La próxima visita internacional que recibirán don Felipe y doña Letizia en el Palacio Real

La agenda internacional de los Reyes está a tope. La pasada semana cumplían con una visita de Estado a Alemania y ya sabemos que a finales de año doña Letizia viajará a Hollywood para inauguar la nueve sede del Instituto Cervantes. Hay otros planes que Casa Real todavía no ha confirmado, pero lo que sí sabemos desde Vanitatis es que, a principios de noviembre, Sus Majestades recibirán la visita de un mandatario latinoamericano. Hablamos de Mario Abdo Benítez, presidente de Paraguay, que viajará a España acompañado por su mujer.

Será una breve visita la del matrimonio paraguayo a nuestro país, pero está previsto que los Reyes de España ofrezcan en su honor un almuerzo en el Palacio Real el día 3 de noviembre. Tras un besamanos en el que participarán las autoridades españolas y representantes de ambos países, se celebrará en el comedor real un ágape. Los almuerzos con líderes internacionales son habituales en la agenda real; de hecho, el año pasado lo ofrecieron en honor al presidente de Chile, al presidente y la primera dama de Colombia, y al presidente y la primera dama de Angola.

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Doña Letizia ya conoce de ocasiones anteriores al presidente Abdo y a su esposa, Silvana López Moreira, pues en noviembre del año pasado realizó una visita de cooperación al país que no estuvo exenta de polémica. La Reina fue criticada por llegar a Asunción con el chaleco rojo de la Cooperación española, que no se quitó durante los tres días que estuvo en tierras paraguayas. En muchos de esos actos la acompañó la primera dama, y su última parada fue un almuerzo con el matrimonio en el palacio presidencial.

Aunque era la primera vez que estaban juntas, no era la primera vez que el nombre de Silvana López Moreira saltaba a los titulares tanto dentro como fuera de sus fronteras, debido a un drama familiar que sacudió a todo Paraguay. Seguro que recuerdan, en junio de 2021, cómo un edificio en Miami colapsó, derrumbándose y acabando con la vida de unas 100 personas. Pues bien, entre los fallecidos se encontraba la hermana de la primera dama paraguaya, Sophia, además de su marido, el empresario Luis Pettengill, sus tres hijos de tres, seis y nueve años y la niñera de los pequeños.

Lógicamente, Silvana de Abdo no tardó en viajar a Miami tras conocer la noticia del derrumbe del Champlain Towers South, aunque los cuerpos no fueron repatriados hasta mediados de julio, tres semanas después del fallecimiento, debido a un complicado y largo proceso burocrático que hizo aún más dura la tragedia familiar. Silvana no dudó entonces en agradecer las muestras de cariño que recibió de todos los rincones del mundo a través de sus redes sociales, tomándose unas semanas de descanso para digerir las pérdidas.

La primera dama retomaba su agenda un tiempo después y lo hacía con la misma actividad que siempre había tenido y defendiendo los temas por los que ha trabajado desde 2018 en su despacho del palacio presidencial, la infancia y los derechos de las mujeres, especialmente las de comunidades rurales. Así, son dos temas que tiene en común con la reina Letizia y que trataron durante su primer encuentro, hace casi un año, además de la triste coincidencia de que ambas han perdido una hermana en trágicas circunstancias.

Y aún hay un punto más que conecta a las dos, además de ser las esposas del jefe de Estado en cada uno de sus países. Cuando Mario Abdo asumió la presidencia de la república en 2018, todos los ojos se pusieron entonces en su mujer, en su estilo y en el diseño que había escogido para la toma de posesión. Su abrigo blanco impoluto no pasó desapercibido y rápidamente empezaron a salir las comparaciones con otras primeras damas como Melania Trump. Y entre ellas no faltaron las que establecían similitudes entre su estilo y el de la reina Letizia, por ser ambas partidarias de líneas sobrias, sencillas y elegantes.

Eso sí, durante el viaje de cooperación de Letizia a Uruguay, en el que tuvieron su primer encuentro, nos quedamos sin ese esperado 'duelo de estilo' entre Silvana Abdo -apellido que adoptó tras el matrimonio con el mandatario- y la Reina. Y es que el chaleco rojo de cooperante fue el protagonista en todos los looks de esta última durante su estancia en el país. Esta vez sí podremos ver a ambas luciendo cuidados estilismos adecuados a la cita en el Palacio Real y seguro que sus mejores sonrisas.

Adentrándonos en Silvana Abdo más allá de su drama familiar, de estos cuatro años como primera dama destaca el afán por no ser solo la mujer del presidente de la república y tener una función propia. Como decíamos, es muy activa en redes sociales, donde comparte todo su trabajo, centrado en los más pequeños y en las mujeres, apoyando a través de su perfil a las artesanas, emprendedoras y las comunidades indígenas del país, donde se desplaza a menudo para conocer el trabajo de las diferentes organizaciones o echar una mano si es necesario, repartiendo mantas, alimentos o lo que corresponda en cada ocasión.

Un amor recuperado

Y no podemos pasar por alto su vida familiar y su curiosa historia de amor con Mario Abdo, al que conoció en su juventud. Aunque tuvieron que esperar algunos años para casarse, puesto que no lo hicieron hasta 2007, y después de haberlo hecho cada uno por su lado, con finales no muy felices. Silvana había estado casada con José Félix Ugarte, un adinerado ganadero con el que tuvo tres hijos, Félix, Sebastián y Victoria. Por su parte, el hoy presidente paraguayo estuvo casado con Fátima María Díaz Benza, con quien tiene otros dos niños. Los dos se divorciaron prácticamente a la vez y quisieron darle una segunda oportunidad al amor que vivieron años antes, casándose y añadiendo un hijo en común a su ya numerosa familia.

Aunque no era su primera toma de contacto con el poder, ya que Silvana es nieta de Nicolás Bo, uno de los hombres del régimen de Alfredo Stroessner, dictador de Paraguay de 1954 a 1989. De ahí que su familia y su nombre no fueran en absoluto desconocidos para los ciudadanos cuando se convirtió en la primera dama, un punto que tiene en común con otra royal, Máxima de Holanda, a la que durante muchos años persiguió el fantasma del vínculo de su padre, Jorge Zorreguieta, con la dictadura de Videla.