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Guerra fría en la corte danesa: la escisión familiar de Margarita II, Federico y Joaquín
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Guerra fría en la corte danesa: la escisión familiar de Margarita II, Federico y Joaquín

Durante años se ha hablado de problemas familiares entre los miembros de la familia real danesa. Ahora, la decisión de Margarita II lo confirma

Foto: Margarita de Dinamarca, junto a Federico y Joaquín. (Getty)
Margarita de Dinamarca, junto a Federico y Joaquín. (Getty)

Hay guerras reales que se libran públicamente y otras que se llevan en el más absoluto secreto. En el grupo de las primeras encontramos al príncipe Harry y Meghan Markle, quienes se han enfrentado a la Corona británica en numerosas ocasiones, con entrevistas, pódcast y documentales, sacándoles a los Windsor los colores ante los medios. Y en el otro extremo está la que actualmente se vive en Dinamarca, una batalla hasta ahora silenciosa entre los miembros de la familia que ha saltado por los aires tras una decisión tomada por la reina Margarita este mismo miércoles.

En un comunicado que nadie esperaba, ni los propios protagonistas, la soberana anunciaba su intención de retirar los títulos de príncipes de Dinamarca a cuatro de sus nietos, los hijos de Joaquín, a partir del próximo 2023. ¿La justificación oficial? Hacerles un favor a Nicolás, Félix, Henrik y Athena: "Con su decisión, Su Majestad la Reina quiere crear el marco para que los cuatro nietos puedan moldear sus propias vidas en mucha mayor medida, sin verse limitados por las especiales consideraciones y obligaciones que implica una afiliación formal a la Casa Real como institución".

placeholder El príncipe Joaquín, junto a su esposa y sus cuatro hijos. (CP)
El príncipe Joaquín, junto a su esposa y sus cuatro hijos. (CP)

Sin embargo, hay mucho más detrás de este paso dado por Margarita, tal como asegura el historiador y periodista danés Jacob Heinel Jensen: "Hay una crisis entre las familias en el Palacio Real. La familia del príncipe Joaquín ya ha aguantado suficiente. Se sienten maltratados. Y se están quitando las caretas. Es hora de llamar a las cosas por su nombre". Una teoría en la que coinciden muchos de los corresponsales que siguen a la familia real danesa, y que llevan viendo desde hace años cómo se está apartando a Joaquín y a su familia de la Corona.

El primer indicio que se tuvo de esta guerra fría en Dinamarca fueron unas palabras pronunciadas en julio de 2020 por la princesa Marie, que con poco dio a entender mucho. Era en enero de 2019 cuando el matrimonio, con los dos hijos en común que tienen, Henrik, de trece años, y Athena, de diez, se mudaban a París por un periodo de seis meses. Los vástagos mayores de Joaquín se quedaban en Dinamarca, con su madre, Alexandra Manley. El movimiento se vio como algo natural, siendo Marie francesa, y se justificó con que al príncipe se le había ofrecido un curso militar en l'École Militarie. Lo que iba a ser un semestre se convirtió en un traslado permanente después de que Joaquín entrara a trabajar como agregado de Defensa en la embajada francesa.

placeholder Margarita de Dinamarca, con Joaquín, sus cuatro hijos y Marie. (Getty/Patrick van Katwijk)
Margarita de Dinamarca, con Joaquín, sus cuatro hijos y Marie. (Getty/Patrick van Katwijk)

Todo parecía normal, unos príncipes que querían buscar una vida más allá. Sin embargo, Marie aseguraba en la citada entrevista a 'Se og Hor', cuando le preguntaban acerca de por qué se mudaron: "No somos siempre nosotros los que decidimos". Cuando el periodista intentó ahondar más en el asunto, la princesa se mostró tajante: "No somos los que decidimos. Creo que es importante que se sepa". En ese mismo artículo, la publicación dejaba claro que "Joaquín está de acuerdo con las palabras de Marie acerca de que no fue su decisión mudarse a Francia. El príncipe pone énfasis en que él nunca tuvo deseos de vivir en París".

Las palabras de Marie coparon pronto los titulares de los medios daneses, preguntándose quién o quiénes habían decidido apartar a la familia de Dinamarca. Se especuló con un posible conflicto con el príncipe Federico. Desde hace años es sabido que la relación entre hermanos no es la mejor, y que Joaquín siente envidia de la atención que reciben los herederos y sus hijos por su condición, mientras él queda relegado a un segundo plano. Precisamente, del papel del segundón hablaba el príncipe en una nueva entrevista, esta a 'Point de Vue' en mayo de 2021.

"Para el príncipe heredero, es suficiente seguir el curso de los acontecimientos. Pero nada se define del papel del repuesto y su esposa, ni por escrito ni oralmente. Mi padre experimentó la misma insatisfacción y nunca logró obtener una aclaración sobre su lugar en la familia real", confesaba el príncipe Joaquín, que, además, lanzaba un pequeño dardo a su familia: "Estar callado no es hipócrita, eso quizás explica por qué Dinamarca es el país más feliz del mundo. Seguramente es porque no queremos problemas".

Las palabras de Joaquín se veían como las quejas habituales de un segundón, y no tenían mayor trascendencia en la prensa danesa. Sin embargo, tras la decisión de Margarita, el príncipe ha sacado las garras públicamente por sus hijos. Ya no hay silencios que valgan. Preguntado por el asunto, el benjamín de la soberana aseguraba que “nunca es divertido ver a tus hijos siendo maltratados así”, y confesaba que los cuatro “se encuentran en una situación que no comprenden”. Además, negaba la información de la Casa Real acerca de que este tema estaba sobre la mesa desde mayo: “Me avisaron con cinco días de antelación. En mayo solo presentaron un plan, que básicamente decía que cuando los niños cumplieran 25 años sucedería. Athena va a cumplir 11 en enero”.

No ha sido Joaquín el único que ha elevado su voz para defender el derecho de los cuatro nietos. Alexandra, primera esposa de Joaquín y madre de Nicolás y Félix, aseguraba a las pocas horas de conocerse la noticia: “Todos estamos confundidos por la decisión. Estamos tristes y en estado de shock. Los niños se sienten marginados. No pueden entender por qué les están quitando su identidad". Lejos de mantenerse en silencio, como pidió la Casa Real "por el bien de la institución", Alexandra volvía al ataque el jueves: "Están perdiendo su identidad. Es muy difícil para unos niños y unos jóvenes. El príncipe Nicolás me llegó a preguntar: '¿Qué pondrá ahora en mi pasaporte?'. Nunca van a tener una vida normal. Y si hacen algo estúpido, siempre va a repercutir a la Corona".

Precisamente, Nicolás, de 23 años, ha hablado también públicamente sobre el asunto: "Toda mi familia y yo, por supuesto, estamos muy tristes. Estamos, como también han dicho mis padres, conmocionados por esta decisión y por lo rápido que realmente ha sido. Estoy muy confundido sobre por qué tiene que suceder así”. Queda claro, pues, que el paso tomado por Margarita no ha sentado bien a esa parte de la familia, si bien Federico y Mary lo defienden. En su acto de este viernes, la heredera se paraba a hablar con los medios para asegurar: "El cambio puede ser extremadamente difícil y puede doler mucho. Creo que la mayoría de la gente lo ha comprobado, pero esto no quiere decir que la decisión no sea la correcta”.

De aquellos polvos...

No es la primera vez que Margarita II se enfrenta a un problema familiar de este tipo. Su marido, el fallecido Henrik, le declaró la guerra de forma abierta en dos ocasiones. La primera fue en 2002. Harto de ser solo el príncipe consorte y viendo que su primogénito ya tenía un papel más importante que él en la corte, sufrió un ataque de celos que lo llevó abandonar Dinamarca e instalarse en el château de Cayx, que tiene la familia en Francia. ¿El motivo? En ausencia de la reina, Federico había sido designado como anfitrión de la cena de Año Nuevo en vez de él. Henrik alegó sentirse "degradado y humillado por esa decisión".

"Durante muchos años he sido el número dos de Dinamarca y he estado satisfecho con ese papel, pero no quiero quedar relegado al número tres después de tantos años", anunció a la prensa. Viendo el enfado de su marido, Margarita viajó hasta Francia junto a sus dos hijos para convencerle de que regresara, pero él quiso tomarse un tiempo más, ausentándose incluso de la boda de Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda. Finalmente, y viendo que sus quejas no obtenían resultado, Henrik volvió al lado de su mujer, aunque en su cabeza seguía rondando la idea de convertirse en rey.

placeholder Margarita y Henrik, en 2016. (Reuters/Henning Bagger)
Margarita y Henrik, en 2016. (Reuters/Henning Bagger)

Los años pasaron y Henrik de Dinamarca continuaba con sus quejas acerca de su situación institucional, hasta que en 2017 se vivió el gran escándalo. El consorte de Margarita aseguró públicamente que no quería ser enterrado al lado de su esposa en la catedral de Roskilde, ya que no era merecedor porque no tenían el mismo rango. "La reina me toma por tonto. Si ella quiere que me sepulten a su lado, tiene que nombrarme rey consorte, eso es todo", se atrevió a decir en una especie de chantaje público a su esposa, pues bien sabía que Margarita es una mujer muy religiosa que durante años había organizado con mucho detalle el funeral de ambos, llegando a encargar un moderno sepulcro al escultor Bjørn Nørgaard.

El príncipe no tuvo ningún problema en juzgar a su mujer e incluso le recriminó su actitud: "Mi esposa no me ha mostrado el respeto que una esposa ordinaria debe mostrar a su cónyuge. Mi mujer decidió que ella quería ser reina, y estoy muy contento por eso; sin embargo, como persona, debe saber que si un hombre y una mujer están casados, entonces son iguales. [...] Es mi esposa la única que puede hacer algo al respecto", concluyó. Henrik fallecía a los pocos meses, el 13 de febrero de 2018, sin haber visto hecho realidad su sueño de convertirse en rey, pero cumpliendo Margarita sus últimas voluntades: que sus cenizas descansen en los jardines del palacio de Fredensborg, como él quería.

Los celos y la insatisfacción están a la orden del día en la corte danesa. Veremos si hay alguna reacción por parte de Margarita II o si, por el contrario, lo dejará pasar como hizo con el príncipe Henrik, imponiendo su voluntad como reina.

Hay guerras reales que se libran públicamente y otras que se llevan en el más absoluto secreto. En el grupo de las primeras encontramos al príncipe Harry y Meghan Markle, quienes se han enfrentado a la Corona británica en numerosas ocasiones, con entrevistas, pódcast y documentales, sacándoles a los Windsor los colores ante los medios. Y en el otro extremo está la que actualmente se vive en Dinamarca, una batalla hasta ahora silenciosa entre los miembros de la familia que ha saltado por los aires tras una decisión tomada por la reina Margarita este mismo miércoles.

Federico de Dinamarca
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