Así era la reina Sofía hace 70 años: de su Grecia natal a su papel de emérita

Nos encanta echar la vista atrás y recordar (o descubrir) cómo eran hace unos años algunos de los protagonistas de nuestra crónica social. Así, hemos repasado cómo era Lorena Castell en 'Salvemos Eurovisión' o la infancia de Virginia Troconis en su Venezuela natal.

Además de ver el cambio en los miembros de la realeza, como la evolución de la princesa Leonor y la infanta Sofía en el Día de la Hispanidad, precisamente hoy seguimos poniendo el foco en la familia real española en este particular 'viaje al pasado' para celebrar el 84º cumpleaños de la reina Sofía.

Así, echamos la vista atrás para ver cómo ha cambiado la madre de Felipe VI desde su infancia en Grecia hasta la actualidad. Una vida sobre la que sabemos muchos detalles e incluso curiosidades más desconocidas, pero que hoy queremos diseminar a través de 10 fotos. Sofía Schleswig-Holstein Sonderburg Glücksburg, princesa de Grecia y Dinamarca,​ nació el 2 de noviembre de 1938 en el Palacio de Psykhikó, cerca de Atenas.

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A los pocos meses de edad fue bautizada según la Iglesia ortodoxa griega, con la reina Isabel de Reino Unido (madre de Isabel II) y la reina Elena de Italia como madrinas, dejando constancia de los estrechos lazos familiares que unían a su familia con las casas reinantes europeas.

Los primeros años de su vida estuvieron marcados por el exilio, ya que la familia real griega tuvo que abandonar el país durante la II Guerra Mundial por la invasión de las tropas alemanas. Regresó al país helénico en 1946, tras una etapa en Egipto, Sudáfrica y sobre todo en Londres. Su tío, Jorge de Grecia, fue coronado rey ese mismo año. Sin embargo, su fallecimiento un año más tarde haría que el trono pasara a manos de los padres de Sofía, Pablo y Federica.

Una etapa feliz en Atenas, especialmente en el palacio de Tatoi, que lucha por recuperar su esplendor, que compaginaba con sus estudios en el colegio Schule Schloss Salem de Alemania. Una etapa familiar marcada por la cercanía con su padre, el rey Pablo de Grecia, que llenaba la casa de filosofía y música. Prueba de esa felicidad son las imágenes de su vida cotidiana, como la que vemos sobre estas líneas de 1950, hace más de 72 años.

Esta época de juventud daría un importante giro cuando se cruzó en su camino Juan Carlos de Borbón. Hijo del pretendiente a la corona de España, el anuncio oficial de su sucesión a Franco llegó en 1959. La princesa griega y el príncipe español se conocieron en el crucero Agamenón, un viaje organizado por Federica de Grecia para que los royals europeos se conocieran tras los años de distanciamiento en la posguerra.

"Me pareció un chico mono y joven, nada más", dijo la reina Sofía en una entrevista para la BBC sobre ese primer encuentro. Aunque después sí hubo algo más, dado que la pareja real se casó el 14 de mayo de 1962 en Atenas con tres ceremonias. La primera, por el rito católico en la catedral de San Dionisio Areopagita; la segunda, por lo civil en el Palacio Real; y la tercera, por el rito ortodoxo en la catedral Metropolitana de Atenas.

Sin embargo, un duro golpe personal le esperaba a la futura reina de España. Su padre, el rey Pablo de Grecia, falleció en 1964 tras el rápido avance de su cáncer de estómago. Además, tres años después llegaría otro momento complicado, con el exilio de su hermano Constantino II, entonces rey de Grecia, y del resto de la familia del país. Muy unida tanto a él como a su hermana Irene (que reside en España con ella), hace unos días hizo una visita a Grecia para apoyar a su hermano, que se recupera de un problema de salud.

La vida de la princesa de Grecia y Dinamarca volvió a virar en esa época. Confirmándose lo esperado, el 19 de julio de 1969 el dictador Francisco Franco designó al entonces príncipe Juan Carlos como su sucesor con título de rey. A su lado, los tres hijos que habían tenido en común: Elena, Felipe y Cristina.

Juan Carlos I fue proclamado rey de España el 22 de noviembre de 1975 y lució la reina consorte Sofía un espectacular diseño rosa de las hermanas Molinero. También estuvieron sus hijas, las infantas Elena y Cristina, y su sucesor, el heredero príncipe Felipe. Una etapa en la que dio comienzo su gran actividad institucional que aún mantiene a día de hoy.

Aunque quizás en lo personal fue más complicada por los testimonios y rumores que han circulado sobre las diferentes amantes y tradiciones de don Juan Carlos. Hechos que entonces no salían a la opinión pública y que no se fueron desvelando hasta décadas después.

Regresando a la protagonista, la reina Sofía se fue ganando el cariño de los ciudadanos con sus actos y eventos. Aquellos que la habían criticado por ser extranjera poco a poco fueron suavizando sus opiniones, conquistando a la opinión pública.

Así, la abuela de la princesa Leonor ha estado muy involucrada en temas de investigación científica, cooperación internacional, el apoyo a instituciones sociales y a organizaciones ecologistas, además de apoyar el trabajo de instituciones que ayudan a personas con diversidad funcional o a la Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción. Y también está su labor como representante del Estado, tanto en actos celebrados en España como en el extranjero.

Años centrados en su familia y en su trabajo como parte de la Corona española, tras los que llegó un nuevo cambio vital. La boda del príncipe Felipe con Letizia Ortiz, el 22 de mayo de 2004, era el primer paso hacia la transición de las labores oficiales de sus padres hacia el Príncipe de Asturias.

Lo que pocos podrían haber imaginado entonces es que la abdicación de Juan Carlos, con el consiguiente efecto para su esposa, llegaría solo 10 años después. Una decisión marcada por los escándalos personales y económicos del anterior monarca y la sombra del caso Noós con Iñaki Urdangarín y la infanta Cristina rondando.

Aunque en el plano personal, esta etapa también parece ser de las más felices para la reina Sofía, en este caso en su papel de abuela. Sus tres hijos le ha brindado un total de 8 nietos a los que está muy unida. No solo en el plano público, como es el caso de la princesa Leonor y de la infanta Sofía, sino también en la esfera privada con los hijos de la infanta Elena y de la infanta Cristina.

La familia de Felipe VI no parece estar tan unida en este momento como en otras etapas, con la infanta Cristina en Suiza y don Juan Carlos en Abu Dabi. Sin embargo, la reina Sofía se ha coronado como el nexo de unión entre la mayoría de ellos. Dejándose ver en Mallorca con la princesa Leonor y Sofía, pero también con los jóvenes Urdangarin en sus momentos más duros.

Lo decíamos hace unas líneas: el 'adiós' a su reinado llegaría en 2014. Sin embargo, hablamos más de un cambio que de una despedida, dado que la reina Sofía ha continuado teniendo una agenda oficial con visitas y encuentros como representante de la Corona. Eso sí, lo hace bajo el título de reina emérita.

El Gobierno aprobó entonces un real decreto para modificar el que regula el régimen de títulos, tratamientos y honores de la familia real española, variando el original de 1987. El monarca tendrá "título honorífico de rey, con tratamiento de Majestad", así como la reina, aseguró entonces la vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría. Eso sí, pasando en el protocolo real a estar detrás de la princesa Leonor.

Ahora, a sus 84 años, mantiene una activa agenda oficial con actos como la entrega del Premio de Historia de Órdenes Españolas y también en su faceta privada, con amistades internacionales como la princesa Al Joharah este verano en Mallorca. Toda una vida con diferentes etapas, cambios, alegrías y penas donde algo ha permanecido casi inamovible: su característica media melena.

Además, nos despedimos con un punto más sobre su trayectoria. El informe Vanitatis sobre la Casa Real de este año revela que la reina Sofía se mantiene como una de las personalidades más queridas y respetadas por los españoles. Un apoyo que se confirma con diferentes encuestas de los últimos años, donde su popularidad no decae. Un detalle muy revelador sobre la consideración en su papel de reina y ahora como reina emérita u honorífica.