Los reyes Felipe y Letizia, entre figuras políticas y música de Verdi en la gran noche del Real
El estreno de la nueva temporada del recinto hizo vibrar a los presentes, entre los que se encontraban personalidades de la esfera social y política, de Isabel Díaz Ayuso a Isabel Preysler
La temporada lírica comenzaba oficialmente este lunes con el estreno de la ópera 'Aida', de Giuseppe Verdi, en el Teatro Real de Madrid. Desde hace unos años, los Reyes presiden este acto cultural que se convierte en el centro de interés social y en ocasiones hasta político. El perfil de asistentes es muy variado. Están los que verdaderamente son melómanos de tradición, disfrutan de la música, tienen abono y procuran no perderse ninguna representación; y, por otra parte, los de nueva hornada, que acuden porque queda bien. Antes de la pandemia, un empresario del Ibex contaba en la copa posterior que disfrutaba de la ópera, pero que, en más de una ocasión, habría preferido quedarse en su casa.
El año pasado, los Reyes no pudieron cumplir con esta cita que forma parte de su agenda oficial, ya que viajaron a La Palma para dar su apoyo a las víctimas de la tragedia del volcán de Cumbre Vieja. Esa vez, la reina Sofía fue la que se encargó de representar a la Corona y volverá a repetir presidencia en los premios BMW de pintura en los que en cada edición la CEO de la firma, Pilar García de la Puebla, sorprende a los convocados.
Esta vez, la inauguración de la temporada fue a lo grande. Oficialmente, esta comenzó con el 'Orfeo', de Philip Glass, el pasado septiembre en los teatros del Canal, que tiene sus sinergias con el Real. El motivo del retraso tenía que ver con temas logísticos relacionados con obras menores. Hay que recordar que este foro operístico fue el primero que abrió en el mundo tras la pandemia con 'La traviata'. Un hito histórico que supuso el reconocimiento del mundo musical y artístico a los responsables del teatro.
A las siete de la tarde fueron ocupando sus butacas los primeros convocados que no querían perderse la llegada de los Reyes, quienes, puntuales, hacían acto de presencia a la hora marcada entre aplausos. Se oían gritos de 'viva el Rey' mientras Sus Majestades saludaban a los representantes de las instituciones que esperaban en la puerta dispuestos en su orden protocolario. Esta vez, al contrario de lo que ocurrió el Día de la Hispanidad, el Rey no tuvo que esperar y saludó a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, a los ministros Iceta y Escrivá, al alcalde Martínez-Almeida y a la presidenta de la Comunidad. En estas apariciones, Isabel Díaz Ayuso prefiere no hacer declaraciones relacionadas con su cargo. Al preguntarle que cómo le daba tiempo a aparecer conjuntada y bien peinada, contestó que ya era una experta en peinarse ella misma. De su vida personal prefirió no profundizar y solo declaró: “Me encuentro muy bien”.
Una vez dentro del teatro, los Reyes subieron al palco presidencial y tras escuchar el Himno Nacional, otra vez hubo aplausos de los asistentes. A continuación comenzó la representación de una 'Aida' con una puesta en escena espectacular y unos protagonistas excepcionales en esta primera ópera de la temporada. Jamie Barton (Amneris), Krassimira Stoyanova (Aida), Piotr Beczala (Radamés), Alexander Vinogradov (Ramfis), Carlos Álvarez (Amonasro) o Jaquelina Livieri (la gran sacerdotisa), que una vez que finalizó la obra saludaron a los Reyes. Hubo un cóctel en el entreacto con dos espacios diferenciados y sin posibilidad de mezclarse, como sucede en otras ocasiones cuando es la reina Sofía la protagonista.
Esta vez, los Reyes tuvieron a su alrededor a los políticos en ejercicio, algunos de los patronos del Teatro Real, presidentes de empresas como Manuel Terroba (BMW), Francisco Ivorra (ASISA), Javier Sánchez Prieto (Iberia), Ignacio Ybarra (Vocento) y Rosauro Varo (Acciona), que coincidieron en señalar lo espectacular de la ópera. Vargas Llosa e Isabel Preysler también compartieron espacio con los Reyes. El comentario general de los que pudieron ver en vivo y en directo a la Reina era su musculatura tanto en brazos, espalda y pantorrillas, que nada tenía que envidiar a una deportista de élite.
En otro de los salones, donde suelen hacer las fiestas las empresas que alquilan el recinto para sus premios o convocatorias el mundo más social, se encontraban Miriam Lapique con su hijo Felipe y su nuera Amelia Millán; los hermanos Cortina Lapique, quienes están revolucionando el mundo del vino con la bodega y los viñedos Pagos de Villagarcía; Paloma Segrelles; la princesa Nora de Liechtenstein, feliz por el éxito que está teniendo su hija, Teresa Sartorius, ocupada con la explotación de la finca de Extremadura como centro wellness; Iñaki Gabilondo y Lola Carretero, que replicaban la espectacularidad de esta 'Aida'; la marquesa de Vega de Anzo, Pilar García de la Puebla; el empresario Antonio Fournier y su hermana Marta; Emiliano Suarez y Carola Baletzena, y Carmen Lomana.
También estuvo presente Esperanza Aguirre, que se ha convertido en colaboradora en el programa de Risto Mejide. Explicaba que aunque en su día “me daban mucha caña, ahora me divierto y lo paso bien. Nunca pensé que me quisieran en ese programa. Pero así es la vida”.
La temporada lírica comenzaba oficialmente este lunes con el estreno de la ópera 'Aida', de Giuseppe Verdi, en el Teatro Real de Madrid. Desde hace unos años, los Reyes presiden este acto cultural que se convierte en el centro de interés social y en ocasiones hasta político. El perfil de asistentes es muy variado. Están los que verdaderamente son melómanos de tradición, disfrutan de la música, tienen abono y procuran no perderse ninguna representación; y, por otra parte, los de nueva hornada, que acuden porque queda bien. Antes de la pandemia, un empresario del Ibex contaba en la copa posterior que disfrutaba de la ópera, pero que, en más de una ocasión, habría preferido quedarse en su casa.