El despiste de Leonor, la emoción de su familia y otras anécdotas de los Premios Princesa de Asturias

Tarde de gran emoción la que se ha vivido este viernes en Oviedo, con las gaitas como banda sonora por antonomasia de una jornada más que especial. Un año más, el teatro Campoamor ha acogido una de las citas más esperadas por los Reyes y sus hijas. Y un año más, la ceremonia ha dado lugar a numerosos detalles y curiosidades. El despiste de Leonor o la emoción de su familia han sido los protagonistas de algunas de las anécdotas vividas en los Premios Princesa de Asturias, en una tarde llena de alegría para premiados e invitados.

De Sofía a Sofía

Eran las 18:30 de la tarde cuando la familia real llegaba al teatro Campoamor, que ha recuperado el esplendor tras la celebración reducida que se realizó el año pasado. Y ahí ya comenzábamos a ver esos detalles que las cámaras no tienen tan fácil captar y que en un primer momento se pasan más por alto. El primero, protagonizado por la reina emérita y su nieta más pequeña. Porque de protocolo pocos saben más que doña Sofía, así que no dudaba en indicarle a la otra Sofía, la hija pequeña de los Reyes, que tenía que dejar saludar primero a su hermana, la princesa Leonor.

El fallo de protocolo de doña Sofía

Claro que, unos minutos después, era la reina emérita quien tenía un pequeño despiste sobre la alfombra azul. Se colocaba en la foto al lado del rey Felipe, sin darse cuenta de que ese era el sitio destinado a la princesa Leonor. La heredera, al intentar posar, no tenía problema en indicar a su abuela que tenía que echarse a un lado para que ella entrara en el posado.

La altura de los Borbón

No hay duda de que los genes que han heredado Leonor y Sofía, en cuestión de altura, proceden de su familia paterna. Las dos ya han superado a la reina Letizia hace tiempo. Y si a eso le sumamos que para esta edición de los Premios Princesa de Asturias, la Reina escogió un tacón mucho más bajo que otros años, el resultado es que en las fotografías de la entrada en el teatro Campoamor, había una gran diferencia entre Letizia y su hija pequeña, situada a su lado. Y aunque está acostumbrada a verla todos los días, parece que la altura de Sofía, que este viernes se subía por primera vez a unos tacones, ha sorprendido incluso a su propia madre, ya que ha realizado una pequeña broma con la que se han reído las dos.

Coincidencias estilísticas

Precisamente, la llegada de la familia desvelaba los estilismos de los cinco miembros que han asistido, con el azul como protagonista en la reina Sofía, don Felipe y la Infanta, y el blanco y el negro en Letizia y Leonor. Y ahí descubríamos las coincidencias estilísticas de la noche. Por un lado, la que unía a las dos abuelas de Leonor, que han acudido a la ceremonia con un traje de chaqueta en color azul, ambos muy parecidos. Por otro, la de la reina Letizia, que se presentaba con un vestido que ya habíamos visto en Sassa de Osma en 2018.

Letizia, siempre pendiente

No es raro que la Reina retoque los estilismos de sus hijas en actos oficiales. Un tirante de Leonor, el pelo de Sofía... Cualquier detalle que se escape a lo previsto en los looks siempre es corregido por doña Letizia, que permanece atenta a cualquier fallo. Y esta noche de premios no ha sido una excepción. Antes de acceder al interior del teatro, hemos visto cómo la Reina colocaba uno de los mechones sueltos del peinado de la Princesa de Asturias, ese original moño que recogía dos trenzas laterales y que coronaba su look, protagonizado por un vestido bicolor de Michael Kors.

El gesto de cariño de Leonor

El hall del Campoamor siempre es fuente de estos detalles y anécdotas que en un principio pasan más desapercibidos. Aunque la reina Sofía suele entrar junto a los Reyes y sus dos nietas, es el lugar donde se separa de ellos para subir al palco desde donde siempre disfruta de la ceremonia. En el momento de la despedida, podíamos ver cómo la Princesa de Asturias se despedía de ella con un cariñoso gesto, dedicándole una caricia en el hombro antes de que se dijeran adiós para que diera comienzo la entrega de premios.

Una Reina muy flamenca

Al recoger el Premio Princesa de Asturias de las Artes, Carmen Linares y María Pagés no han dudado en ofrecer una pequeña actuación al público que abarrotaba el teatro. Voz y baile que han sido puro sentimiento y que toda la familia ha aplaudido al terminar. Pero especialmente la reina Letizia ha disfrutado con el número, visiblemente emocionada y contenida ante el arte de ambas.

La emoción por Leonor

Tras la entrega de los galardones, llegaba uno de los momentos más esperados de cada edición, el discurso de la heredera. Como es habitual, no ha faltado algún toque personal, aludiendo a los 17 años que está a punto de cumplir, o a los intereses y preocupaciones que tiene a su edad. Mientras, podíamos ver cómo su madre la miraba con orgullo desde su asiento y cómo su abuela materna, Paloma Rocasolano, no podía evitar las lágrimas. Una imagen que también se dio durante el debut de la heredera, en 2019.

El despiste de la Princesa

Era, sin duda, la gran anécdota de la tarde en el teatro Campoamor. Al terminar su discurso, durante el que se la pudo notar algo nerviosa, volvió a ocupar su asiento, recibiendo la felicitación de su padre y un aplauso del público. Bien por lor nervios, bien como acto reflejo, la propia Leonor se ponía a aplaudir también, por lo que don Felipe no dudaba en señalarle que ella no tenía que hacerlo. Al darse cuenta del error, la heredera pedía perdón y se reía, provocando las carcajadas de su padre y dando lugar a unas divertidas imágenes.

Con este gesto, don Felipe y su hija mayor volvían a demostrar la complicidad que los une. De hecho, no muchos minutos después, en su discurso, el propio monarca se refería a sus hijas, a cómo están aprendiendo y dando pasos para su futuro, mirándolas con orgullo y afecto. Era uno de los últimos momentos que vivíamos en esta nueva edición de los Premios Princesa de Asturias, la cita más esperada del año.