Camila, radiante en Ascot mientras Carlos III se deshace de los caballos de Isabel II

Si hay una pasión que Camila ha compartido siempre con su difunta suegra, esa es la de su amor por los caballos. Isabel II adoraba acudir a carreras de hípica y Ascot era una cita ineludible para ella. Tras su muerte, ahora es la reina consorte, Camila, quien ha tomado las riendas para ser la figura representativa de la realeza en este tipo de actos.

Este pasado sábado, Camila no dudó en acudir al Día de los Campeones Británicos de QIPCO en Ascot, la cita hípica que incorpora las 35 principales carreras del calendario británico de carreras de caballos.

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N.T.

Muy sonriente, la esposa de Carlos III escogió para la ocasión un vestido midi con cuerpo en color blanco de cuello redondo que contaba con una pequeña abertura en forma de V y falda en tono azul marino, que combinó con un abrigo en tonos azul marino y blanco de Bruce Oldfield, así como con un sombrero de Philip Treacy a juego. Destacaba también en su estilismo, una gargantilla de perlas de cuatro cadenas unidas con un broche redondo de diamantes.

Los expertos reales no dudan de que ella será quien a partir de ahora asuma este papel de manera habitual en este tipo de eventos en torno al mundo del caballo. Es una gran jinete y además es presidenta del Ebony Horse Club, una organización benéfica de equitación.

Por su parte, Carlos III ha heredado cerca de 24 caballos de carrera y unas 80 yeguas de cría pertenecientes a su madre. Pero según afirma este domingo 'Daily Mail', el rey habría decidido vender este mes, mediante subasta en Tattersalls, una de las casas de subastas equinas más importantes del mundo, 12 de los mejores caballos de carreras que heredó de Isabel II. Entre ellos se encontraría Love Affairs, el último caballo ganador de la reina en Goodwood dos días antes de su muerte. También Just Fine, el campeón que a principios de este mes hizo historia al convertirse en el primero en dar una victoria en una competición hípica al nuevo monarca.

La idea del suegro de Kate Middleton sería, según las fuentes consultadas por 'Daily Mail', cesar la cría de los caballos a escala comercial a través de la reducción progresiva del número de estos animales a lo largo de tres años. Así, según una de las fuentes, “la cuadra real podría convertirse en un museo en tres años”, algo que, asegura, “sería una lástima”.

Otra fuente real ha confirmado al medio británico que aunque el padre del príncipe Guillermo y el príncipe Harry reducirá la cantidad de caballos que tiene en propiedad, “la conexión entre la familia y la industria de las carreras de caballos continuará". "El deseo es continuar con las tradiciones y las conexiones con Royal Ascot, pero no en la misma escala que Su Majestad".

La reina generalmente vendía alrededor de siete caballos al año, por lo que la venta prevista para este mes representa un gran aumento.

La decisión de Carlos III llama en un principio la atención, ya que es sabida la gran devoción que su madre sentía por estos animales. No parece ser de la misma intensidad la pasión de Carlos III por ellos, pues considera que el coste que conlleva es demasiado alto.