El vídeo de Mohamed VI en Rabat para forzar el olvido de sus cuatro meses de estancia en París
Las redes sociales afines al palacio real muestran al rey de Marruecos circulando en coche por Rabat con la ventanilla abierta y prestándose a hacerse selfies con los transeúntes
El rey Mohamed VI está de vuelta en Marruecos y sigue siendo igual de querido por los marroquíes. Ese es el mensaje que desde el palacio real han querido difundir, distribuyendo un vídeo en el que se ve al monarca, el viernes pasado, circulando por Rabat a bordo de un todoterreno, con la ventanilla abierta y prestándose a hacerse selfies con algunos transeúntes que, cuando lo ven, gritan: “¡Viva el rey!”. Rara vez han sido distribuidas imágenes como estas del rey en su país.
Tras más de cuatro meses de estancia en París, solo brevemente interrumpida para presidir un Consejo de Ministros y grabar un par de discursos, el soberano alauí regresó a Marruecos justo antes del 8 de octubre para presidir en la mezquita Hassan de Rabat una ceremonia religiosa con motivo del aniversario del nacimiento del Profeta (Aid Al-Mawlid Annabaoui). El viernes 14 inauguró además, como es tradición, la sesión de otoño del Parlamento.
La prolongada ausencia de Mohamed VI, así como el vídeo en el que se le veía dando tumbos de noche en una calle de París, puesto en circulación el 24 de agosto, dieron mucho que hablar en Marruecos, aunque todos los medios de comunicación omitieron el tema.
“Ahora todas las miradas están puestas en el palacio, donde llama la atención un fenómeno político que sin embargo no es nada nuevo: las intrigantes ausencias del rey Mohamed VI, un monarca absoluto de derecho divino y auténtico jefe del poder ejecutivo”, escribió el 12 de octubre el periodista independiente marroquí Omar Brouksy en el diario parsino 'Orient XXI'. “Si bien no son nuevos, estos eclipses reales parecen haber desbordado la esfera privada para convertirse, a ojos de muchos marroquíes, en un fenómeno de poder preocupante y difícil de descifrar”, añadía.
La prensa francesa afín al palacio real sí salió en tromba a defender al soberano alauí. El semanario ‘Jeune Afrique’ explicó su estancia en Francia porque deseaba estar cerca de su madre, Lalla Latifa, enferma de cáncer y que sigue un tratamiento en un hospital parisino. ‘Africa Intelligence’ dedicó, el 20 de septiembre, un largo artículo para explicar cómo teletrabajaba desde el palacete que compró en 2020, cerca de la Torre Eiffel, o desde el castillo de Betz, a 75 kilómetros al noreste de la capital.
Desde principios de año, el monarca ha pasado algo más de cinco meses en el extranjero, primero en febrero y marzo, en Pointe Denis, en su residencia al borde del mar en Gabón, desde donde redactó el comunicado que recogía la carta del presidente Pedro Sánchez alineándose con la postura de Marruecos en el conflicto del Sáhara Occidental. Después, desde el 1 de junio hasta principios de octubre, residió en sus dos propiedades en Francia.
El vídeo del viernes en el que el rey, vestido con una chilaba amarilla, se desplaza acompañado por pocos escoltas a bordo de un todoterreno gris que se para en los semáforos, donde las vecinas de Rabat aprovechan para hacerse las fotos, es un contrapunto a esas otras imágenes grabadas en verano en París y que perjudicaron a la monarquía. Las autoridades marroquíes sospechan que fueron tomadas, o por lo menos adquiridas, a instancias de los servicios secretos de Argelia, que las difundieron a través de jóvenes saharauis simpatizantes del Frente Polisario.
De lo que no cabe duda es que el vídeo del viernes, rodado en el barrio rabatí de Agdal, lleva el sello informal del palacio real. Lo firma Soufiane el Bahri, un misterioso joven de Salé, ciudad pegada a Rabat, que durante años (2008-2020) llevó, por encargo de la Casa Real, las redes sociales y transmitió una imagen altamente positiva de Mohamed VI. Difundió, sobre todo a través de Instagram y Facebook, donde cuenta con 3,4 millones de seguidores, cientos de fotos y vídeos del rey saludando a inmigrantes marroquíes en medio mundo -nunca en Marruecos-, convaleciente tras sus intervenciones quirúrgicas, de visita turística con la que fue su esposa hasta 2018, Lalla Salma.
Soufiane el Bahri explicó a los periodistas que le preguntaban que aquellos que se retrataban con el rey le hacían después llegar sus fotos para que las diera a conocer, pero en realidad se las suministraba el palacio real. Su propósito era dar una imagen del monarca más cercana y amable que la que imponía el protocolo en Marruecos.
El que se presentaba a sí mismo como “el primer admirador del rey” cerró sus páginas en redes sociales en julio de 2020 sin dar ninguna explicación convincente. Poco después fue a visitar Moulay Hicham, primo del rey de Marruecos, apodado el 'príncipe rojo' porque es crítico con cómo Mohamed VI conduce el país, e hizo pública esta audiencia.
El 25 de mayo de 2021 Soufiane el Bahri fue detenido tras participar, a la salida de un restaurante en una conocida zona de ocio, en una trifulca nocturna. Acusado de “ebriedad en un espacio público, causar disturbios e insultar a funcionarios públicos, además de ultraje a una institución”, en alusión a la policía, fue condenado a un año de cárcel e ingresó en prisión. En enero pasado Mohamed VI le indultó, junto con otros 637 reos, con motivo de una fiesta, la del Manifiesto por la Independencia.
Hace unos meses, Soufiane el Bahri ha reabierto sus redes, pero en ellas coloca no solo imágenes de su admirado rey, sino también de la princesa Lalla Salma y hasta de Moulay Hicham, el 'príncipe rojo'. Este aparece en un vídeo cantando y bailando, junto a un artista callejero, al ritmo de 'Twist and Shout', una canción que popularizaron los Beatles.
“Así me relajé en una calle de Montreal”, escribió el príncipe en Instagram, después de haber presentado en septiembre su nuevo libro ‘Pacted Democracy in the Middle East: Tunisia and Egypt in comparative perspective’ (La democracia pactada en Oriente Medio: Túnez y Egipto en una perspectiva comparada) en la Universidad de Laval.
El rey Mohamed VI está de vuelta en Marruecos y sigue siendo igual de querido por los marroquíes. Ese es el mensaje que desde el palacio real han querido difundir, distribuyendo un vídeo en el que se ve al monarca, el viernes pasado, circulando por Rabat a bordo de un todoterreno, con la ventanilla abierta y prestándose a hacerse selfies con algunos transeúntes que, cuando lo ven, gritan: “¡Viva el rey!”. Rara vez han sido distribuidas imágenes como estas del rey en su país.
- Mohamed VI: un rey divorciado, con problemas de salud y con un heredero en formación Inés Gutiérrez
- La efímera estancia de Mohamed VI en Rabat: un discurso y regreso de nuevo a París Ignacio Cembrero
- Mohamed VI vuelve a París: vacaciones, chequeo médico y la frágil salud de su madre Ignacio Cembrero