Máxima, en su segundo día en Atenas: de firma holandesa y con broche de diamantes del siglo XIX
La reina de Holanda eligió la firma Claes Iversen para su segundo día de visita de Estado en Grecia y se decantó por una joya de diamantes con historia en la familia real
Máxima y Guillermo, reyes de Holanda, se encuentran en Grecia con motivo de su viaje de Estado de tres días. Este miércoles es el último día en el que los soberanos de los Países Bajos estarán en este país, visitando Tesalónica, en el que poseen una casa y que para ellos es como un segundo hogar, pues viajan todos los veranos en sus vacaciones privadas.
La reina volvía a sorprender con su acertado estilismo durante la tarde noche de este segundo día en Atenas. Este pasado 1 de noviembre, los reyes acudían a un espectáculo de danza en Megaron Mousikis, el Dutch Dance Theatre, en compañía de la presidenta Sakellaropoulou. Para la ocasión, Máxima rescataba de su armario un espectacular vestido de la firma Claes Iversen con escote asimétrico.
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Un vestido que cuenta con una sola manga, extralarga que cae hasta el suelo, pero del que la reina sacaba la mano por una pequeña abertura. Un escote que deja un hombro y un brazo al aire y con el que Máxima estaba especialmente acertada. Es un vestido hasta los pies que incluye un cinturón ancho decorativo con una gran hebilla metálica en forma rectangular. La argentina decidió decorarlo con una gran joya de la familia real holandesa, un broche del siglo XIX.
Se trata de un broche que a la reina holandesa ya le hemos visto lucir hasta en seis ocasiones antes -unas veces como broche y otra como adorno en el pelo- y cuya historia se remonta al año 1879, cuando el rey Guillermo III se casó con Emma de Waldeck-Pyrmont, quien recibe una horquilla de diamantes, también conocida como garceta. Un regalo de su cuñada Sophie que consta de 12 ramas de diamantes con pequeños diamantes de talla brillante.
Lo más curioso es que gracias a un accesorio especial, los brillantes parecen colgar sueltos de las ramitas, lo que les otorga movimiento. Un regalo que nos muestra cómo era la artesanía y la moda del siglo XIX, donde las damas aristócratas y de la realeza utilizaban sus horquillas ricamente decoradas para recoger el pelo. Solo se vio a la mujer del rey Guillermo III, Emma, en una ocasión con este regalo de su cuñada. Fue poco después de la muerte de su marido cuando posó vestida de luto con la garceta en el pelo.
Después, han sido la reina Juliana y la princesa Margriet de Holanda quienes han utilizado esta joya, hasta que en 2011 se la pudimos ver a la actual reina por primera vez. Máxima ha utilizado esta garceta en el pelo en una ocasión y otras seis veces, incluida esta última, como broche.
Tampoco es la primera vez que le vemos este vestido a al reina holandesa, pues ya lo estrenó en su visita de Estado a Singapur en 2018, un diseño de Claes Iversen que combinó en aquella ocasión con otro broche en el pecho. Sí utilizó entonces el mismo bolso de mano que ahora, un clutch a juego del que sale una llamativa borla. Los zapatos de salón que ha lucido Máxima también son de su zapatero, de la firma Gianvito Rossi en color burdeos a tono con el bolso. La mujer de Guillermo Alejandro optó por dejarse el pelo suelto con gran volumen en la parte delantera y lucir grandes pendientes a juego de diamantes con el broche.
Pero antes de acudir a este espectáculo de danza, Máxima lucía otro estilismo por el día. Un vestido capa de la misma firma Claes Iversen en color rosa palo que también pertenece a su vestidor y en el que en este ocasión le daba la vuelta a su cinturón, dejando la hebilla en la parte trasera. Un diseño que ya le habíamos visto en el Reino Unido, cuando lo estrenó durante el Día de la Jarretera en Windsor, cuando su marido fue condecorado caballero de la Orden y que entonces lució con tocado de platillo.
Después de dos diseños griegos en su primer día de visita de Estado en Atenas, Máxima se decantaba por la firma holandesa para su segundo día, tanto por el día como por la tarde noche. Por la mañana combinaba este vestido de corte midi con capa con una corona de laurel con flores de seda, un guiño a Grecia, que proviene del estudio de Fabienne Delvigne y que tiene una antigüedad de 12 años. La reina lo combinó en esta ocasion con un clutch de Hermès de su colección y salones de Gianvito Rossi de ante en color praliné.
El programa de este martes fue muy completo, pues visitaron una exposición en el centro cultural de la Fundación Stravros Niarchos sobre los derechos de la mujer, titulada ‘Resiliencia. Historias de mujeres que inspiran el cambio'. Después asistieron a una mesa redonda sobre la lucha contra la violencia de género y luego tocó el turno de un concurso sobre startups iniciativa de la embajada holandesa. La agenda estaba muy ajustada: a continuación vino la clínica oncológica Elpida del Hospital Infantil Paidon, donde estuvieron hablando con niños que sufren o han sufrido esta enfermedad.
Además, también asistieron a un concierto de niños refugiados de varios campos de acogida griegos, organizado por la ONG greco-holandesa Connect by Music. Los reyes visitaron un colegio público que, a través del programa Escuelas para Todos, apuesta por la integración y la aceptación de los niños de origen refugiado. El rey Guillermo visitó un centro de acogida que recibe a niños ucranianos tras la guerra con Rusia, mientras Máxima se dirigió al mismo tiempo a un centro de acogida para niñas menores no acompañadas de origen refugiado.
Máxima y Guillermo, reyes de Holanda, se encuentran en Grecia con motivo de su viaje de Estado de tres días. Este miércoles es el último día en el que los soberanos de los Países Bajos estarán en este país, visitando Tesalónica, en el que poseen una casa y que para ellos es como un segundo hogar, pues viajan todos los veranos en sus vacaciones privadas.