Ainhoa Armentia cumple 44 años: de la cena en Biarritz a salir de la clandestinidad
Urdangarin y su pareja ya pueden celebrar los aniversarios sin tener que esconderse. En 2021, estuvieron en un restaurante francés y les tomaron fotografías que fueron publicadas
El mes de noviembre de hace un año, Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia pasaron unos días en Biarritz. Pensaron que allí, en la costa vasco-francesa y en pleno otoño, no habría españoles que les reconocieran. Armentia acababa de cumplir 43 años y lo celebraba con su pareja con una cena romántica.
La clandestinidad era su día a día, aunque erraron y sí, unos españoles captaron la imagen. Hace un año de aquellos días y la pareja Urdangarin-Armentia podrá, por fin, celebrar el 44º cumpleaños de ella sin miedo a que les fotografíen.
La imagen de la que hablamos es ya icónica: él, con las gafas de ver de cerca; y ella, con su pelo largo liso y un jersey de cuello cisne verde manzana que ya es historia del ‘couché’. La instantánea se difundió el 21 de enero de 2021 en el programa de La Sexta ‘Más vale tarde’. Y sirvió para confirmar lo que la revista ‘Lecturas’ había publicado días antes: Iñaki Urdangarin le había sido infiel a su mujer, la infanta Cristina.
Lo curioso es que tan solo un mes antes de que se tomara esa fotografía de los ‘tortolitos’ en Biarritz, el exduque de Palma había paseado por las calles de Barcelona de la mano de su mujer. Los paparazzi los vieron juntos, en la calle Manuel Girona, yendo hacia el hotel en el que solían alojarse siempre. Cuando los guardaespaldas se dieron cuenta de la presencia de fotógrafos, les pidieron amablemente que les dejaran en paz. Nadie sabía nada. Y nadie conocía a la que en pocas semanas iba a convertirse en la mujer más buscada de España.
Y quién es ella
Cuando el 19 de enero de 2021 aparecieron las primeras imágenes de Urdangarin con otra mujer en las playas de la costa vasco-francesa -en Hossegor, que no Bidart, no fueron tan ‘atrevidos’-, todos se preguntaron quién era ella. Hubo incluso amigos del exduque de Palma que llegaron a elucubrar con que quizás era una de sus sobrinas. Finalmente, el nombre de la desconocida salió a la luz, a la par que su historia.
Y todos descubrimos que se llamaba Ainhoa Armentia, que estaba casada y tenía dos hijos. Que aquel mismo día, al conocerse las fotografías, se había ido a casa de su padre. Armentia tenía redes sociales en las que compartía sus aficiones: mucho deporte, carreras, montañismo, yoga… y sus hijos. Todo eso desapareció, como lágrimas en la lluvia, en el mismo momento en el que pusieron nombre a su cara.
La única entrevista
La pareja de Urdangarin había incluso dado una entrevista a la televisión local hacía años como delegada de la clase de uno de sus hijos, y eso también salió en los medios. No había nada que quedara en el tintero y ella tuvo que borrarse de internet para desaparecer, al menos un poco. Empezaron entonces las imágenes de ella entrando y saliendo del despacho de abogados Imaz&co, donde compartía empleo con su novio, Iñaki Urdangarin.
Famosos se hicieron sus chalecos y abrigos de piel de conejo, su larga melena de mechas, sus andares rápidos y su silencio, jamás roto. La hemos visto después en bikini, jugando a palas en la playa, besando apasionadamente a Urdangarin junto a las olas en Formentera. Y hemos sabido más cosas. Que tiene una hermana que nunca ha querido hablar, que su madre ha aparecido algunas veces para defenderla, que se separó de su marido, con quien ya estaba en crisis desde hacía tiempo. Incluso que tiene un apartamento en Alicante. Que nació en Vitoria y allí ha vivido toda la vida. Y que este domingo, 20 de noviembre, es su cumpleaños.
La celebración
El aniversario lo celebrarán juntos, aunque por la lesión que sufrió Urdangarin, no podrá ser tan intenso como esperaban. Él está agradecido de que ella haya sacrificado tantas cosas y se haya mostrado siempre fuerte a su lado a pesar de la presión mediática, a pesar de la mala relación con la Infanta… Así que este cumpleaños iba a ser el momento de hacérselo saber.
Urdangarin ya puede disfrutar de la relación con su pareja, se siente libre. Desde su entorno comentan a este medio que se muestra feliz y sereno con los suyos: está contento, tranquilo, hace bromas. Desde que llegó a un acuerdo con su mujer para seguir trabajando en las medidas y detalles que les llevarán al divorcio en las mejores condiciones para ambos, todo ha ido a mejor. Vive en Vitoria, donde se siente cómodo porque ya forma parte del paisaje, y nadie le busca ni le dice nada por la calle.
Vuelve a ser el de antes, aseguran las mismas personas que en verano se llevaban las manos a la cabeza viéndolo con su exmujer en la playa o llorando en un coche con su novia. No entendían qué estaba pasando y ahora, con la situación encauzada y el acuerdo de divorcio cerca, lo ven de nuevo tranquilo y capaz de disfrutar de todo lo que tiene. Sobre todo, de esa libertad personal que ansió durante tantos años.
El mes de noviembre de hace un año, Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia pasaron unos días en Biarritz. Pensaron que allí, en la costa vasco-francesa y en pleno otoño, no habría españoles que les reconocieran. Armentia acababa de cumplir 43 años y lo celebraba con su pareja con una cena romántica.