¿Qué es el neuroma de Morton que sufre doña Letizia? Una experta nos da las claves

El pasado miércoles, Día de la Hispanidad, doña Letizia aguantaba una hora y media subida a sus salones de tacón fino de Magrit sin apenas moverse, reprimiendo estoicamente el dolor que eso le supone. Tuvo que hacer tres paradas durante el besamanos y ahora que hemos hablado con la presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España, Elena Carrascosa Romero, hemos entendido por qué.

La propia reina Letizia confesaba, en un corrillo de periodistas, que sufre del llamado neuroma de Morton en su pie izquierdo, además de tener metatarsalgia crónica desde hace años. La metatarsalgia es una afección común en la población, que “afecta en un 85% a mujeres y aparece por unos cambios de distribución en la presión del antepié”, según nos ha confirmado Elena Carrascosa. Sus factores son principalmente “el exceso de tacón, el tacón mantenido o la punta estrecha”, que conlleva que se “produzca un dolor en la parte anterior del pie, en los huesos metatarsianos, que son esa almohadilla grasa plantar que es la que se inflama y empieza a dar molestias”, nos asegura la podóloga. Una zona que podemos situar justo “antes de los dedos”, puesto que la “metatarsalgia afecta a la zona delantera del pie”.

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Tras la metatarsalgia, Letizia ha sufrido una patología que se llama neuroma de Morton, “cuya principal causa es la falta de espacio”. Como nos explica la presidenta del Colegio Oficial, “es un engrosamiento del nervio que aparece entre el tercer y cuarto de los huesos metatarsianos, que está sometido a presión. Una degeneración del nervio que consiste en un engrosamiento del tejido y que también es conocido como neuroma interdigital o plantar”. Carrascosa nos explica que lo que ocurre es “una degeneración del nervio digital plantar que se acompaña de fibrosis, ese nervio se fibrosa y se inflama. Por tanto, es una tumoración, pero benigna, no es un tumor en sí, sino un engrosamiento del tejido que rodea al nervio”.

La experta nos cuenta que “la clínica de esta patología es un dolor agudo en la zona, acorchamiento, adormecimiento y calambres o parestesia (dedos dormidos). Lo más característico es que la paciente tiene que descansar y masajearse el pie porque si no el dolor no cede”, de ahí la posibilidad de que la Reina tuviera que hacer tres descansos durante la recepción, porque no puedes aguantar el dolor que irradia y se producen calambres.

Como afirma Elena: “El paciente se tiene que descalzar y masajearse un poco la zona. Es muy indicativo del neuroma. A veces este dolor se describe como una arruga dentro del calcetín o de la media, pero Letizia no suele llevar medias, suele llevar el zapato desnudo”. Sin haberle hecho un diagnóstico afirma que “desconocemos si tiene dedo en garra, si tiene juanetes… pero esa falta de espacio en el zapato genera el neuroma de Morton, es una neuropatía por compresión, que produce esa degeneración del nervio. El zapato no tiene la suficiente capacidad para que ella se sienta cómoda dentro”.

Cuáles serían las soluciones posibles ante esta patología que está sufriendo la Reina, le preguntamos a nuestra experta. “Evidentemente, un calzado más amplio”, nos responde sin dudarlo y aclara: “Ya no de tacón, sino amplio de puntera”. “Un zapato más acorde a la fisionomía de nuestro pie, el enemigo número uno es el calzado de punta estrecha y tacón, que es, por lo que vemos, de lo que está abusando Letizia”.

Carrascosa nos explica que “no tiene por qué ser bilateral el neuroma, por lo que podría sufrir metatarsalgia crónica en ambos pies y que solo haya desarrollado el neuroma en uno. El origen es un calzado inadecuado. La metatarsalgia es un síndrome, es dolor en la zona del antepié y luego hay que ver cuáles son los motivos, si es por un incremento de la actividad, de peso, un calzado inadecuado”.

Este verano ha tratado de renunciar a los tacones y, según la experta, esto podría significar “que haya tratado de introducir alguna silicona para separar el espacio metatarsiano o plantillas a medida, algún sistema dentro de los zapatos, porque en los zapatos estrechos que lleva la Reina es inviable meter ninguna plantilla podológica. Sería aconsejable que haya seguido alguna terapia, haya estado en manos de algún profesional o se haya hecho algún tratamiento”. Además de estos procedimientos, también nos explica la podóloga que “se puede infiltrar, puede haber hecho fisioterapia tipo radiofrecuencia o terapia láser o infiltración ecoguiada (que va justo a la zona del neuroma en el nervio), que son los tratamientos específicos para el neuroma de Morton”.

“Son desaconsejables los zapatos de suela muy fina, los de suela muy blanda y los zapatos con exceso de tacón y punta estrecha, que son nefastos para el pie. Estiliza mucho la pierna, acorta el gemelo…”, asegura esta experta. Según Elena Carrascosa, “si todos estos tratamientos fallan, se puede hacer una cirugía ecoguiada con anestesia local para liberar ese ligamento transverso profundo, que es bastante sencilla. Eso también depende del tamaño del neuroma, que se puede comprobar con una prueba de imagen o bien ecográfica o resonancia. En función de ese tamaño, hay veces que hay que recurrir a una cirugía para eliminar el neuroma, una exéresis, que supone retirar el engrosamiento de tejido”.

“La cirugía ecoguiada es relativamente sencilla, luego ya la exéresis del neuroma es asumible, pero conlleva una baja médica porque no se puede apoyar el pie en el suelo, requiere una inmovilidad. La incorporación a la vida laboral en el primer caso es bastante fácil, sin embargo, en el segundo en función del tamaño condiciona el postoperatorio. Con la primera, es cortar el ligamento, pero el neuroma sigue, se elimina el problema compresivo. Pero si el neuroma es excesivamente grande, el mejor tratamiento va a ser quitarlo”, asegura la experta. Si la Reina no se plantea una cirugía, “quizá sí pueda plantearse una liberación del nervio con anestesia local. Habitualmente se adoptan tratamientos conservadores, primero los menos intrusivos, que apenas tienen efectos secundarios, pero cuando fallan es cuando se recurre a las cirugías”, aclara Carrascosa.

Es importante conocer cada caso, asegura como profesional: “También hay que controlar los factores etiológicos, como un dedo en garra, juanete, pie excesivamente volcado, defecto de pisada, adelgazamiento de la almohadilla grasaplantar, acortamiento de gemelos…”. La experta recomienda que ante cualquier dolencia o patología en el pie acudamos siempre a profesionales titulados y colegiados, como ha sido el caso de Letizia.