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Sobriedad, lírica y un discurso apasionado: los detalles de la visita de los Reyes al Liceo de Barcelona
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Sobriedad, lírica y un discurso apasionado: los detalles de la visita de los Reyes al Liceo de Barcelona

Sus Majestades han presidido el acto central del 175 aniversario del Círculo del Liceo con la presencia de personalidades de la sociedad catalana

Foto: Los Reyes, en el Liceo de Barcelona. (Casa Real)
Los Reyes, en el Liceo de Barcelona. (Casa Real)

Guiris sangría en mano, curiosos de todo tipo, una señora despistada gritando algo sobre Puigdemont... Todo ello mezclado con la ‘very high’ de Barcelona, que vestía sus mejores galas para recibir a los Reyes este viernes en el Liceo. En las Ramblas. El zoo humano más particular de la capital catalana aguardaba a Sus Majestades para que cruzaran raudos las Puertas del Cielo, las que Jaume Plensa acaba de instalar en la entrada del Gran Teatre del Liceu.

Allí se ha celebrado el 175 aniversario del Círculo del Liceo y don Felipe y doña Letizia han asistido al acto en el que se congregaron 420 personas, miembros de las casas más nobles y antiguas de la ciudad. Todo muy tradicional. La Reina, con un Carolina Herrera que resaltaba su piel morena y espectacularmente brillante, destacaba entre las damas barcelonesas por su juventud y su porte. Porque la media de edad era alta, una de las asignaturas pendientes de esta institución.

placeholder Los Reyes presiden el acto de celebración del 175 aniversario del Círculo del Liceo. (EFE/Marta Pérez)
Los Reyes presiden el acto de celebración del 175 aniversario del Círculo del Liceo. (EFE/Marta Pérez)

Los Reyes fueron recibidos por el presidente del Gran Teatre del Liceu, Salvador Alemany; el ministro de Cultura, Miquel Iceta; el teniente de alcalde socialista, Jaume Collboni; y la delegada del Gobierno en Cataluña, María Eugenia Gay. Doña Letizia saludó con especial cariño a Iceta, que estaba en su salsa puesto que su familia entronca con algunos de los apellidos que allí se congregaron.

Foto: Los Reyes, en el Liceo de Barcelona. (LP)

Allí estaban una espectacular Susana Gallardo con su marido, el expolítico francés Manuel Valls; Javier Godó, conde de Godó, con su mujer; Elena Barraquer, Carlos López Lamadrid... Un sinfín de rostros conocidos por los entendidos, porque si una cosa caracteriza a esta sociedad civil catalana es su discreción.

placeholder Los Reyes, en el interior del Liceo. (Casa Real)
Los Reyes, en el interior del Liceo. (Casa Real)

Con una seriedad tan silenciosa que sorprendía, la gala arrancó con la entrega de medallas a los cuatros anteriores presidentes del Círculo: Salvador Alemany, Carlos Cuatrecasas, Joan Anton Maragall e Ignacio García-Nieto. De todos los discursos, destacó el de Cuatrecasas, conocido por su pasión al hablar y defender sus ideas. “España y Cataluña tienen un gran Rey, aunque algunos no quieran reconocerlo”, dijo entre aplausos y vítores de los allí presentes. Tras un recital lírico y el pase de un documental, los Reyes asistieron a una cena ligera cerrada a los medios. Al terminar el acto, tenían previsto volver a Madrid.

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Vestían todos de rigurosa gala, con vestidos clásicos que parecían directamente salidos de los talleres de Tot-Hom. La peluquería Hair Time bullía desde primera hora de la tarde. Nos lo contaba su fundador, Fran Siles, quien nos decía que había horas reservadas para maquillaje y peluquería desde hacía semanas. Como manda la tradición y la invitación -ellas de largo y ellos con esmoquin-, los invitados no alcanzaron nunca altos decibelios. Hablamos de uno de los lugares más clásicos de Europa, el club privado más antiguo del continente.

placeholder Los Reyes, con los galardonados con las Medallas de Oro del Círculo del Liceo en el acto de celebración del 175º aniversario de su fundación. (Casa Real)
Los Reyes, con los galardonados con las Medallas de Oro del Círculo del Liceo en el acto de celebración del 175º aniversario de su fundación. (Casa Real)

Un espacio con historia

El Círculo del Liceo es una institución en Barcelona, un lugar inaccesible para la gran mayoría. Este oasis en plenas Ramblas era, hace apenas 20 años, un lugar vetado incluso para las mujeres, que solo podían acceder al lugar con el permiso de los hombres. Fue en 2001 cuando todo cambió con una renovación que impulsó la batalladora Montserrat Caballé, que hizo del acceso de las mujeres en el Círculo su propia guerra.

Esta institución cambió sus estatutos, anclados en el pasado, y en febrero de 2001 nueve mujeres, encabezadas por la soprano, reclamaron ser socias del lugar. Una batalla más, esta vez perdida, en la guerra que librara Caballé. Porque pese a que los nuevos estatutos del Círculo del Liceo ya permitían el acceso a mujeres, las 10 primeras candidatas que optaban a convertirse en socias, entre las que estaba la soprano, no lograron el 65% de votos necesarios y, por lo tanto, fueron rechazadas.

placeholder La reina Letizia, entregando uno de los galardones. (Casa Real)
La reina Letizia, entregando uno de los galardones. (Casa Real)

A las cinco semanas se produjo una reunión, que duró casi ocho horas, en la que la junta directiva discutió sobre lo sucedido. La cuestión se cerró, finalmente, con dimisiones de los cargos y el nombramiento de una nueva junta que permitió la entrada como socias de pleno de derecho a estas diez mujeres y las que quisieran. Para ser socio del Círculo hay que pagar la inscripción de 4.800 euros, una cuota, pasar una entrevista y contar con el aval de cuatro socios.

Un tesoro escondido

Socias o no socias, ahora entrar en el Círculo es más sencillo que antaño, sobre todo si uno va invitado. Y la invitación bien vale la pena. Este lugar es un pase a otros tiempos. En un rincón del Teatre del Liceu reformado tras aquel devastador incendio de 1994, el Círculo es un tesoro escondido. Aunque se salvó de las llamas, aprovecharon la ocasión para reformarlo. Y las obras de arte que albergaba (y lucen ahora sus mullidas paredes) se guardaron en otro palacio especial, el de la Virreina. Ahora, las obras más importantes de Ramón Casas decoran las paredes con una iluminación perfecta, ya sea de día o de noche, y nos transportan al momento de belleza en el que fueron creadas esas pinturas.

Con unos 1.000 socios (el 10% mujeres), el Círculo se ha ido adaptando a los nuevos tiempos y uno de los ‘saraos’ que más atrae a todos es el Baile de Máscaras que organizan los jóvenes y que cuelga el cartel de llenazo en cada edición. Esta fiesta de carnaval recupera la tradición de los antiguos bailes de máscaras que se celebraban en el Gran Teatre del Liceu y el Círculo del Liceo desde mediados del siglo XIX hasta los años 80 del siglo XX. El presidente de la institución es Ignacio García-Nieto, abogado y economista que dirige el grupo financiero Riva y García.

placeholder El rey Felipe entrega una de las condecoraciones. (Casa Real)
El rey Felipe entrega una de las condecoraciones. (Casa Real)

Él y su hermano Borja (expresidente el Círculo Ecuestre) son dos grandes nombres en la Barcelona exclusiva, esa que sabe moverse en cualquier escenario. Ignacio y Borja son dos hombres simpáticos, con don de palabra y capacidad de convocatoria, por lo que no es de extrañar que el Gran Baile de Máscaras se haya convertido en la fiesta a la que todos quieren asistir (aunque unos pocos lo logren).

Son 600 los afortunados. Muchos, dirán algunos, pero pocos si se tiene en cuenta la cantidad de peticiones. Los nombres que se suelen dar cita son habituales en las páginas de Economía y Política: Puig, Maragall, Sanclimens, Martell, Giménez-Salinas, Rodés, López Lamadrid, Cuatrecasas.

Como en la cena de gala a la que han asistido este viernes los Reyes, la gastronomía tiene un peso importante en las mesas del Círculo. Y ahora, la cocina está en manos de Mantequerías Pirenaicas, un pequeño negocio barcelonés que trata los productos de proximidad con cuidado extremo y logra que una tortilla de patatas, por ejemplo, se convierta en una experiencia religiosa.

Guiris sangría en mano, curiosos de todo tipo, una señora despistada gritando algo sobre Puigdemont... Todo ello mezclado con la ‘very high’ de Barcelona, que vestía sus mejores galas para recibir a los Reyes este viernes en el Liceo. En las Ramblas. El zoo humano más particular de la capital catalana aguardaba a Sus Majestades para que cruzaran raudos las Puertas del Cielo, las que Jaume Plensa acaba de instalar en la entrada del Gran Teatre del Liceu.

Rey Felipe VI
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