madre, son muchos los expertos que esperan ese cambio por parte del rey. La idea principal del nuevo rey era quedarse solo con Camila, sus hijos y sus esposas; sin embargo, tras la marcha de Harry y Meghan Markle en 2020, ese plan se fue al traste. El Reino Unido, así como la Commonwealth, necesitan de un gran número de personas para poder atender todas las necesidades. De ahí que ahora se tengan más en cuenta a la princesa Ana y a los condes de Wessex.

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Quienes sí que parece que van a desaparecer de la lista principal son los primos de Isabel II, el duque de Kent, los duques de Gloucester y la princesa Alexandra, quienes debido a su avanzada edad ya casi no asumen responsabilidad institucional. También Andrés permanecerá apartado de la Corona debido a su escándalo sexual.