Meghan Markle, chica de portada para hablar de la muerte de Isabel II

En las últimas semanas, hemos visto cómo los miembros de la familia real británica, sin excepción, han recuperado la normalidad tras el largo luto por el fallecimiento de la monarca. Y es algo que también han hecho los Sussex. Y no solo porque después de un mes de parón se retomaba la emisión del pódcast 'Archetypes', conducido por las duquesa, sino porque mucho más sorprendente es que Meghan Markle ha vuelto a protagonizar la portada de una revista, para la que además no ha dudado en hablar de la muerte de Isabel II y lo que su figura significó para ella.

La publicación es 'Variety', la misma que iba a concederle un premio a mediados de septiembre por su labor filantrópica y ese pódcast en el que ha contado con invitadas como Paris Hilton, Mariah Carey o Serena Williams. Y aunque los planes se truncaron por el fallecimiento de la reina Isabel, eso no impidió que la exactriz sea la chica de portada del número de la revista. Un reportaje acompañado de una extensa entrevista y un reportaje fotográfico cuya autora no ha sido elegida al azar. Como tampoco lo han sido los retratos que ilustran esta nueva aparición estelar, comenzando por el que va en la primera página, con una Meghan Markle angelical que parecer hablar con seres celestiales.

No solo por la mirada y el fondo tenue en tonos pastel. No podemos evitar que el collar que luce, una gargantilla tubular dorada tipo choker, nos recuerde mucho a esas aureolas que suelen ponerse sobre las cabezas de los santos en la iconografía cristiana. Y, lógicamente, tampoco podemos evitar pensar que no es un detalle fortuito, sino que se ha querido dar desde la producción esa imagen de bondad infinita que el entorno de la propia Meghan Markle lleva defendiendo desde que se conociera su relación con el príncipe Harry.

Pero el look de la portada no es el único que se ha colocado la duquesa de Sussex para protagonizar este número de 'Variety'. Dentro vemos muchos más estilismos y algunos de alta costura, como un diseño en azul de la colección 'ready to wear' otoño-invierno 2022 de Carolina Herrera, un vestido largo de Galvan London o este otro de Jason Wu.

Pero no solo de looks y fotos se nutre este reportaje. Meghan Markle habla, y mucho, sin evitar prácticamente ningún tema. El que más interés ha suscitado ya, a pesar de que no hace mucho se publicaba la portada, es la figura de Isabel II y su reciente fallecimiento. La duquesa de Sussex se refiere a la abuela de su marido como un ejemplo de liderazgo femenino y no duda en compartir el sentimiento familiar: "Estoy muy agradecida de haber podido estar con mi esposo para apoyarlo, especialmente durante ese tiempo. Lo que es tan hermoso es mirar el legado que su abuela supo dejar en tantos frentes. Siento una profunda gratitud por haber podido pasar tiempo con ella y conocerla. Reflexioné sobre ese primer compromiso oficial que tuve con ella, lo especial que fue. Me siento afortunada y sigo orgullosa de haber tenido esa bonita cercanía con la matriarca de la familia".

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Eso sí, hay un tema que la exactriz no aborda con tanta soltura, por lo que se desprende de sus palabras. Hablamos de aquella entrevista que concedió, junto al príncipe Harry, a Oprah Winfrey y el terremoto que supuso, tanto en la prensa británica como en la propia familia real. Meghan confiesa que su primer acontecimiento social tras salir en televisión fue una semana después. Concretamente, la celebración del cumpleaños de su amiga Gloria Steinem.

Y admite que estaba un poco nerviosa por las reacciones, aunque se le pasó con el primer saludo de una de las invitadas: "Pamela Adlon se me acercó y me saludó con tanta calidez y amabilidad. Recorrió conmigo la habitación y, a cada paso, se sentía más generosidad y amor. Estas mujeres fueron extraordinarias para asegurarse de que me sintiera tan bienvenida. Es como si supieran exactamente lo que necesitaba sentir en ese momento". Una confesión que indica que Meghan no estaba especialmente satisfecha con su intervención y con las acusaciones vertidas contra la familia real.

Y por si alguien tiene alguna duda, Meghan Markle asegura que no volverá a trabajar como actriz. Era una de las teorías que estaban encima de la mesa cuando se supo que los Sussex se habían instalado en California, en uno de los barrios más exclusivos de Los Ángeles, antes de mudarse a Santa Bárbara. Pero de momento es una posibilidad que no contempla, a pesar de que la veamos tan cómoda y feliz ante las cámaras de 'Variety'. Eso sí, confiesa que no le importaría que uno de sus hijos le dijera que es a lo que quiere dedicarse en el futuro.

No falta, por supuesto, un análisis de su historia de amor y todo lo que está haciendo junto al príncipe Harry: "Gran parte de cómo mi esposo y yo vemos las cosas es a través de nuestra historia de amor. Creo que eso es con lo que la gente de todo el mundo se conectó, especialmente con nuestra boda. La gente ama el amor. Y nuestra definición de amor es realmente amplia: amor de pareja, amor propio, amor de comunidad y familia. Usamos eso como la línea de base del tipo de programas y documentales que queremos que salgan".