Máxima de Holanda, en Grecia: perlas y vestido bicolor con homenaje

Este lunes, 31 de octubre, ha comenzado a primera hora de la mañana la visita de Estado de los reyes de Holanda a Grecia. Era la noche del domingo cuando Guillermo y Máxima aterrizaban en el aeropuerto de Atenas a bordo del avión del Gobierno con motivo de este viaje de tres días.

La pareja real era de lo más madrugadora y en torno a las ocho y media de la mañana daban por iniciado su viaje de Estado con una ofrenda floral en el monumento al Soldado Desconocido en la plaza Syntagma de Atenas. Un monumento para conmemorar a los soldados muertos en situaciones de guerra. Motivo este, en concreto la guerra de Ucrania, que ha sido el detonante de que este viaje de Estado haya tenido que ser pospuesto desde marzo hasta ahora. La visita de Estado se cancelaba a finales de 2021 debido a la pandemia y, posteriormente, volvía a ser cancelada por el estallido de la guerra en Europa.

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Este primer día, Máxima sorprendía con un vestido de la firma griega Zeus+Dione en un claro homenaje al país que visita. Un precioso diseño bicolor, con tonos tierra en contraste con el blanco. Se trata de un vestido de corte midi de manga larga con puño, que tiene escote de pico y juega con dos telas en diferentes colores, crudo y naranja, a la superposición. Como si fuera un vestido que lleva incorporado un abrigo ligero. Las mangas son ligeramente abullonadas en el hombro y el puño, y la falda cuenta con pliegues que le otorgan un ligero vuelo.

Máxima está muy acertada en esta ocasión, en la que ha llevado un tocado con red. Un diseño que, según los expertos, sería de la firma Philip Treacy hecho a medida, y que cuenta con forma de gota de la que salen unas flores decorativas, todo ello en color blanco. En los pies, la argentina ha optado por unos stilettos en color crudo con transparencias de punta con gran tacón. Como bolso, un clutch de mano a juego con los zapatos y el tocado. La reina Máxima ha utilizado como joyas grandes pendientes de perlas colgantes y un broche a juego. También lucía anillo con una perla de gran tamaño. En la mano llevaba guantes en color blanco a juego con los complementos.

Los reyes han acudido a Grecia con motivo de la invitación de la presidenta Katerina Sakellaropoulou, que tendrá lugar hasta el próximo 2 de noviembre. Esta misma mañana, el rey Guillermo aseguraba en Atenas que “venir a Grecia es como volver a casa, pero nos damos cuenta de que esta visita tiene un motivo diferente”. Esta visita se centrará en la innovación, la sostenibilidad, la migración y los derechos humanos. De hecho, el rey Guillermo Alejandro aseguraba que “el problema migratorio de Europa es nuestro problema. Su frontera es también nuestra frontera”.

Tras la ofrenda floral, los reyes han sido recibidos por la presidenta en el Palacio Presidencial. Tras esta reunión, los reyes tienen previsto hablar con el defensor del pueblo griego y holandés en el Instituto de los Países Bajos en Atenas. El defensor del pueblo griego ha estado trabajando con el holandés desde sus inicios en la salvaguardia de los derechos humanos de los ciudadanos y los inmigrantes.

Ya por la tarde, los reyes visitarán la Acrópolis y pasearán por los monumentos del Erecteion y el Partenón. Tras esta visita cultural, se reunirán con el alcalde de la ciudad, Kostas Bakoyannis, y acudirán a una recepción de la comunidad holandesa en Technopolis. Por la noche, Guillermo y Máxima se vestirán de gala para el banquete de Estado que tendrá lugar en el Palacio Presidencial, donde ambos jefes de Estado pronunciarán un discurso.

La noche de este domingo, Máxima no volvía a protagonizar las imágenes que recorrían el mundo cuando llegaba a Tanzania, sin maquillaje, dando lugar a una sorprendente estampa de lo más natural. En esta ocasión, la reina holandesa elegía una blazer a conjunto con un pantalón sastre y una blusa de la firma Natan de su armario en color beis oscuro.

La reina lucía un look monocolor con bolso beis de Sophie Habsburg de su colección y salones en color nude de nappa de Gianvito Rossi. También lucía guantes a juego y se colgaba de las orejas unos grandes pendientes de su joyero. Son los pendientes con forma de gardenia de la firma Buccellati Milan. Eso sí, estrenaba un nuevo collar de oro. Un diseño en forma de corazón con la inicial de su nombre (una M) en diamantes en el centro. Un diseño de la firma Foundrae, que tiene un precio aproximado de 9.000 dólares. Marca de la que Mette-Marit tiene un collar y que, tras su visita de Estado a Noruega, podría ser un obsequio quizá de su familia real.